Entrada de blog por Sara Pizzinato - 01-05-2025


5 razones por las que necesitamos un sistema energético 100% renovable

Después de lo del otro día, de varias horas sin electricidad ni conexiones y sin saber qué estaba ocurriendo, es justo y necesario decir que no queremos vivir más “momentos históricos”. Al menos, no de este tipo. Toca poner soluciones. Y en ello estamos. Por eso, hoy no venimos a explicarte por qué un sistema 100% renovable es posible y económicamente viable, eso ya lo hicimos en 2007; venimos a contarte por qué lo necesitamos ya si queremos evitar otro apagón y un futuro repleto de desastres climáticos. Aquí nuestras cinco razones incontestables:

1. SEGURIDAD E INDEPENDENCIA ENERGÉTICA

    En el gran apagón pudimos comprobar, de nuevo, que nuestra seguridad tiene más que ver con la resiliencia de nuestra infraestructura energética y de transportes, o con evitar los peores efectos del cambio climático (inundaciones, incendios, olas de calor, …) que con la compra de armamento o municiones. Cada euro invertido cuenta y hoy es momento de recordar que la mejor política de defensa es un sistema energético accesible, asequible, distribuido, justo y renovable, que garantice el suministro suficiente para una vida digna y contribuya a frenar el cambio climático, la principal amenaza de nuestro tiempo.

    La invasión de Ucrania puso al descubierto la dependencia de España y el resto de la UE del gas y el uranio rusos que ha desembocado en una crisis energética y de inflación. Un sistema 100% renovable reduce la dependencia de combustibles fósiles y de uranio importados y ayuda a evitar los peores impactos del cambio climático, fortaleciendo la seguridad de los países.

    «Un sistema 100% renovable reduce la dependencia de combustibles fósiles y de uranio importados«

    Una red con una importante generación renovable puede ser tan fiable como cualquier otra porque la fiabilidad es un atributo del sistema que depende más de cómo se gestiona este que del tipo de fuentes energéticas presentes. Un operador de red responsable y eficaz puede gestionar un sistema con niveles elevados de renovables de forma fiable utilizando herramientas bien conocidas y ampliamente disponibles.

    «La fiabilidad es un atributo del sistema que depende más de cómo se gestiona este que del tipo de fuentes energéticas presentes»

    DATO: Canarias ha registrado siete apagones generales (cero energético) desde 2009, siendo Tenerife la isla más afectada. ¿Las causas? Fallos en las centrales térmicas o de la red eléctrica.
    2. ESTABILIDAD Y FIABILIDAD

    Uno de los argumentos más utilizados en contra de las renovables es su variabilidad, pues la producción de energía de fuentes como el sol o el viento no es constante, sino que depende de condiciones meteorológicas cambiantes.

    Pues bien, lo primero es que no todas las renovables son variables. También hay renovables gestionables (en jerga, despachable) como la hidráulica, la solar termoeléctrica con almacenamiento, la geotérmica o la biomasa sostenible que acompañan a las fuentes variables.

    «Lo primero es que no todas las renovables son variables (…) e incluso para las renovables variables hace tiempo que existen soluciones»

    E incluso para las renovables variables hace tiempo que existen soluciones para su integración efectiva. Tecnologías como el almacenamiento de energía (baterías, bombeo de agua..), la gestión de la demanda (tanto centralizada como distribuida) y la gestión inteligente de la red pueden mitigar la variabilidad de algunas de las fuentes renovables, como la energía solar y eólica, asegurando un suministro fiable.

