Mañana, 12 de diciembre, se cumplen 10 años del Acuerdo de París

Greenpeace acusa a las empresas de combustibles fósiles de sabotear el cumplimiento del Acuerdo de París y exige fechas para abandonar el uso del carbón, gas y petróleo

11-12-2025

  • Aunque el acuerdo ha logrado reducir el ritmo de crecimiento de las emisiones, los esfuerzos son absolutamente insuficientes: mientras los planes climáticos actuales reducirían las emisiones mundiales un 12% en 2035, la ciencia advierte que el recorte debe llegar al 60%
  • El Gobierno debe aprobar urgentemente un plan de abandono de los combustibles fósiles, con fechas para cada combustible, presupuesto y medidas concretas 
  • Desde la firma del Acuerdo de París se han producido al menos 5.000 muertes atribuibles directamente al cambio climático en España

Cuando se cumplen mañana 10 años del Acuerdo de París, Greenpeace celebra los logros alcanzados, pero exige multiplicar la ambición climática y alerta de las agresivas maniobras de la industria fósil para frenar los planes de abandono del gas, el petróleo y el carbón propuestos el pasado noviembre en la Cumbre del Clima de Brasil.

El mayor éxito de este tratado internacional es que, desde su firma en 2015, el ritmo de crecimiento de las emisiones se ha conseguido reducir, como muestra el último informe de síntesis de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El estudio también señala que, si los países cumplieran sus actuales planes climáticos, las emisiones mundiales podrían disminuir un 12% en 2035. Sin embargo, la ciencia advierte de que hace falta pisar el acelerador para limitar el calentamiento global a 1,5ºC: el recorte debe llegar al 60% para esa fecha. Esta diferencia de cifras muestra la imperiosa necesidad de aumentar los objetivos climáticos de todos los países

“El Acuerdo de París supuso el reconocimiento internacional de la necesidad de actuar con un objetivo común claro: evitar un calentamiento global superior a 1,5 ºC. A pesar de que las empresas de combustibles fósiles y sus aliados políticos han hecho todo lo posible por impedir su éxito, la presión ciudadana ha crecido, obligando a la comunidad internacional a colaborar entre sí y empezar  a reducir emisiones, aunque de manera desigual e insuficiente. Para cumplir el objetivo del Acuerdo, hace falta mucha más ambición climática y financiación internacional, y también poner fecha al abandono de los combustibles fósiles. No podemos esperar otros diez años. El cambio climático está avanzando más rápido que la respuesta humana, ha declarado Pedro Zorrilla Miras, responsable de la campaña contra el cambio climático de Greenpeace.  

Desde la firma del Acuerdo de París, el uso de combustibles fósiles no ha dejado de crecer y se ha incrementado un 9% a nivel mundial. De los 125.715 teravatios-hora (TWh) consumidos en 2015, el mundo ha alcanzado los 137.417 TWh en 2024. Esto se debe a que los países del norte global han reducido su consumo de petróleo, gas y carbón un 4%, una cantidad insuficiente para compensar el aumento en el sur global, de un 20%. El uso de combustibles fósiles es la principal causa de que por primera vez la temperatura media superase en 2024 el 1,5ºC de calentamiento global. 

En el caso español, el consumo de combustibles fósiles ha disminuido un 8% desde la firma del acuerdo. Greenpeace alerta de que se trata de una reducción insuficiente: las emisiones históricas y la capacidad para actuar exigen, cómo mínimo, multiplicar por 3 la reducción de emisiones en España para conseguir evitar las peores consecuencias de la crisis climática.

José Luis García Ortega, coordinador del área de clima, energía y movilidad de Greenpeace, ha señalado: “El Gobierno debe aprobar urgentemente un plan de abandono de los combustibles fósiles, con fechas para cada combustible, presupuesto y medidas. El plan debe incluir los compromisos que España ya ha adquirido de acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles y de introducir nuevos impuestos a la industria fósil, como el impuesto a los vuelos VIP y a los beneficios de las empresas fósiles. Ya es inevitable también acelerar las  medidas de adaptación locales y transversales, con foco social, con la naturaleza como mejor aliada y con participación comunitaria”.

Las consecuencias de la falta de ambición climática ya se sufren en todo el planeta, especialmente entre los colectivos más vulnerabilizados, con menos recursos para hacer frente a la crisis climática. Desde 2015, solo en España, 10 de los eventos meteorológicos extremos más destructivos, como la DANA de Valencia, han provocado al menos 5.000 muertes, más de 370.000 personas afectadas y daños superiores a 23.000 millones de euros.


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