El pasado jueves día 24, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez Bértolo, compareció en la Comisión de Defensa para explicar las estadísticas de exportación de armas de 2020. En la primera ronda de respuestas a las preguntas de los diputados y diputadas, Méndez Bértolo aseguró que era un “disparate y una falta de respeto” decir que hay “ocultación” de datos por parte del Gobierno sobre algunas operaciones de armas. Lamentablemente, los datos demuestran lo contrario.

Pero antes de analizar los datos del informe de 2020, hay que ir al de 2018, ya que muchas de las intervenciones realizadas y las respuestas de la secretaria de Estado giraron en torno a las investigaciones publicadas recientemente en Eldiario.es, donde se señalaba al Ejecutivo actual, entre otras cosas, por “omitir” en los informes oficiales los datos de exportación de más de un centenar de morteros en 2018.

Merece la pena repasar la transcripción de algunas de las palabras que Méndez Bértolo pronunció ante sus colegas del Parlamento sin alterarse: “Aprovecho la oportunidad de poder responder a algunos de los artículos publicados últimamente donde, sobre la base de una aparente omisión de determinados datos en las estadísticas. Y, digo aparentes, porque no es tal. Se habla de ocultación, de ocultación referida además al equipo actual de la JIMDDU respecto de operaciones que han sido autorizadas, e incluso, exportadas antes de la toma de posesión de este Gobierno. Con lo cual, bueno, pues agradezco la oportunidad de poder mencionarlo aquí también para decir que no puede existir ningún tipo de afán de ocultación de ninguna operación, ni lo existiría en una operación actual, ni desde luego de administraciones anteriores. Es un disparate y realmente creo que es una falta de respeto decir eso”.

Esta sorprendente afirmación de la secretaria de Estado contrasta, sin embargo, con los propios datos oficiales obtenidos en la investigación publicada por Eldiario.es en la que colaboró Greenpeace.

Exportaciones de armas en 2018

Según las estadísticas oficiales de Aduanas, cotejadas por Greenpeace, en 2018 se produjo la exportación de 166 morteros a Arabia Saudí (100 de 120 mm, 50 de 81 mm y 16 de 60 mm), todos de la empresa NTGS (ahora Ventura Defense), perteneciente al grupo Everis. Todos los envíos se realizaron con barcos de la naviera saudí Bahri desde el puerto de Motril:  

Sin embargo (¡vaya!), las Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso, Año 2018, no mencionan explícitamente la exportación de morteros. Es más, el periodista ha preguntado recientemente a la Secretaría de Estado sobre esta cuestión antes de la publicación de la investigación, en mayo de 2021, y la respuesta es clara: «no hay constancia de ninguna exportación de morteros en 2018»… 

El informe habla de cantidades económicas totales, pero, no se menciona el envío concreto de ese auténtico arsenal de morteros, algo habitual en este tipo de documentos de rendición de cuentas. Esto hace pensar que quizás un Gobierno considerado progresista no quiera reconocer que bajo su mandato se han enviado armas de gran calibre a un país envuelto en uno de los conflictos más cruentos de los últimos años: la guerra civil de Yemen.

Información para Naciones Unidas

Pero la omisión se hace más evidente si se observa en las información de exportación de armas reportada por el Gobierno a los organismos de Naciones Unidas, una práctica, aunque voluntaria, habitual de las democracias consolidadas. Así las cosas, en el Registro de Armas Convencionales de la ONU (UNROCA), solo se reportan 21 morteros de 81 mm y uno de 60 mm; ni rastro de la cifra real de 166 morteros.

Tampoco en la información presentada al Tratado de Comercio de Armas, (de mayo de 2019) figuran los 166 morteros, tan solo los mismos 22 que en el registro anterior.

Es cierto que la autorización para la exportación de este armamento enviada en 2018 tuvo lugar bajo el mandato de Mariano Rajoy, pero el reporte de los datos a los estamentos oficiales nacionales e internacionales ya le correspondió al Gobierno de Pedro Sánchez. 

Informe de exportación de armas de 2020

La llegada del nuevo Gobierno conlleva una revisión temporal de las autorizaciones de exportación a Arabia Saudí, lo que provocó que en 2019 se produjera un parón en las exportaciones a este país.

Pero casualmente, sea o no por afán de ocultación, en este nuevo informe de 2020 presentado por Méndez Bértolo, vuelve a haber “errores” que hacen pensar que el Gobierno simplemente quiere ocultar algo, especialmente por tratarse de nuevo de la misma operación de exportación, retomada un año después, los morteros del grupo Everis con destino Arabia Saudí.

Y así las cosas, aunque la Secretaría de Estado de Comercio declara en las Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso, Año 2020 haber reportado al Registro de Armas Convencionales de Naciones Unidas la exportación de 84 morteros de 60 mm a Arabia Saudí, la verdad es otra: no se ha reportado esta información.

En los informes oficiales reportados a Naciones Unidos para el Registro de Armas Convencionales (UNROCA) de 2020 no hay una sola mención a los 84 morteros de Everis.

Y por supuesto, tampoco aparecen en el Tratado de Comercio de Armas reportados los 84 morteros de 60 mm exportados en 2020, al contrario de lo que figura en el documento presentado en el Congreso a los diputados y diputadas.

Las estadísticas oficiales muestran la exportación de armas a Arabia Saudí.

La información que España envía a organismos internacionales omite la exportación de armas a Arabia Saudí.

¿Se siente avergonzado el Gobierno por permitir el envío de este armamento a Arabia Saudí mientras otros países de la UE e incluso EEUU están frenándolos? La omisión de información es más que evidente y, en ningún caso aparente, como trata de convencer la secretaria de Estado de Comercio a los diputados y diputadas de la Comisión de Defensa. 

En el control de comercio de armas español hay, sin duda, disparates y el principal es que el Gobierno se siga escabullendo en la ley franquista de Secretos Oficiales, que le otorga total impunidad, para denegar información a quienes desde el Congreso o la sociedad civil controlan su labor y denuncian el envío, por la puerta de atrás, de armas a países que pueden usarlas en guerras donde las violaciones de derechos humanos se repiten a diario. Un poco de respeto, por favor, estamos trabajando.

Un grupo de activistas de Greenpeace paralizó en febrero de 2018 la carga de contenedores con armas fabricadas por Expal en Quintanilla de Sobresierra (Burgos) al barco Bahri Tabuk, con destino a Arabia Saudí, en una acción contra el oscurantismo que envuelve el comercio de armas.