    DATO: En la última década, una época de rápido crecimiento de la generación de energía renovable, ni un solo apagón importante en países de alta aportación de renovables fue causado por una penetración excesiva de esta energía o por un déficit de inversión en capacidad de generación despachable. Analizando los más importantes (Texas 2021, California 2020, Reino Unido 2019 y Australia Meridional 2016), se ve que todos se debieron a fallos en los sistemas de transporte de la electricidad o de suministro de combustible, a fallos de la generación fósil o a una red que funcionaba según normas obsoletas o una regulación inadecuada.
    DATO: El estado australiano de Australia Meridional genera más del 70% de su electricidad con renovables (España un 57%) y es el primer sistema eléctrico del mundo en el que la energía solar instalada en tejados puede, en determinados momentos, superar la demanda de electricidad de todo el Estado. En lugar de resistirse al cambio, está modernizando sus infraestructuras para garantizar seguridad de suministro en la transición energética.
    3. PRECIO

    Greenpeace y otras instituciones, como la Universidad LUT de Berlín, demostraron hace ya varios años que un sistema 100% renovable puede ser más barato que uno que incluye combustibles fósiles y energía nuclear tal y como ocurre ahora. Esto se debe a la disminución de los costes de las tecnologías renovables y a la eliminación de aquellos asociados a la extracción e importación de combustibles, entre otras cosas.

    «Demostraron hace ya varios años que un sistema 100% renovable puede ser más barato que uno que incluye combustibles fósiles y energía nuclear»

    En España, además, se podría reducir la demanda de energía a la mitad respecto a la actual, garantizando los mismos servicios. La disminución de la demanda energética y de productos innecesarios juega un rol fundamental para maximizar el ahorro que aportan las energías renovables.

    Pero no todo es dinero: la sustitución de energías sucias por renovables y la reducción del derroche enerǵetico garantizan una mejora para la salud y la seguridad de las personas al evitar los peores impactos del cambio climático y de la contaminación del aire, del suelo y del agua. 

    DATO: Con un modelo energético basado en renovables, y en el que la demanda de energía se reduce a la mitad, España podría ahorrar más de 200.000 millones de euros al año de media.

    DATODATO: En 2024, el precio de la luz fue un 40% inferior al que hubiera costado de mantenerse la generación eólica y solar en sus niveles de 2019.

    DATO: Las renovables en 2023 han ahorrado la importación de combustibles fósiles que hubiera costado 15.600 millones de euros. 
    4. RIQUEZA Y JUSTICIA SOCIAL

    La transición a un sistema 100% renovable, flexible y justo para satisfacer los servicios necesarios para sostener una vida digna para todo el mundo, impulsa la innovación tecnológica, la creación de nuevas industrias y la generación de empleos en el sector de las energías renovables. Pero también abre la puerta a una mayor democratización de la energía, de forma que las personas participemos más directamente en las decisiones relacionadas con para qué, para quién y cómo generamos nuestra energía.

    Su despliegue es fundamental para todo el mundo pero, en especial, para aquellas personas que aún no tienen acceso a la electricidad para ayudar a cubrir sus necesidades básicas (sanidad, educación, agua potable…).

    En 2023 las renovables solas han dado trabajo a 16 millones de personas en todo el mundo. Si se suman los empleos ligados a las baterías, los vehículos eléctricos y las bombas de calor esta cifra asciende a 36 millones, superando al sector fósil (32 millones). 

    Renovables, baterías, vehículos eléctricos y bombas de calor ya generan más empleo que el sector de los combustibles fósiles

    Sin embargo, la distribución de estos puestos de trabajo no es homogénea: China lidera con  casi la mitad de los empleos ya que domina tanto el despliegue de energías renovables como la fabricación de equipos. Otros países, como Estados Unidos, India, Brasil y miembros de la UE, son importantes instaladores, y tratan de construir o reconstruir cadenas de suministro nacionales para apoyar una mayor creación de empleo a escala nacional.

    E incluso dentro de España, donde los empleos directos en renovables ascienden a 81.900, la mayoría de puestos de trabajo se acumulan en la instalación, fabricación y reciclado de componentes más que en la operación y mantenimiento de las instalaciones. Esto significa que si el objetivo es consolidar puestos de trabajo en el ámbito rural y cerca de los puntos de generación no se puede dejar en manos simplemente de “las fuerzas del mercado”: hace falta una acción gubernamental decidida, la voluntad de las empresas y el control de la ciudadanía para 1) cuando sea posible, instalar renovables más cerca de los puntos de consumo, incluyendo los centros de producción de componentes para las renovables; 2) poner centros de producción de componentes o reciclado, cerca de los sitios de mayor producción renovable.

