Entrada de blog por Luis Berraquero - 21-05-2021


Ciudades para sobrevivir al calor

Imagínalo: caminas por una avenida ancha y sin sombras de árboles. Hace un calor sofocante, 35ºC de temperatura. Es viernes, a las 15:00 horas. Los coches discurren lentos y torpes por el embotellamiento de la salida del trabajo. El asfalto irradia calor, parece un calefactor de suelo recalentado por la acción del sol. Los aires acondicionados zumban a tope expulsando aire caliente a la atmósfera creando una sensación aún más asfixiante si cabe. Es en este momento cuando te preguntas:
¿Está mi localidad bien adaptada al calor?

Las altas temperaturas son habituales en nuestro clima durante el verano. Sin embargo, debido al impacto del cambio climático, se registran temperaturas máximas que baten récords y mínimas cada vez más elevadas. El verano dura ahora de media en nuestro país casi cinco semanas más que a principios de los ochenta, y es cada vez más caluroso. El año 2020 fue el más cálido de la historia en España desde que se tienen registros, con un aumento de la temperatura media de 1,7 grados. Cada verano, la intensidad y virulencia de las olas de calor se incrementan, al igual que las llamadas noches “tropicales”, en las que la temperatura no baja de los 20º. A esto le debemos sumar el denominado “efecto isla de calor” que se da sobre todo en entornos urbanos. Este fenómeno se produce principalmente durante la noche, cuando el calor almacenado en el asfalto y cemento es liberado de nuevo a la atmósfera, incrementando la temperatura de dentro de la ciudad en relación a la de los espacios no urbanizados que la rodean.

Teniendo en cuenta que el 80% de la población española habita en ciudades en donde se producen este tipo de fenómenos, y teniendo en cuenta que las ciudades son responsables de emitir el 80% del total de gases de efecto invernadero del mundo, la mitigación del calor es una problemática que se puede solucionar de manera individual y colectiva, abordándola de manera integral entre ambos niveles y que contribuya a mitigar en vez de agravar el cambio climático. A nivel individual, para ser más eficientes energéticamente debemos fijarnos en los edificios.

Mejorar la ciudad para ser más eficiente energéticamente y ahorrar energía para combatir el calor

23/05/2020. Sant Boi de Llobregat, Barcelona, Cataluña. España. ©Greenpeace/Pedro Armestre.

¿Cómo podemos mejorar nuestras viviendas?

Mejorar la eficiencia energética de viviendas y edificios es uno de los pasos más importantes para esta mitigación. Las inversiones en eficiencia energética contribuyen a disminuir nuestra factura pero también a disminuir nuestro consumo de energía, lo cual es un elemento fundamental para avanzar hacia la descarbonización, puesto que los edificios son responsables de un tercio de las emisiones de CO2.

La naturaleza nos da las mejores herramientas para que los edificios donde vivimos o realizamos nuestras actividades cotidianas sean habitables en vez de hornos en verano (o témpanos en invierno). La clave está en el diseño bioclimático, que combina una buena orientación con un adecuado diseño y aislamiento para, de forma pasiva, evitar que el calor se cuele o se acumule dentro. Por mandato de las directivas europeas, de aquí a 2050 todos los edificios deberían ser de consumo energético “casi nulo”, es decir, que reduzcan sus necesidades de energía al mínimo a lo largo de su ciclo de vida y que la que aún necesiten se produzca in situ, con fuentes renovables.

Sin embargo, estamos muy lejos de esa situación, y la mayoría de las viviendas en nuestro país, carecen de un diseño que ahorre energía. Ante esa situación, ¿qué podemos hacer para protegernos del calor en nuestras casas?

Habitualmente se asocia confort con disponer de aire acondicionado, pero hay formas más sencillas y económicas de refrigerar nuestros hogares. Podemos evitar que entre el calor mediante persianas o cortinas, cerrando las ventanas cuando da el sol, permitiendo una ventilación cruzada y ventilando de noche. Para refrescar una estancia de manera agradable y económica, una buena alternativa es un ventilador de techo, que se puede complementar con equipos de enfriamiento evaporativo. Ambas opciones son mucho más baratas que el aire acondicionado y ahorran mucha más energía.

En el caso de tener aire acondicionado, es muy importante usarlo correctamente, sobre todo, fijando la temperatura del termostato a no menos de 25 ºC y evitando abrir ventanas y puertas cuando está en marcha. En caso de necesitar adquirir uno, es muy importante escogerlos de la máxima eficiencia energética y buscar aquellos que no contengan gases refrigerantes fluorados (aunque digan que son ecológicos, es MENTIRA), ya que contribuyen al cambio climático miles de veces más que la energía que consume el aparato. Y aprovechemos para que el mismo aparato pueda dar tanto frío como calor, mediante el sistema de bomba de calor, que es el sistema de calefacción más eficiente.

