09-06-2021

El lobby gasista en la UE y en el mundo
5Los lobbies del gas en Europa

El lobby del gas tiene tanta influencia en Bruselas que tanto el Green Deal como los objetivos de descarbonización solo han conseguido que esta industria haya intensificado su presión para beneficiarse de una parte de los 750.000 millones de los fondos de recuperación por la crisis de la COVID-19.

El informe publicado en torno a la campaña «Política libre de fósiles» ya denunciaba reuniones entre altos cargos de la Comisión Europea y empresas de gas fósil. Prueba de ello es que el 8 de julio de 2020, la Comisión Europea presentó una estrategia de hidrógeno para producir 40 GW de hidrógeno verde para 2020, pero dejó la puerta abierta para el uso de gas fósil (también conocido como ‘hidrógeno azul’), sin ninguna fecha límite para eliminarlo gradualmente, y que el 16 de septiembre de 2020, el plenario del Parlamento Europeo acordó incluir proyectos de gas fósil en el Fondo de Transición Justa. Por el momento, la Comisión ha aplazado la decisión y va a reevaluar la clasificación del gas fósil como inversión sostenible. Para finales de 2021 se tomará una decisión sobre el gas, antes de que la taxonomía para las finanzas sostenibles entre en vigor en 2022.

clima no es negocio

También en 2020 estalló un nuevo escándalo tras la publicación de un informe de la ONG Global Witness, donde se revelaba que la asociación ENTSOG (Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Gas), en la que se encuentra Enagás, sobreestimó las previsiones de consumo de gas fósil en Europa, poniendo en entredicho el cumplimiento de los compromisos climáticos y usando dinero público para financiar proyectos innecesarios y dañinos para el medio ambiente. Lo cierto es que las estimaciones para el periodo 2013-2019 fueron entre un 5% y un 21% más altas que la demanda real y en el período 2010-2013 un 22%.

Los lobbies del gas en el mundo

Si lanzamos una mirada global, vemos que el Foro de Países Exportadores de Gas (formada por 12 países entre los que se encuentran Egipto, Argelia, Venezuela, Bolivia, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Rusia, Nigeria, Qatar, Trinidad, Tobago y Emiratos Árabes Unidos) busca incluir el gas fósil como combustible alternativo al petróleo y al carbón.

Su intención es impulsar el gas fósil en la construcción de la economía baja en carbono, de forma que actúe como fuente de energía de respaldo en el desarrollo de las energías renovables. Para ello, el FPEG está promoviendo sus presuntas ventajas ambientales.