    Favorecer el empleo local es solo una de las estrategias para un reparto justo de los beneficios del despliegue de las renovables, un pilar esencial de una transición justa y respetuosa con la biodiversidad, junto con una participación reforzada de la ciudadanía en la planificación y despliegue de las renovables y prohibir la instalación de renovables en suelo en zonas protegidas o de máxima sensibilidad ambiental.

    DATO: Un modelo basado mayoritariamente en energías renovables y ahorro energético crearía más de 3 millones de puestos de trabajo en el Estado español, incrementaría nuestro PIB y disminuiría considerablemente la factura energética de los hogares, incluidos aquellos que sufren vulnerabilidad energética (entre un 10%-17% de la población, según los últimos datos de 2021). Todo esto se podría conseguir para el año 2030 con la acción conjunta del Gobierno, las empresas y la ciudadanía.
    DATO: Aún hay 745 millones de personas que carecen de acceso a la electricidad en el mundo (2023).
    5. FRENO AL CAMBIO CLIMÁTICO

    La transición a un sistema energético 100% renovable, flexible, justo y suficiente para garantizar una vida digna para todas las personas supone la drástica reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, crucial para combatir el cambio climático. 

    La actual situación de emergencia climática que atraviesa el mundo, con temperaturas anormalmente elevadas e incendios cada vez más intensos, evidencia la necesidad de actuar con urgencia y ambición. La vida y la salud de millones de personas en todo el mundo están en juego. El rápido abandono de los combustibles fósiles en favor de las energías renovables y reducir el consumo a niveles que respeten los límites planetarios es el camino más prometedor junto a la protección y restauración de los ecosistemas y a sistemas alimentarios respetuosos con el clima.

    «La vida y la salud de millones de personas en todo el mundo están en juego»

    DATO: Según el IPCC, las energías solar y eólica juntas pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales en 8.5 GtCO2eq al año de aquí a 2030. ¡Esto equivale a dos veces las emisiones anuales de la India!

    ¡ Comparte !


    Comentarios

    3 comentarios
    Rafa Uribarren 01/05/2025

    Muchas gracias Sara por este gran artículo.
    Hablando con la gente, veo que mucha gente tiene pegas con los temas referentes a la estabilidad y el balanceo de la oferta y demanda eléctricas, y agradezco que seas la primera que apunta las soluciones (que NO son la nuclear): "Tecnologías como el almacenamiento de energía (baterías, bombeo de agua..), la gestión de la demanda (tanto centralizada como distribuida) y la gestión inteligente de la red". Me imaginaba que las medidas irían por la flexibilidad en la generación (desconectar partes de instalaciones grandes) y en el consumo (la gestión de demanda que comentas). Además, buscando sobre la gestión de la demanda veo que Endesa apunta lo siguiente: "Según las directivas europeas, todos los países deben permitir que los consumidores participen activamente en la gestión de la demanda eléctrica de sus mercados.
    En España, el primer paso hacia esta nueva regulación pasa por permitir la apertura de los mercados de balance a la demanda. Esto supone que los consumidores de electricidad puedan ofertar su flexibilidad de consumo en los mercados de balance, de forma similar al funcionamiento por el que se rigen los generadores de energía".
    A ver si España moderniza pronto la regulación en este sentido y podemos tener una mejor red y sin renunciar a las máximas renovables posibles.

    Responder
    Pancracio 01/05/2025

    Copio y pego un artículo de un científico del CSIC llamado Antonio Turiel, publicado hoy, 1 de mayo en Leonoticias. Lo siento, no son opiniones mías, es lo que dice un científico del CSIC, Doctor en Física Teórica, que ahí es nada. El que lo quiera leer y APRENDER, que lo lea. El que lo quiera criticar, sin leerlo, también es libre de hacerlo. A continuación copio y pego el artículo:

    "Reúne los tres requisitos para poder hablar sin pelos en la lengua sobre un asunto: interés, conocimiento e independencia. Sensibilizado con el uso sostenible y responsable de la energía, es doctor en Física Teórica, acumula una dilatada experiencia en el estudio de los recursos energéticos y no tiene vínculos con formaciones políticas ni entidades empresariales. Antonio Turiel (León, 1970) es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) y una de las voces que lleva al menos cuatro años alertando del riesgo de una caída en la red eléctrica.

