Greenpeace evidencia el fatal impacto ambiental que tendría la aprobación de la macrogranja de Noviercas, Soria, en la zona
- La organización ha analizado las aguas colindantes a la macrogranja que la misma empresa promotora tiene en Navarra y ha confirmado el grave daño ambiental que la instalación crea en la zona
- La contaminación por nitratos es alarmante y sus vertidos de purines afectan ya a los acuíferos, lo que podría suponer incluso un riesgo para la salud humana
- Greenpeace insta al gobierno de Castilla y León a desestimar de inmediato el proyecto de la macrogranja en Noviercas, que tendría un tamaño e impacto casi cinco veces mayor
Madrid, 25 de febrero de 2021.- “Esto es lo que nos espera si se aprueba el proyecto de la macrogranja en el pueblo de Noviercas, en Soria”. Son palabras de advertencia de la ONG medioambiental Greenpeace, que ha documentado el enorme impacto ambiental provocado por la macrogranja de vacuno de leche del pueblo de Caparroso, en Navarra. Se trata de una instalación propiedad de la empresa Valle de Odieta, S.C.L, la misma que pretende instalar en Castilla y León una macrogranja casi cinco veces mayor (con más de 23.000 vacas), lo que supondría un daño medioambiental sin precedentes en el área, si el Gobierno de la comunidad no desestima el proyecto.
Greenpeace ha podido testificar el grave impacto de la actividad de esta empresa, que muestra recurrentes malas prácticas y acumula ya más de diez procedimientos sancionadores por infracciones medioambientales. «Valle de Odieta se llena la boca para decir que su proyecto para Noviercas es de interés general, pero en Caparroso sus malas prácticas están contaminado un bien esencial y común como es el agua. Lo único que tienen en mente es producir más, más rápido y al más bajo coste. No les importa para nada las consecuencias ambientales o para la salud pública que tiene su actividad», ha comentado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España.
Estamos a tiempo
Greenpeace presentaba la semana pasada nuevas alegaciones al proyecto de macrogranja que Valle de Odieta pretende poner en marcha en Noviercas. En este caso se trata de alegaciones a la solicitud de autorización de investigación de aguas subterráneas, ya que es un paso previo para después conceder la autorización para explotación del acuífero, a lo que la organización ecologista alegará también si llega el momento.
«Estamos ante un ecocidio. El desprecio por el medioambiente por parte de Valle de Odieta es indignante», ha afirmado Ferreirim. “Es incomprensible que, con los incumplimientos ambientales que la empresa acumula en Navarra, pretenda construir otra, casi cinco veces más grande, en Soria. Su currículum de delitos ambientales debería ser más que suficiente como para cerrarle todas las puertas».
En Navarra la empresa está utilizando los campos agrícolas como un vertedero para los residuos de la macro-explotación, provocando importantes escorrentías de purines que generan cascadas por los barrancos, llegando en algún caso directamente al río Aragón y afectando Zonas de Protección Especial (ZEC). Greenpeace ha analizado el agua en distintos puntos de la zona y ha encontrado niveles preocupantes de nitratos. Los excrementos de los animales son muy ricos en nitratos y cuando son producidos en ingentes cantidades, como pasa en la ganadería industrial, y son vertidos sin control en los terrenos pueden convertirse en un veneno para suelos y aguas e incluso afectar a muchos seres vivos, las personas incluídas.
El problema en España es ya tan grave que la Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción y ha enviado un dictamen motivado al Gobierno español. En este dictamen se puede constatar que, entre otros muchos aspectos, en Castilla y León los niveles de contaminación de las aguas «muestran una tendencia al alza».
La ONG medioambiental ha apuntado que España debe afrontar ya los problemas ambientales, de salud pública y sociales que está generando la ganadería industrial. El primer paso es que no se sigan autorizando nuevos proyectos ni la ampliación de los existentes, como es el caso de Noviercas y Caparroso respectivamente.
En paralelo debe empezar un proceso de reducción de la cabaña ganadera en intensivo para:
- Afrontar la emergencia climática
- Preservar el agua, cumplir la Directiva de Nitratos y la de Aguas
- Cumplir el umbral permitido de emisiones de amoniaco
- Reducir el riesgo de resistencia a antibióticos
- Garantizar el bienestar animal
- Consolidar la ganadería ecológica y extensiva
- Fomentar dietas más sanas y sostenibles, con menos alimentos de origen animal y más de origen vegetal
Por último Greenpeace ha pedido el fin de la ganadería industrial por ser una amenaza para el medio ambiente y para un mundo rural vivo y ha lanzado una petición de firmas para que la ciudadanía alce su voz contra las macrogranjas y en particular contra la de Noviercas, pues estamos a tiempo de pararla.