Estas semanas estamos en pleno debate sobre los Presupuestos Generales del Estado. Lo que finalmente se apruebe influye en la vida de las personas, más de lo que parece, pero también son el reflejo de las políticas del gobierno y dicen mucho sobre sus prioridades. El análisis que hemos realizado desde Greenpeace nos da muchas pistas para pensar que la lucha contra el cambio climático y la desigualdad no forman parte de ellas.

El tímido aumento de cerca del 3% en los programas destinados a actuaciones ambientales en 2018 no compensa el gran recorte del 56,5% sufrido desde que comenzó la crisis (2008). Naturalmente no todos los sectores sufrieron los mismos recortes en estos últimos diez años, el Ministerio de Defensa tan solo ha recortado su presupuesto un 4,5%. En 2018 ha sido uno de los Ministerios que más ha aumentado su presupuesto respecto a 2017, un 10,6%.

Priorizar el gasto para impulsar las renovables, la eficiencia, la movilidad sostenible es imprescindible para frenar el cambio climático, pero las políticas de gasto de Industria y Energía no están orientadas en este sentido. El 65% del presupuesto se dedica a cubrir los costes de un sistema eléctrico -que no internaliza los costes ambientales y sociales- y tan solo dedica un 6% del gasto a la transición energética.

Presupuesto para políticas de gasto de Industria y Energía 2018

Desde el comienzo de la crisis el gasto público dedicado a los servicios sociales y promoción social- importantes entre otros para luchar contra la pobreza energética- ha sufrido también grandes recortes, un 37%. El inapreciable ascenso de 2018, casi un 2% tampoco compensa el recorte inicial y muestra de nuevo la poca prioridad que le sigue dando el Gobierno a estos temas.

El principio quien contamina paga está prácticamente ausente de la fiscalidad en los PGE y en 2018 los impuestos ambientales (incluidos los energéticos) tan solo representan el 5% de los ingresos del Estado. Hay que recordar que nuestro país está en el furgón de cola de la Unión Europea en impuestos verdes siendo su porcentaje respecto al PIB muy inferior a la media.

Ingresos del Estado 2018

Tenemos más datos, como el 93% del presupuesto para la conservación del litoral que se emplean en hacer paseos marítimos en lugar de adaptar nuestra costa el cambio climático o la escasa inversión en agricultura ecológica. La necesidad de transparencia el enfoque de género son otros de los aspectos que hemos valorado desde Greenpeace. Puedes leer todo aquí: Análisis medioambiental de los Presupuestos Generales 2018

Sin duda para afrontar los grandes retos de este siglo necesitamos gobiernos valientes que sitúen la lucha contra el cambio climático y la desigualdad como el eje en el que se articulen las políticas y por supuesto las partidas presupuestarias.