    En un entrevista para El Diario Vasco afirma que cuando Pedro Sánchez se refirió a una «fuerte oscilación», el científico lo califica de «descompensación muy grande» aunque asegura que el presidente del Gobierno «no lo va a reconocer».

    Turiel explica que «la red era muy inestable. Pero primero hay que entender por qué es inestable. Hay un problema con el modelo de integración de la energía renovable, y particularmente la fotovoltaica», y que no debemos pensar que la electricidad circula como el agua.

    El físico continúa diciendo que la mayoría de sistemas inerciales que producen electricidad tienen unos enormes generadores a los que se les puede exigir más o menos cantidad de energía con facilidad, mientras que con la energía fotovoltaica no porque produce corriente continua y no alterna: «No produce una onda, sino un chorro continuo. Y tú necesitas poner un aparato que se llama inversor para generar una onda. ¿Qué ocurre? Que como no es algo muy pesado, físicamente pesado, que da vueltas, sino que depende de una generación de la luz que llegue que produce el chorro, es inflexible, y no se adapta bien a los cambios».

    Este hecho es lo que vincula al momento del apagón cuando la mayoría de la energía que se generaba en España era fotovoltaica: «¿Cuál es el problema? La red ya estaba mostrando que oscilaba porque los sistemas fotovoltaicos son inflexibles».

    Turiel explica que el problema era conocido y que para evitarlo hay que poner sistemas de estabilización de corriente «o bien tienes una central de gas de ciclo combinado funcionando al ralentí, quemando gas pero menos, y que está preparada para ponerla a 'full' si hiciera falta. ¿Qué pasó el lunes? Que no había ninguna de las dos cosas».

    Turiel explica que «la red era muy inestable. Pero primero hay que entender por qué es inestable. Hay un problema con el modelo de integración de la energía renovable, y particularmente la fotovoltaica», y que no debemos pensar que la electricidad circula como el agua.

    El físico continúa diciendo que la mayoría de sistemas inerciales que producen electricidad tienen unos enormes generadores a los que se les puede exigir más o menos cantidad de energía con facilidad, mientras que con la energía fotovoltaica no porque produce corriente continua y no alterna: «No produce una onda, sino un chorro continuo. Y tú necesitas poner un aparato que se llama inversor para generar una onda. ¿Qué ocurre? Que como no es algo muy pesado, físicamente pesado, que da vueltas, sino que depende de una generación de la luz que llegue que produce el chorro, es inflexible, y no se adapta bien a los cambios».

    Este hecho es lo que vincula al momento del apagón cuando la mayoría de la energía que se generaba en España era fotovoltaica: «¿Cuál es el problema? La red ya estaba mostrando que oscilaba porque los sistemas fotovoltaicos son inflexibles».

    Turiel explica que el problema era conocido y que para evitarlo hay que poner sistemas de estabilización de corriente «o bien tienes una central de gas de ciclo combinado funcionando al ralentí, quemando gas pero menos, y que está preparada para ponerla a 'full' si hiciera falta. ¿Qué pasó el lunes? Que no había ninguna de las dos cosas».

    Turiel explica que «la red era muy inestable. Pero primero hay que entender por qué es inestable. Hay un problema con el modelo de integración de la energía renovable, y particularmente la fotovoltaica», y que no debemos pensar que la electricidad circula como el agua.

    El físico continúa diciendo que la mayoría de sistemas inerciales que producen electricidad tienen unos enormes generadores a los que se les puede exigir más o menos cantidad de energía con facilidad, mientras que con la energía fotovoltaica no porque produce corriente continua y no alterna: «No produce una onda, sino un chorro continuo. Y tú necesitas poner un aparato que se llama inversor para generar una onda. ¿Qué ocurre? Que como no es algo muy pesado, físicamente pesado, que da vueltas, sino que depende de una generación de la luz que llegue que produce el chorro, es inflexible, y no se adapta bien a los cambios».

