Día del Medioambiente: 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado
Si hoy se anunciase que el agua del grifo es tóxica para la salud, estaríamos ante una alerta sanitaria que abriría todas las portadas. Si se descubriese una partida de alimentos en mal estado, los consumidores pediríamos su retirada inmediata. Agua, alimentos y aire son elementos fundamentales para la vida. Pero, a diferencia de los dos primeros, seguimos respirando un aire contaminado sin que se tomen medidas suficientes para proteger nuestra salud y la de nuestro entorno. Hoy, en el Día Mundial del Medioambiente, Naciones Unidas advierte de la magnitud de este problema de salud pública: 9 de cada 10 habitantes del planeta respiran aire contaminado.
China es el país escogido para centrar la temática del Día Mundial del Medioambiente este 2019. El gigante asiático es también campeón de la contaminación. Solo en China, aproximadamente 670.000 personas mueren cada año por la contaminación derivada de la quema del carbón. Aunque estas magnitudes nos hagan pensar que se trata de un problema lejano que no nos afecta, la realidad es que la contaminación también es palpable en Europa. En nuestro continente el carbón es responsable de 23.300 muertes anuales.
Si es fundamental poner fin cuanto antes a una fuente como el carbón, igualmente alarmante es frenar las emisiones ligadas al transporte, las cuales crecen más rápido que cualquier otra fuente. El transporte, y muy especialmente los automóviles de combustión, ya causa el 30% de las emisiones de partículas en Europa. En nuestras ciudades hace tiempo que el tráfico genera más de dos tercios de las emisiones nocivas de dióxido de nitrógeno, superando los máximos legales en Madrid y Barcelona año tras año. Un incumplimiento que perjudica especialmente a la población más vulnerable como menores, tercera edad o personas con enfermedades respiratorias como asma o EPOC.
Soluciones para la contaminación de hoy y el cambio climático del futuro
En ocasiones se confunden las emisiones de sustancias tóxicas (como las que provoca la quema del carbón o el diésel) con los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Desde Greenpeace trabajamos muy activamente contra el cambio climático por las nefastas consecuencias que supone en forma de olas de calor, sequías, pérdida de especies o fenómenos meteorológicos extremos, siendo España un país especialmente vulnerable. Para evitarlo a tiempo, la ONU ya exigió la necesidad de reducir a la mitad nuestras emisiones de CO2 en los próximos 10 años.
Pero en esta ocasión, la denuncia de la ONU por el Día Mundial del Medioambiente se refiere a los efectos más inmediatos de la contaminación, los que se producen sobre la salud pública. Esta contaminación en forma de óxidos de azufre, de nitrógeno o de partículas microscópicas en suspensión que son consideradas sustancias cancerígenas de primer orden, y cuya presencia dispara los casos de neumonía infantil, bronquiolitis, y crisis asmáticas. No en vano, existe una correlación entre las visitas a consultas y urgencias por estos problemas y los episodios de contaminación atmosférica por una polución que ya sea visible en forma de ‘boina’ o no, nos afecta directamente allí donde se genera.
Es perfectamente comprensible confundir ambos tipos de contaminación por un simple motivo: las fuentes responsables del cambio climático también son en general las que más afectan a nuestra salud. Además de la combustión industrial del carbón y el empleo del diésel y gasolina para el transporte, la incineración de residuos agrícolas y urbanos y los usos domésticos son las causas señaladas en el día de hoy. Y para combatirlas, la receta de Naciones Unidas está en línea con las demandas de Greenpeace: gravar la contaminación, dejar de subvencionar los combustibles fósiles y poner fin a las centrales de carbón. Una solución que nos permitiría garantizar un aire limpio para todos hoy, al mismo tiempo que logramos detener el calentamiento global antes de que sea tarde.
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