La reducción del consumo de carne pisa fuerte en la 4ª reunión anual del Pacto de Milán
El último informe científico sobre los impactos de la agricultura en el planeta lo deja muy claro: evitar la carne y los productos lácteos es la “forma más sencilla posible” de reducir nuestro impacto en la Tierra. Mientras que la carne y los lácteos proporcionan sólo el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas, para su producción se utiliza la gran mayoría de las tierras de cultivo (83%) y es la responsable del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola.
¿Aún existe alguna duda que el cambio climático es una realidad y que está provocado por la actividad humana? No, y por ello hay que actuar de forma urgente y contundente y la alimentación es una herramienta que permite empezar hoy mismo, basta con empezar a reducir la producción y consumo de las opciones con mayor impacto, como la carne y los lácteos y recuperar una dieta sana para las personas y el planeta. Tanto para la Organización Mundial de la Salud como para nuestra Dieta Mediterránea, una alimentación sana es aquella donde predominan los alimentos de origen vegetal.
El Pacto de política alimentaria urbana de Milán, firmado hasta el momento por 177 ciudades de todo el mundo, de las cuales 23 son españolas (Bilbao, Ciudadela de Menorca, Córdoba, Dénia, Fuenlabrada, Godella, Granollers, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Málaga, Mieres, Navàs, Oviedo, Pamplona, Rivas-Vaciamadrid, San Sebastián, Santiago de Compostela, Valencia, Villanueva de la Cañada, Vitoria-Gasteiz, Zaragoza) y que promueve sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversos no es ajeno a esta realidad. Por ello, el consumo de carne está teniendo un peso importante en su 4ª reunión anual en Tel Aviv y el 10 de sus 44 recién estrenados indicadores establece que las ciudades deben medir su consumo de carne para determinar el avance hacia la sostenibilidad de sus políticas alimentarias.
Desde Greenpeace hemos presentado nuestra campaña mundial para reducir la producción y el consumo medio global de carne y lácteos en un 50% hasta 2050 tanto en la sesión plenaria “Nutrición saludable y sostenible” y en la mesa redonda “Reduciendo los impactos ambientales a través de la compra pública” y pedimos a los responsables políticos que se comprometan a introducir criterios de sostenibilidad en la compra pública y establecer dos días a la semana en los menús de los comedores públicos en los que sólo se ofrezcan alimentos de origen vegetal hasta 2020.
Tú también puedes ayudar a construir este nuevo sistema alimentario sostenible. Firma nuestra petición
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