    Este hecho es lo que vincula al momento del apagón cuando la mayoría de la energía que se generaba en España era fotovoltaica: «¿Cuál es el problema? La red ya estaba mostrando que oscilaba porque los sistemas fotovoltaicos son inflexibles».

    Turiel explica que el problema era conocido y que para evitarlo hay que poner sistemas de estabilización de corriente «o bien tienes una central de gas de ciclo combinado funcionando al ralentí, quemando gas pero menos, y que está preparada para ponerla a 'full' si hiciera falta. ¿Qué pasó el lunes? Que no había ninguna de las dos cosas».

    El científico explica que no hay sistemas de estabilización porque no se ha invertido en ellos por su alto precio. Además comenta que las centrales de gas de ciclo combinado se habían parado porque el precio de la electricidad era cero y como a las eléctricas «no les salía a cuenta y las pararon del todo. Y para poderlas arrancar, cuesta horas».

    El físico leonés señala que el 40 por ciento de la electricidad que se está generando en España viene de ciclos combinados, quemando gas, que el lunes «la dejaron a la desamparada». No apunta a que el problema sean las renovables si no meter esa energía «de manera descontrolada sin los sistemas de estabilización, que son conocidos, básicamente haciéndolo 'low cost', invirtiendo lo mínimo. Vamos, que tenemos unas renovables de bazar chino, para entendernos. Esto no debiera ser así».

    Antonio Turiel se muestra decepcionado «hasta el extremo. El año pasado tuvimos varias situaciones de riesgo. Hasta en cinco ocasiones el sistema eléctrico estuvo al límite. Estábamos jugando con fuego, pero básicamente nos daba igual», y añade que el Gobierno no ha hecho caso a a las personas que les han advertido de lo que podía pasar.

    Comenta que las responsabilidades se van a camuflar porque las mayores responsables son las grandes eléctricas y por eso se habló de un fenómeno atmosférico inusual o un ciberataque: «Nadie va a reconocer el problema de que la situación es chapucera», ni se va a decir que, salvo un pequeño repunte en 2024, el consumo de electricidad ha caído desde 2008 un catorce por ciento, y seguirá cayendo: «No hay un exceso de demanda. Eso es falso».

    Turiel expresa con contundencia que «esto no tenía que haber pasado. Lo que ha ocurrido es absurdo. Era algo que se veía venir porque se han hecho las cosas mal. Se podían hacer bien, y se han decidido hacerlas mal. No hay mucho más que decir», salvo que es necesario invertir y que «habría que plantearse que esto tendría que ser un servicio y no un negocio. A lo mejor, la producción eléctrica tendría que ser pública. Ya sé que suena muy fuerte, pero más fuerte me parece lo que ha ocurrido. Si el lunes las centrales de gas de ciclo combinado hubieran estado en marcha, habría habido problemas pero se hubieran podido compensar. Si no se compensó es porque estaban paradas. Lo cual ha pasado ya varias veces».

    El científico explica que no hay sistemas de estabilización porque no se ha invertido en ellos por su alto precio. Además comenta que las centrales de gas de ciclo combinado se habían parado porque el precio de la electricidad era cero y como a las eléctricas «no les salía a cuenta y las pararon del todo. Y para poderlas arrancar, cuesta horas».

    El físico leonés señala que el 40 por ciento de la electricidad que se está generando en España viene de ciclos combinados, quemando gas, que el lunes «la dejaron a la desamparada». No apunta a que el problema sean las renovables si no meter esa energía «de manera descontrolada sin los sistemas de estabilización, que son conocidos, básicamente haciéndolo 'low cost', invirtiendo lo mínimo. Vamos, que tenemos unas renovables de bazar chino, para entendernos. Esto no debiera ser así».

