El BBVA no financiará proyectos de oleoductos de arenas bituminosas en Canadá y EE.UU.
Un paso más, sin duda insuficiente, pero un paso más. Y todo gracias a los miles de ciudadanos y ciudadanas en todo el mundo que han estado presionando para que este pequeño cambio se produzca.
Durante 2018, más de 400.000 personas de todo el mundo han solicitado a doce 12 entidades financieras internacionales que dejen de apoyar al sector de los oleoductos de arenas bituminosas: BBVA, Banco de Tokyo Mitsubishi, Barclays, Credit Agricole, Citibank, Credit Suisse, Deutsche Bank, JP Morgan Chase, Mizuho, Banco Real de Canadá, Toronto Dominion y Wells Fargo. Un clamor ciudadano que pedía que se avance en la descarbonización y abandono del sector de las arenas bituminosas y de las empresas que promueven sus oleoductos.
Y así se lo hicimos llegar al BBVA el pasado mes de noviembre, con la entrega de vuestras más de 400.000 firmas:
Hoy estamos en la sede del BBVA para hacerles llegar las 400.000 firmas de personas que han pedido a BBVA y a otros 11 bancos que no ayuden a financiar a empresas relacionadas con la construcción de oleoductos para transportar arenas bituminosas. #StopPipelines pic.twitter.com/aVa4a7lz8Y
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) November 13, 2018
Hace algo más de un año, en febrero de 2018, el BBVA hizo pública una nueva estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible. La entidad bancaria se fijó el objetivo de alinear su actividad con el escenario de calentamiento global y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. El BBVA afirmó que está por el cumplimiento del Acuerdo de París y trabajará para no superar los 2 ºC de incremento de la temperatura media del planeta.
También, esta entidad bancaria comunicaba que había establecido normas sectoriales para la diligencia ambiental y social, normas entre las que destacan la prohibición de financiar la exploración y producción de arenas bituminosas. Pero en esta política se olvidaron de especificar algo muy importante: la prohibición de financiar proyectos de oleoductos de arenas bituminosas, infraestructuras críticas fundamentales y necesarias para la expansión del sector de las arenas bituminosas en Alberta (Canadá).
El sector petrolero planea construir tres nuevos oleoductos desde las minas a cielo abierto de arenas bituminosas de Canadá, en la provincia de Alberta, hasta la costa oeste y hasta el medio oeste de los Estados Unidos. La construcción de estos oleoductos provocaría un mayor caos climático global al prolongar por más tiempo la explotación del petróleo de arenas bituminosas, utilizando por tanto el 15% del presupuesto total de carbono del mundo.
Para que se construyan estos oleoductos se necesita la financiación de los bancos. El BBVA es el único banco español que todavía sigue financiando a las empresas que construyen estos oleoductos. Por este motivo, Greenpeace ha estado hablando y presionando para que el sector financiero termine de apoyar a este sector, visibilizando ante su misma sede en Madrid el problema o dejando mensajes en su red de cajeros automáticos.
El BBVA sigue teniendo como cliente a una empresa del sector, Energy Transfer, que el pasado mes de febrero perdió una batalla judicial en la que reclamaba a Greenpeace y otras ONGs indemnizaciones millonarias.
El BBVA, por tanto, sigue vinculado a los problemas que provocarán estos oleoductos en los territorios de las tribus indígenas por los que cruzaran; será responsable de las amenazas que se ciernen sobre la contaminación de los recursos hídricos y pondrá en peligro la vida silvestre en Canadá y acelerará el cambio climático.
La semana pasada, el BBVA hizo pública una nueva política donde especifica que el transporte de arenas bituminosas se añade explícitamente entre las actividades prohibidas, además de las ya prohibidas anteriormente de exploración y producción.
Un paso importante. Pero hacen falta más.
Comentarios
Felicitaciones Greenpeace!!! 400.000 firmas nada menos!!
Yo ya estoy quitando mis ahorros de BBVA y los he llevado a Triodos Bank. Se supone que solo trabaja con proyectos sostenibles.