La crisis climática siguió avanzando durante 2021 y los intentos de frenarla siguieron sin ser decididos ni valientes. Pero también hubo espacio para la esperanza.
En 2021 asistimos a la esperada aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética por parte del Congreso de los Diputados. Una ley que quedaba muy lejos de la ambición necesaria para afrontar la emergencia climática, ya que los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no eran suficientes para frenar los peores impactos del cambio climático. La puerta a los combustibles fósiles siguió abierta y eso es inadmisible.
Por el camino hubo algunos rayos de esperanza. La energía renovable siguió demostrándose como una opción totalmente viable para cubrir la demanda energética de nuestro país. De hecho, la energía eólica superó a la nuclear en generación de electricidad por primera vez desde 2013.
Mientras tanto, en Greenpeace seguimos señalando las causas que nos siguen empujando a una crisis climática cada vez más desbocada, denunciando a los culpables y los intereses económicos y políticos que esconde su inacción.
Desmontamos el gas
Durante 2021 dirigimos una gran parte de nuestros esfuerzos a desmontar los mitos del mal llamado “gas natural”, un combustible fósil como el petróleo y el carbón que está causando cambio climático y frenando la transición a un modelo energético 100% renovable. Algunas de nuestras acciones más icónicas en 2021 tuvieron como objetivo el gas, como el bloqueo del buque gasero en el puerto de Sagunto, en Valencia.
Denunciamos los peligros del ‘greenwashing’
En 2021 quisimos decir basta al lavado de imagen que las empresas de combustibles fósiles llevan a cabo a través de la publicidad. Para ello lanzamos una iniciativa europea ciudadana para prohibir la propaganda millonaria que las empresas de combustibles fósiles utilizan para hacer ‘greenwashing’. Diversos colectivos se echaron a las calles dejándonos maravillosas postales de sus ciudades.
Seguimos exigiendo el cierre nuclear
En marzo de 2021 se cumplieron 10 años del accidente nuclear de Fukushima, fecha que aprovechamos para seguir denunciando los peligros de esta energía que algunos se empeñan en seguir vendiendo como “verde”. Elegimos la central de Cofrentes, a la que el Gobierno podría conceder una nueva licencia de funcionamiento, lo que sería un grave error que no debería volverse a repetir.
Defendemos el clima en los tribunales
Pese a los intentos de la Abogacía del Estado por cerrarlo, en 2021 no solo conseguimos mantener vivo el litigio iniciado en 2020, junto a Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, contra el Gobierno por su inacción climática, sino que sumamos a la causa a Fridays for Future y a la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo.