Entrada de blog por Cristina Arjona - 16-09-2025


Moverse de forma sostenible no debería ser un lujo: se llama ‘garantía de movilidad’

¿Te suena esta historia? Vives en un pueblo, no tiene por qué ser pequeño y apartado, casi cualquier pueblo de la geografía española nos vale. Necesitas ir a una cita médica, a la universidad, a una entrevista de trabajo o a ver a tus amigos…pero el autobús pasa tres veces al día, la parada está lejos o es inaccesible, los horarios son intempestivos, etc. Esto, no solo es incómodo, además es injusto. No todas las personas tienen acceso a un transporte público decente.

El ejemplo de mi pueblo

Un ejemplo, pensemos por ejemplo en mi pueblo, un municipio malagueño con poco más de 8.000 habitantes. Está a solo 50 km de Málaga capital y a menos de 20 km de Antequera, un nudo de trenes y carreteras en el centro de Andalucía. Sobre el mapa parece bien conectado,  pero la realidad es otra. Los autobuses son escasos y con horarios limitados.

Si quieres ir al médico especialista en el hospital de Antequera, puede que tengas que esperar horas allí para la vuelta o darte un madrugón innecesario. Para los estudiantes, llegar a la universidad en Málaga sin coche es un quebradero de cabeza: a veces el primer bus llega tarde para la primera clase, y el último de vuelta sale antes de acabar la jornada.

A esto hay que añadir el elevado precio del alquiler en la capital, que con un buen servicio de transporte público facilitaría el acceso a la educación y el trabajo, además de permitir fijar población en el territorio, pero no… Esto provoca que muchas familias no tengan otra opción que tener uno o incluso dos coches para cubrir sus necesidades básicas de movilidad. Mientras tanto, quienes no pueden permitírselo, quedan aislados o dependen de favores de vecinos y familiares. Esto no pasa solo en mi pueblo, este mismo escenario se repite en cientos de pueblos en toda España.

Como vemos, que se viaje en coche o en transporte público no depende únicamente de preferencias personales. Aunque no sea la opción preferente, muchas personas dependen del automóvil. Esto conduce a desigualdades sociales y a la pobreza de transporte

«que se viaje en coche o en transporte público no depende únicamente de preferencias personales»

Con esta situación, los grupos con menores ingresos y otros colectivos vulnerables, que viven en territorios con escasa oferta de transporte público, no pueden dejar el coche cuando los costes de mantenerlo y usarlo se vuelven demasiado elevados. Tampoco tienen alternativas quienes, por edad, limitaciones físicas u otros motivos, no pueden conducir un vehículo privado. Así, una parte significativa de la población queda excluida de un sistema de movilidad justo y accesible.

El falso mito de la libertad del coche

Durante décadas nos han vendido que el coche es sinónimo de libertad. Libertad de ir donde quieras y cuando quieras, pero esa libertad tiene trampa. En muchas zonas de España el coche no es una elección, es una obligación. Si no hay alternativas de transporte público no hay donde elegir. Y además, no es una libertad barata. En España, 25 millones de personas no tienen carné de conducir, el 40,3 % de la población no dispone de carnet de conducir y más de uno de cada cinco hogares no dispone de coche. Para toda esa población, la falta de transporte público significa quedarse inmovilizada.

Estos datos muestran que el automóvil no es un medio accesible para toda la población, y la libertad de movimiento de la que presume está condicionada por factores económicos, sociales y demográficos. Incluso para quienes tienen coche, el coste y el mantenimiento suponen un gasto importante. El gasto de comprar un vehículo nuevo en España en 2023 fue de 23.666€, equivalente a 11 meses del salario medio anual. El transporte supone casi el 15 % del gasto total de los hogares, sólo por detrás de vivienda y alimentación y el 90 % de ese gasto se destina a la compra y uso de vehículos privados, lo que equivale a más del 12 % del presupuesto familiar. El coche ocupa nuestras calles, contamina, produce ruido y accidentes, y perpetúa una movilidad excluyente y desigual. No es libertad. Es una dependencia cara y contaminante.