Pero lo más importante de todo es que exijamos a nuestros responsables políticos que actúen frente a la emergencia climática para asegurar que nuestras ciudades y edificios dejen de contribuir al cambio climático y de soportar sus impactos. Sobrevivir al calor no puede ser solo una iniciativa individual, es un derecho que debemos exigir.

Debemos plantearnos si las personas tenemos “derecho al fresquito”; es decir, que no solo nuestras casas sean eficientes sino que las ciudades deberían garantizar que el espacio público esté adaptado a esta situación. Para ello, necesitamos reinventar nuestras ciudades, una transformación urbana que pase de dentro de nuestras paredes a una escala de barrios, que incluya soluciones integrales que combinen ecología urbana, urbanismo, movilidad, tecnología y conocimiento ecológico local.

Mejorar la ciudad para ser más eficiente energéticamente y ahorrar energía para combatir el calor

21/05/2020. Sevilla, Andalucía, España. ©Greenpeace/Pedro Armestre.

¿Cómo podemos mejorar nuestras ciudades?

Si la naturaleza tiene la capacidad de regular la temperatura, ¿por qué no imitarla? Las llamadas “soluciones basadas en la naturaleza” son una serie de estrategias que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen para responder a los retos que plantea el cambio climático. Si lo aplicamos a las ciudades, consiste en utilizar las mismas estrategias que tiene la naturaleza para regular el microclima, para que nuestras ciudades se enfrenten al incremento de temperaturas, la subida del nivel del mar, las inundaciones, las sequías u otros riesgos ambientales.

En lo referente a la gestión de la temperatura, implica un cambio radical en lo que se denomina “verde urbano”. Incrementando las zonas vegetadas con plantas, arbustos y árboles adaptados al clima local en calles, muros, edificios y tejados. Implica también que las ciudades planifiquen espacios públicos vegetados, sombreados, accesibles y frescos en todos los barrios de las ciudades. Lugares en los que incluso haya elementos acuáticos que ayuden a pasar las horas centrales de calor sin tener que recurrir al uso de aires acondicionados. Se habla incluso de la creación de corredores verdes interconectados en todos los barrios de las ciudades, de manera que se garanticen la sombra y el fresco en los espacios cotidianos de las personas que los habitan.

Las soluciones basadas en la naturaleza pueden también aplicarse al uso y gestión del agua en entornos urbanos. Por ejemplo, utilizar los mecanismos de drenaje que tiene la naturaleza instalando suelos porosos y vegetación en las calles para gestionar el drenaje de agua en entornos urbanos es una manera de hacer que los suelos urbanos transpiren mejor. Esto hace que no se acumule tanto calor en el suelo y hace más fácil su liberación. Por otro lado, renaturalizando y restaurando los cauces fluviales de ríos y arroyos que hasta hace no mucho tiempo atravesaban nuestras localidades, se generarían espacios frescos a la vez que se contribuiría a la conservación de biodiversidad en las ciudades y pueblos.

En Greenpeace trabajamos en Re-inventar las ciudades porque necesitan una transformación para que dejen de ser fábricas de cambio climático. Pero también necesitan a personas movilizadas para que esa transformación urgente sea posible. ¡Exígelo en tu ayuntamiento!

#REinventaLaCiudad: Pide ciudades más verdes

Luis Berraquero - autor del blog.
Luis Berraquero
Luis Berraquero Díaz. Licenciado en Humanidades, Máster en ciencias Sociales Aplicadas al Medio Ambiente por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y Máster en Ciencias de la Sostenibilidad para Gestionar el Cambio Global por la Universidad Internacional de Andalucía. Coordinador de Movilización de Greenpeace en Andalucía.
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Comentarios

3 comentarios
Juan Carlos Otazu Pipaòn 24/05/2021

Gracias Luis por hacernos un poco menos ignorantes en materia medioambiental , ante lo que la concienzaciòn y motivación de un mayor número de seres humanos por el respeto al medioambiente , hará que este nos premie con creces , por contra si seguimos agrediedolo tendremos que sufrir cada vez más penosas adversidades , la realidad pinta oscura , convirtamosla en diáfana , CONCIENZACIÒN MÁS MOTIVACIÒN AYUDAN A LA SOLUCIÒN .

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Greenpeace España 25/05/2021

Gracias a ti Juan por leernos, difundir el problema y mostrarnos tu apoyo. ¡Seguimos!

Antonio Perales 31/05/2021

Quiero quitar el documental de las granjas industriales y no se como. Ya ha cumplido su cometido y no quiero mantenerlo

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