¿Cómo se decide la apertura de nuevas oficinas de Greenpeace en otros países?
Aunque frecuentemente recibimos ofertas de grupos o personas interesadas en abrir nuevas delegaciones en aquellos países donde aún no existe Greenpeace, el procedimiento de apertura de nuevas oficinas no es éste.
La expansión de la organización debe realizarse de una forma controlada, ajustándose a las posibilidades y a los recursos disponibles. También es fundamental decidir cuidadosamente cuáles son las zonas prioritarias para implantar la organización, para lo que hay que tener muy en cuenta los objetivos globales de las campañas en las que estamos trabajando internacionalmente.
Cuando se decide abrir una nueva delegación, se contacta previamente con grupos locales, activistas o personas relacionadas con el medio ambiente en el país en cuestión y se selecciona a aquellos que se consideran más adecuados para esta labor, asegurándose de que comparten los objetivos de Greenpeace y nuestros principios básicos de actuación como son la no violencia y la independencia política y económica.
Por otra parte, también recibimos muchas peticiones para abrir delegaciones regionales en los países en los que ya estamos presentes. Como regla general, sólo se mantiene una oficina por Estado, que habitualmente se localiza en la capital del mismo.
El hecho de no multiplicar las oficinas en cada país obedece a la voluntad de simplificar la estructura (ya de por sí compleja al ser una organización internacional), agilizar los procesos internos de toma de decisiones y racionalizar los gastos, dedicando la mayor parte de los fondos directamente a actividades de campaña, en vez de invertirlos en una red de oficinas en cada Estado, multiplicando gastos de alquileres, personal, infraestructura y viajes.