    Antonio Turiel se muestra decepcionado «hasta el extremo. El año pasado tuvimos varias situaciones de riesgo. Hasta en cinco ocasiones el sistema eléctrico estuvo al límite. Estábamos jugando con fuego, pero básicamente nos daba igual», y añade que el Gobierno no ha hecho caso a a las personas que les han advertido de lo que podía pasar.

    Comenta que las responsabilidades se van a camuflar porque las mayores responsables son las grandes eléctricas y por eso se habló de un fenómeno atmosférico inusual o un ciberataque: «Nadie va a reconocer el problema de que la situación es chapucera», ni se va a decir que, salvo un pequeño repunte en 2024, el consumo de electricidad ha caído desde 2008 un catorce por ciento, y seguirá cayendo: «No hay un exceso de demanda. Eso es falso».

    Turiel expresa con contundencia que «esto no tenía que haber pasado. Lo que ha ocurrido es absurdo. Era algo que se veía venir porque se han hecho las cosas mal. Se podían hacer bien, y se han decidido hacerlas mal. No hay mucho más que decir», salvo que es necesario invertir y que «habría que plantearse que esto tendría que ser un servicio y no un negocio. A lo mejor, la producción eléctrica tendría que ser pública. Ya sé que suena muy fuerte, pero más fuerte me parece lo que ha ocurrido. Si el lunes las centrales de gas de ciclo combinado hubieran estado en marcha, habría habido problemas pero se hubieran podido compensar. Si no se compensó es porque estaban paradas. Lo cual ha pasado ya varias veces».

    El científico explica que no hay sistemas de estabilización porque no se ha invertido en ellos por su alto precio. Además comenta que las centrales de gas de ciclo combinado se habían parado porque el precio de la electricidad era cero y como a las eléctricas «no les salía a cuenta y las pararon del todo. Y para poderlas arrancar, cuesta horas».

    El físico leonés señala que el 40 por ciento de la electricidad que se está generando en España viene de ciclos combinados, quemando gas, que el lunes «la dejaron a la desamparada». No apunta a que el problema sean las renovables si no meter esa energía «de manera descontrolada sin los sistemas de estabilización, que son conocidos, básicamente haciéndolo 'low cost', invirtiendo lo mínimo. Vamos, que tenemos unas renovables de bazar chino, para entendernos. Esto no debiera ser así».

    Antonio Turiel se muestra decepcionado «hasta el extremo. El año pasado tuvimos varias situaciones de riesgo. Hasta en cinco ocasiones el sistema eléctrico estuvo al límite. Estábamos jugando con fuego, pero básicamente nos daba igual», y añade que el Gobierno no ha hecho caso a a las personas que les han advertido de lo que podía pasar.

    Comenta que las responsabilidades se van a camuflar porque las mayores responsables son las grandes eléctricas y por eso se habló de un fenómeno atmosférico inusual o un ciberataque: «Nadie va a reconocer el problema de que la situación es chapucera», ni se va a decir que, salvo un pequeño repunte en 2024, el consumo de electricidad ha caído desde 2008 un catorce por ciento, y seguirá cayendo: «No hay un exceso de demanda. Eso es falso».

    El científico explica que no hay sistemas de estabilización porque no se ha invertido en ellos por su alto precio. Además comenta que las centrales de gas de ciclo combinado se habían parado porque el precio de la electricidad era cero y como a las eléctricas «no les salía a cuenta y las pararon del todo. Y para poderlas arrancar, cuesta horas».

    El físico leonés señala que el 40 por ciento de la electricidad que se está generando en España viene de ciclos combinados, quemando gas, que el lunes «la dejaron a la desamparada». No apunta a que el problema sean las renovables si no meter esa energía «de manera descontrolada sin los sistemas de estabilización, que son conocidos, básicamente haciéndolo 'low cost', invirtiendo lo mínimo. Vamos, que tenemos unas renovables de bazar chino, para entendernos. Esto no debiera ser así».

