En el año 2005, Cefusa consiguió una Autorización Ambiental Integrada (AAI) por parte de la Junta de Andalucía para la puesta en marcha de una instalación de porcino en la Finca Dehesa del Rey en el municipio de Castilléjar, provincia de Granada.
El proyecto inicial contaba con nueve explotaciones de porcino para un total de 6.180 UGM (Unidad de Ganado Mayor). A día de hoy, y como figura en la última Autorización Ambiental Integrada concedida, la finca cuenta con diez núcleos de explotación para 8.122,8 UGM.
De los diez núcleos, siete están dedicados a la “explotación de madres” y tres a la “recría de lechones” hasta los 20 kg de peso. En total, las instalaciones pueden albergar a 21.000 cerdas con lechones de hasta los 6 kg, 140 verracos, 3.325 cerdas de reposición, 1.540 lechones de reposición y 117.600 lechones de entre 6 y 20 kg.
Según las cuentas de Cefusa: “cuando esté todo a pleno rendimiento habrá un total de 7 explotaciones de producción de lechones con 3.000 cerdas en producción cada una. Los rendimientos, mientras se mantenga la sanidad, estarían entre los 30-31 lechones destetados por cerda y año durante los próximos 5 años. Aunque se espera que con el paso de los años y con la mejora genética y de sanidad se pueda aumentar. Por tanto a pleno rendimiento serían 7 granjas x 3000 madres x 31 lechones destetados = 651.000 lechones destetados/año. Para llevarlos a 20 kg. hacen falta unas 5 semanas y suele haber un 0,5 % de bajas. Por tanto de las instalaciones saldrían unos 645.000-648.000 lechones/año para engordar en granjas integradas por la empresa”.
Estas gigantescas instalaciones, que necesitan atención y cuidados 24/7 los 365 días al año, son gestionadas, según datos oficiales, por solo 150 personas. Una simple división demuestra que, a priori, cada uno de los diez núcleos compuestos por varias naves contaría únicamente con unos 15 empleados, lo que explicaría la falta de higiene y suciedad, y la poca atención a los animales derivada de un modelo productivo de macrogranjas que busca los menores costes posibles a los propietarios.
La finca de Cefusa en Castilléjar es una auténtica fábrica a destajo de animales. Un modelo muy agresivo para conseguir carne rápida y en gran cantidad al menor coste posible para la empresa. Sin embargo, Cefusa asegura que todas sus ‘granjas’ están certificadas en bienestar animal, algo que, tras la investigación realizada por Greenpeace, pone en duda su cumplimiento o la validez de estas etiquetas para asegurar condiciones dignas a los animales.