Los anuncios inocentes
Un cuento de cómo la publicidad de coche o líneas aéreas no tiene nada que ver con la crisis climática
Podría uno pensar que los anuncios son algo intangible, inocuos más allá del papel donde se imprimen o la energía consumida para su emisión en la tele o en Internet. Pues al fin y al cabo el personal los mira es adulta, piensa si le hace falta o no, o si le gusta o no el producto que anuncia y sigue su vida. Puede que ese anuncio se materialice en una compra o puede que no, pero eso no debería cambiar la sociedad ni la cultura.
Un ejemplo más del impacto destructor del planeta de la publicidad lo vemos en el nuevo informe “Anunciando el caos del clima: cómo los anuncios de coches y vuelos están alimentando la emergencia climática” publicado por Greenpeace Nordic y el New Weather Institute. En él se estiman, por primera vez, el impacto total de la publicidad de la automoción y las aerolíneas sobre el consumo de combustibles fósiles y sus consecuentes emisiones de carbono, tanto globalmente como dentro de la UE, para el año 2019.
Este informe calcula la contaminación adicional que resulta del consumo extra que incentiva la publicidad. Partiendo del hecho de que hay una cantidad de vehículos que se venden y aviones que se toman independientemente de los anuncios. Emplea los propios datos de las compañías de su retorno de marketing, es decir el dinero de venta de billetes o coches por cada euro de publicidad invertido. Con esos números estiman los investigadores las emisiones ocasionadas por esos anuncios.
Este estudio ha aflorado una realidad fatídica: la publicidad contribuye a aumentar el consumo a través de una mayor demanda y, por tanto, aumentan las emisiones derivadas. En concreto la publicidad de la industria de la automoción y las aerolíneas provocó un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero equiparable a más del doble que las emisiones de España.
Esta semana la comunidad científica está reunida para ultimar su próximo informe del IPCC, pero ya en los anteriores ha sido contundente: hay que reducir las emisiones de manera urgente. Toca quitarle el micro y la cámara a las industrias cuyo modelo de negocio está provocando daños irreversibles al planeta y a su población. Hay que establecer una ley europea que prohibiera la publicidad y los patrocinios de combustibles fósiles como ya se hizo con el tabaco. Colabora firmando la Iniciativa Ciudadana Europea para pedir esta ley, puede hacerse aquí.
Firma la Iniciativa Europea Ciudadana AQUÍ
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