    Antonio Turiel se muestra decepcionado «hasta el extremo. El año pasado tuvimos varias situaciones de riesgo. Hasta en cinco ocasiones el sistema eléctrico estuvo al límite. Estábamos jugando con fuego, pero básicamente nos daba igual», y añade que el Gobierno no ha hecho caso a a las personas que les han advertido de lo que podía pasar.

    Comenta que las responsabilidades se van a camuflar porque las mayores responsables son las grandes eléctricas y por eso se habló de un fenómeno atmosférico inusual o un ciberataque: «Nadie va a reconocer el problema de que la situación es chapucera», ni se va a decir que, salvo un pequeño repunte en 2024, el consumo de electricidad ha caído desde 2008 un catorce por ciento, y seguirá cayendo: «No hay un exceso de demanda. Eso es falso».

    Turiel expresa con contundencia que «esto no tenía que haber pasado. Lo que ha ocurrido es absurdo. Era algo que se veía venir porque se han hecho las cosas mal. Se podían hacer bien, y se han decidido hacerlas mal. No hay mucho más que decir», salvo que es necesario invertir y que «habría que plantearse que esto tendría que ser un servicio y no un negocio. A lo mejor, la producción eléctrica tendría que ser pública. Ya sé que suena muy fuerte, pero más fuerte me parece lo que ha ocurrido. Si el lunes las centrales de gas de ciclo combinado hubieran estado en marcha, habría habido problemas pero se hubieran podido compensar. Si no se compensó es porque estaban paradas. Lo cual ha pasado ya varias veces».

    Responder
    Pancracio 01/05/2025

    Pese a que sea objeto de críticas -no me importa, ya se me ha llamado de todo en estos foros y ya peino canas- copio y pego un artículo aparecido ayer, 30 de abril de 2025, miércoles, en el blog Zero Hedge., dentro de la sección que dirige Tyler Durden. El autor de este artículo es Daniel Lacalle, economista español y contertulio del programa Horizonte, de Iker Jiménez.

    The Spanish Power Outage: A Catastrophe Created By Political Design & A Warning To The World

    BY TYLER DURDEN

    El autor de este artículo es Daniel Lacalle, economista español.

    On April 23rd, I participated in a conference at the European Parliament on the future of nuclear energy with experts from all over Europe, where I warned that, with the current energy policies, blackouts will be the norm, not a coincidence.

    The shortsighted and sectarian policy of the activists who populate the government has led us to the worst blackout in the history of Spain. We have been without communication or electricity for nearly eleven hours.

    This blackout, with the immediate collapse of fifteen gigawatts of power in the system, is the consequence of a policy that penalizes base energy, key to providing stability to the system, and plunders the energy sector.

    Governments have been dedicated to closing nuclear power plants, making them unviable with abusive and confiscatory taxation; penalizing investment in distribution with absurd regulations; imposing a volatile and intermittent energy mix; and burdening energy with elevated taxes and administrative delays. What could go wrong? Everything.

    And it happened.

    Renewable energies, while essential in a balanced energy mix, cannot provide safety and stability due to their volatility and intermittent nature. That’s why it is essential to have a balanced system with base-load energy that operates all the time, such as hydropower, nuclear, and natural gas as backup.

    Destroying access to nuclear energy with unnecessary closures and confiscatory taxation has been part of the fundamental causes of the disaster and the blackout.

    Last week, they had to close the remaining nuclear power plants because their taxes are so high that they cannot cover their fixed costs. They have destroyed nuclear plants’ economics by political design. Moreover, those plants would have provided stability to the grid if national and regional governments, which use nuclear and hydroelectric power as cash cows for their revenue-hungry policies, had prioritized supply security over energy sectarianism.

    There is much more.

    Spain and Portugal produce electricity with more than 60% solar and wind energy. Hydraulic, nuclear, and combined cycle gas plants must cover the shortfalls in solar and wind production, which is intermittent. There is no possibility of having a stable and secure system with a continuous supply if the electrical grid is not balanced to avoid a total blackout.
    According to Euronews, France sometimes produces too much electricity, leading the network operator RTE to disconnect solar or wind sites. The consumer pays taxes to cover the operator’s losses. This procedure prevents a general blackout of the grid.”

