Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Exeter y el Laboratorio Marino de Plymouth, apoyados por los Laboratorios de Investigación de Greenpeace, ha encontrado plásticos en los estómagos de todos los delfines, focas y ballenas que han muerto en aguas británicas y que han varado en la costa desde 2011 a 2017, aunque la mayoría se encontraron en 2016 o 2017.

Los 50 especímenes analizados tenían microplásticos (menos de 5 mm) en su interior. Plásticos que pueden provenir de nuestras lavadoras, ya que los tejidos sintéticos de plástico liberan fibras al medio ambiente en cada lavado, pero también de productos cosméticos y de todos los plásticos de un solo uso que llegan al mar y acaban fragmentándose en pequeños trozos.

Aunque ya se han hecho varios estudios sobre los impactos que la ingesta de microplásticos puede suponer para la fauna marina, todavía se desconoce cómo puede afectar esto a las personas, ya que nosotras también estamos expuestas a este tipo de contaminación. Los microplásticos contienen una gran cantidad de químicos tóxicos, que se pueden liberar durante el proceso digestivo causando alteraciones hormonales, daños a nivel reproductivo, y otros impactos negativos que afectan a la supervivencia de la fauna.

No sé qué más pruebas necesitamos para mostrar la urgente necesidad de cortarle el grifo a los plásticos de usar y tirar de forma drástica y real. Hacer ahora los envases 100% reciclables no cambia nada, para empezar porque ya deberían serlo. Necesitamos leyes que realmente vayan a la raíz de este problema y eliminen todos los plásticos superfluos que nos rodean diariamente. Y, al mismo tiempo, necesitamos que los supermercados y empresas dejen de llenarnos las manos con objetos altamente contaminantes con el fin de vendernos sus productos.

No necesitamos ridículos envases monodosis de aceite, ni cápsulas de café, ni fruta envasada. Por mucho que empresas y establecimientos se excusen en ello, no es obligatorio por motivos legales ni sanitarios ofrecer estos plásticos de usar y tirar al consumidor. Así que basta ya de excusas y pasen a la acción señoras y señores responsables de esta locura plástica que inunda nuestros mares, mata a nuestra fauna y llega hasta nuestras mesas cada día. Si no lo has hecho ya, pídeselo.