#REinventa_ la energía: transforma la energía de la ciudad
Según la ONU, las ciudades concentran el 55% de la población a nivel mundial. Europa alcanza el 73% y en España lo superamos con casi el 80% de la población concentrada en las ciudades. Números que seguirán creciendo según las previsiones y que convierte a nuestras ciudades en verdaderos devoradores de consumo energético y enormes fábricas de emisiones de gases de efecto invernadero -GEI-. Consumimos casi un 70% de la energía total y emitimos alrededor de un 75% del CO2.
¿Y cual es el problema?
Pues no pasaría nada si, como nos advierte la ciencia, no estuviéramos empujando al planeta hacia su insosteniblidad y a temperaturas con consecuencias irreversibles, incompatibles con la vida tal como la conocemos que ninguno deseamos.
Así que si la COVID nos ha dado a todos un espacio de reflexión, tenemos la oportunidad ahora de preguntarnos qué queremos de nuestras ciudades y cómo lo queremos, para que vivir en ellas no suponga un sobrevivir diario sino un lugar amable, sostenible y acogedor. Nuestra ciudad debería ser una extensión de nuestro hogar: un lugar que nos genere bienestar y felicidad, sano y habitable.
¿Por dónde empezar?
Si tenemos en cuenta que son los edificios (sector residencial, comercial e institucional) y el transporte rodado los principales culpables de este consumo energético y emisiones desproporcionadas, toca inexcusablemente pasar a la acción. Y para ello debemos dejar de pensar en la ciudad como algo ajeno y ponerle cara, porque somos nosotros con nuestro día a día las que la construimos y modelamos.
¿Y cómo lo hacemos?
- Aplicándonos medidas de eficiencia energética para consumir menos y mejor. En nuestros hogares, barrios, empresas, industrias, pero también en los edificios públicos e institucionales.
- Compartiendo y exigiendo a nuestros gobernantes un giro de políticas que promuevan, impulsen y faciliten herramientas para que todos hagamos la llamada transición energética. Debemos descarbonizar la economía, lo cual pasa por electrificarla, con transportes más sostenibles y acelerando la penetración de renovables en el sistema para tener energía 100% renovable, eliminando de una vez por todas los combustibles contaminantes de nuestra vida.
- Empoderándonos con la energía renovable, aprendiendo a utilizarla, almacenarla y compartirla. Esto es tan sencillo de hacer como pasarse a las energías renovables en nuestros hogares, barrios, edificios públicos e institucionales, transportes e industrias. Convirtiéndonos en ciudadanos energéticos, instalándonos renovables o haciéndolo indirectamente a través de otros si no podemos.
Urge que entendamos la energía como un bien básico, sencillo y manejable, que además puede aliviar situaciones de pobreza energética.
Ya no hacen falta grandes inversiones y hay muchas renovables distintas según el recurso de nuestra zona. Hay muchos ejemplos a imitar, además de colectivos, movimientos y cooperativas donde buscar consejo.
Con nuestra inteligencia colectiva ciudadana podemos cambiar y mejorar el rostro de las ciudades para cambiar el panorama energético.….Toca creérnoslo y mover ficha.
Comentarios
Laenerjia renovable es feno. E al