El fabricante de las galletas Oreo, vinculado con la destrucción del hábitat del orangután en Indonesia
- Los proveedores de aceite de palma de la multinacional Mondelez han destruido casi 25.000 hectáreas de hábitat del orangután en los dos últimos años
- En total, 22 de sus proveedores han asolado más de 70.000 hectáreas de selva tropical, una superficie mayor a Chicago, donde Mondelez tiene su sede
- La comunidad científica ha advertido de que la deforestación por el aceite de palma es una amenaza para orangutanes y otras especies en peligro de extinción
- La deforestación tropical produce más emisiones de gases de efecto invernadero al año que toda la Unión Europea
Los proveedores de aceite de palma de la multinacional Mondelez, fabricante de las conocidas galletas Oreo, han destruido en los dos últimos años casi 25.000 hectáreas de hábitat del orangután en Indonesia, según una investigación de Greenpeace [1].
Mondelez es uno de los mayores compradores de aceite de palma del mundo, que utiliza en muchos de sus productos, como las barritas de chocolate Cadbury o las galletas Ritz, además de las Oreo. [2] El informe de Greenpeace ha revelado que, entre 2015 y 2017 [3], 22 de sus proveedores de aceite de palma destruyeron más de 70.000 hectáreas de selva tropical, una superficie superior a la ciudad de Chicago, donde se encuentra la sede de Mondelez. [4]
Los proveedores de aceite de palma de Mondelez también han sido acusados de trabajo infantil, explotación de trabajadores, deforestación ilegal, incendios forestales y acaparamiento de tierras. Mondelez obtiene gran parte de este producto a través de su proveedor Wilmar International, el mayor comerciante de aceite de palma del mundo.
«Es indignante que, a pesar de que hace diez años prometió limpiar su cadena de suministro de aceite de palma, Mondelez todavía está comerciando con destructores de los bosques. Nuestra investigación ha descubierto que los proveedores de Mondelez están todavía deforestando las selvas tropicales y destruyendo el hábitat del orangután, lo que lleva a estas hermosas e inteligentes criaturas al borde de la extinción. Literalmente, están muriendo por culpa de una galleta«, ha declarado Kiki Taufik, el responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace en el sudeste asiático.
La comunidad científica ya ha advertido de que la deforestación por el aceite de palma representa una seria amenaza para los orangutanes y otras especies en peligro de extinción. El año pasado, un exhaustivo metaestudio concluyó que el número de orangutanes de Borneo se había reducido a la mitad en los últimos 16 años. Estudios recientes también muestran que tanto las poblaciones de orangután de Sumatra como las del recién descubierto orangután de Tapanuli han perdido más de la mitad de su hábitat entre 1985 y 2007. Las tres especies están clasificadas como “en peligro crítico”, junto con el tigre de Sumatra y el rinoceronte de Sumatra.
“La protección de las selvas tropicales es vital vital para la biodiversidad y el clima del planeta. Seguir plantando palma aceitera a costa de talar la selva está agravando la crisis climática y llevando a algunas especies protegidas al borde de la extinción. El director general de Mondelez International, Dirk Van de Put, se había comprometido con los consumidores a ofrecer ‘aperitivos correctamente elaborados’. Pero no hay nada correcto en una galleta o un aperitivo hechos con un producto que ha destruido la selva, matado orangutanes y aumentado la temperatura global”, ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España. “Esto es una llamada de atención para que Mondelez y otros grandes fabricantes de productos de gran consumo tomen medidas y cancelen sus compras de aceite de palma a Wilmar hasta que este proveedor pueda demostrar que su aceite de palma no destruye la selva tropical. En última instancia, si las grandes marcas no encuentran suficiente aceite de palma ‘limpio’ para fabricar sus productos, entonces deben comenzar a usar menos».
La deforestación tropical produce más emisiones de gases de efecto invernadero al año que toda la Unión Europea, superando a todos los países excepto a Estados Unidos y China. En octubre de 2018, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático pidió el fin inmediato de la deforestación para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados.
La semana pasada, la secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas, Cristiana Pașca Palmer, aseguró que la pérdida de biodiversidad era un «asesinato silencioso» y una amenaza tan grave como el cambio climático.
“En definitiva, Mondelez debe asegurarse de que el aceite de palma que utiliza procede de productores que no están destruyendo las selvas tropicales ni explotando a seres humanos”, ha concluido Soto.
Notas
[1] Morir por una galleta: cómo Mondelēz está alimentando la crisis climática y la extinción de la biodiversidad (Dying for a cookie: how Mondelēz is feeding the climate and extinction crisis).
[2] Basado en el análisis de las listas de ingredientes. Las posibles variaciones en el proceso de fabricación en diferentes regiones o fábricas pueden incluir otros aceites, como el de colza o soja.
[3] Greenpeace International ha investigado la deforestación provocada por 25 grupos de productores de aceite de palma y ha cruzado estos proveedores con la información de las cadenas de suministro de aceite de palma publicada por Mondelez y otras marcas.
Debido a la naturaleza del comercio de aceite de palma (y la acción de la empresa), es posible que algunos de estos productores no estén suministrando en este momento aceite de palma a Mondelez, aunque todos fueron proveedores entre 2015 y 2017, cuando se produjo la destrucción del bosque.
Mondelez se comprometió por primera vez a limpiar sus cadenas de suministro en 2010, y publicó una política de «no deforestación, no destrucción de turberas y no explotación» en 2014.
[4] Entre 2015 y 2017, los 22 proveedores de aceite de palma destruyeron 70.770 ha. de selva tropical en Indonesia y países vecinos del sudeste asiático. Mondelez tiene su sede en Deerfield, Illinois, un suburbio de Chicago. La ciudad de Chicago ocupa una superficie de 60.600 hectáreas.
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