    In Spain, the president of Red Eléctrica, Beatriz Corredor, whose experience in energy is more than scarce, has never given a message or coordinated actions to prevent blackouts that were happening more frequently recently. We have been experiencing sporadic supply cuts to the industry for years, and just a week ago, the Chamartín station had a severe supply cut episode.

    The crisis was not only a disaster due to the shortsighted energy policy of the current and previous governments. It was a disaster due to the inaction of the Ministry of Defence. Similar to the recent floods, our security forces exhibited astonishment at their lack of mobilization. Trains and elevators blocked thousands of travelers for hours, while the army stood by, waiting for orders.

    Six days ago, the government, left-wing parties, and many media outlets celebrated that Spain’s power grid ran entirely on renewable energy for a weekday for the first time. Bravo. A week later, a massive blackout in Spain, Portugal, and parts of France. France quickly restored electricity because it has the largest nuclear fleet in Europe. In Spain, the government maintained a confiscatory taxation system that prevented nuclear plants from operating, resulting in nearly eleven hours of darkness and no communication.

    Red Eléctrica reported that the cause was a “strong oscillation in the electrical grid” that “forced the Iberian Peninsula to disconnect from the European system”. The collapse was immediate and long-lasting. It was the longest power outage in the history of Spain. The recovery efforts were in vain as they attempted to restore frequency control and stability with a system dependent on volatile and intermittent renewables.

    A system without physical inertia, provided by baseload energies that operate all the time—nuclear and hydroelectric—makes it impossible to stabilise the grid in the face of supply disruptions.

    When the collapse occurred, the Spanish electrical grid had almost 80% renewable generation, 11% nuclear, and only 3% natural gas. There was practically no base generation or physical inertia to absorb the shock that was generated.

    For years, experts have issued warnings. Experts from around the world have been accused of being mouthpieces for invented lobbies when they warned of the risk to the system from overloading with renewables and eliminating or limiting base-load energies. In 2017, the European Network of Transmission System Operators warned that the increase in renewables would raise the risk of cascading failures if urgent investment was not made in synthetic inertia and storage technologies. Moreover, even if investment is made in storage, hundreds of experts warned about the additional burden with the electrification of the mobile fleet. Despite the warnings from energy companies and operators, the European Commission maintained its bet on renewable development that was poorly planned and worse executed. This included a New Green Deal that ignored the importance of networks and backup and seemed designed by school activists.

    The Spanish government wanted to present itself as the top student of that so-called ecological sectarianism, which ignores copper and lithium mining, the importance of backup, and system stability. What have they achieved? They have created a disaster that has the potential to repeat itself.

    Blackouts, which should have been something obsolete and forgotten, have become the norm since politicians have ideologised energy. Other countries have suffered similar problems: Australia (2016), Germany (2017), and the United Kingdom (2019) experienced blackouts or near-blackouts due to insufficient energy reserves or grid stability measures. However, none of these incidents have been as dramatic or scandalous as the one in Spain.

    The governments of Spain have decided that the closure of all our nuclear power plants will be effective in 2035, despite all the technicians reminding us that they work perfectly and their lifespan could be extended by at least ten years. This action is going to increase dependence on renewables and Russian natural gas. In other words, Spain’s shortsighted policy is going to make the country more dependent on China and Russia for energy and face constant blackouts and supply cuts to the industry as if it were a third-world dictatorship.

    Propaganda told us that renewables would bring competitiveness and stability to the grid, but the reality shows that an over-reliance on certain renewables and a shortage of base-load energy sources indicate that the electrical grid increasingly depends on the few nuclear and natural gas plants that operate to maintain supply stability.

    The blackout in Spain was not caused by a cyberattack but by the worst possible attack, that of politicians against their citizens.

    It is urgent that Spain radically changes its energy strategy, that we maintain and expand the nuclear and base energy park, or we will depend more on Russia and China and, moreover, with blackouts.

    Responder

    ¡ Comparte !