«El transporte supone casi el 15 % del gasto total de los hogares, sólo por detrás de vivienda y alimentación y el 90 % de ese gasto se destina a la compra y uso de vehículos privados, lo que equivale a más del 12 % del presupuesto familiar»

La solución: Garantía de Movilidad

La movilidad no es un fin en sí mismo, es el medio para ejercer otros derechos fundamentales. Por ejemplo, sin transporte no puedes acceder a la salud, porque no puedes llegar al centro médico. Sin transporte, no hay educación, porque no puedes ir al instituto o la universidad. Sin transporte, no hay igualdad de oportunidades, porque no puedes acceder a empleos, actividades culturales o servicios básicos. Sin embargo, mientras que en las ciudades, los equipamientos públicos suelen estar de media a 2,5 km de distancia, en zonas rurales, esa media sube hasta 9 km, obligando a muchas personas a disponer de coche.

«en las ciudades, los equipamientos públicos suelen estar de media a 2,5 km de distancia, en zonas rurales, esa media sube hasta 9 km»

Para acabar con esta desigualdad, desde Greenpeace proponemos una Garantía de Movilidad, un compromiso para que todas las personas, vivan donde vivan tengan acceso a un transporte público digno, asequible y sostenible.

Esto implica:

  • Estándares mínimos: que se garantice un número mínimo de servicios diarios de autobús o tren según el tamaño y la ubicación de cada municipio.
  • Horarios útiles y coordinados: que los autobuses lleguen a tiempo para conectar con el tren o que haya opciones en horas valle y fines de semana.
  • Accesibilidad universal: transporte adaptado para todas las personas, incluyendo mayores y personas con movilidad reducida.
  • Tarifas justas, como el futuro abono único que propone Greenpeace, el T-Lleva, es clave, un billete para moverte por todo el país de manera sencilla, económica y sostenible.
  • Movilidad activa segura, con calles caminables y redes ciclistas seguras.

En países como Austria o Alemania, este enfoque ya se está debatiendo. Necesitamos dar ese paso para que la movilidad sostenible deje de depender de tu código postal y se convierta en un derecho real. 

Beneficios sociales y climáticos 

La Garantía de Movilidad es una medida que busca asegurar el derecho a un nivel mínimo de transporte sostenible para todas las personas, promoviendo la equidad y cohesión social al  asegurar que todas las personas tengan derecho a un nivel básico de movilidad, independientemente de su lugar de residencia o situación económica. También contribuye a la protección del clima al ofrecer alternativas reales al coche, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de energía y, en particular, de productos derivados del petróleo. El transporte es uno de los sectores con mayores emisiones de gases de efecto invernadero en España. Un transporte público atractivo es clave para reducir el uso del coche privado y cumplir los objetivos climáticos. A nivel sanitario, mejora la calidad de vida de las personas al disminuir enfermedades asociadas a la contaminación, el ruido,  sedentarismo y la siniestralidad vial. Además, un sistema de transporte bien planificado reduce costes asociados al tráfico, como accidentes, congestión y daños medioambientales. En términos de consumo de combustibles fósiles, el ahorro ascendería a unos 7.900 millones de euros, como ves, las cuentas serían claramente beneficiosas.

Con la Garantía de Movilidad se busca que todas las personas, sin importar donde vivan ni su situación económica o física, puedan acceder a opciones de movilidad seguras y asequibles, reduciendo la dependencia estructural del automóvil y fortaleciendo el papel del transporte público y la movilidad activa como pilares de la cohesión social y la protección del medio ambiente. Con esta propuesta queremos seguir mostrando que hay soluciones que aúnan el «llegar a final de mes» y evitar «el final del mundo», es decir, soluciones que cubran las necesidades fundamentales, como la movilidad, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. 

Sin acceso a la movilidad sostenible, no hay igualdad de oportunidades y queremos que vivas donde vivas, tengas garantizado tu derecho a moverte de forma sostenible y justa. 

¿Nos ayudas a conseguirla?

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