Greenpeace exige que no se autoricen más macrogranjas debido a la contaminación de los acuíferos

09-04-2019

  • El documento inicial del nuevo Plan Hidrológico del Ebro revela que casi dos terceras partes de las explotaciones ganaderas de la cuenca contaminan los acuíferos sobre los que están construidas, según ha publicado hoy Arainfo 
  • De acuerdo con el documento, estas explotaciones son las responsables del vertido de 128.949 toneladas de nitrógeno al año 
  • Greenpeace pide que todas las demás confederaciones hidrográficas analicen el impacto de la ganadería industrial sobre sus cuencas y hagan públicos los datos

Ante la alarmante contaminación de los acuíferos debido a la ganadería industrial, Greenpeace exige a las administraciones que no se concedan más autorizaciones a proyectos de macrogranjas o ampliaciones de los existentes. Según la información publicada hoy por el periódico AraInfo, casi dos terceras partes de las explotaciones ganaderas de la cuenca del Ebro contaminan los acuíferos sobre los que están construidas, tal y como aparece recogido en el documento inicial del nuevo Plan Hidrológico del Ebro (PHE) para el período 2021-2027. El informe revela el grave estado de contaminación por nitratos de los acuíferos de la cuenca del Ebro de la que es responsable la ganadería industrial y el constante y exponencial crecimiento del número de animales encerrados en fábricas de carne, leche y huevos, así como de excrementos.

“La ganadería industrial en España ha alcanzado un punto de total y absoluta insostenibilidad. La contaminación de los acuíferos es tal vez la cara más visible del daño que provoca al medio ambiente y a las poblaciones locales que se quedan sin agua potable. Pero no es el único perjuicio: cambio climático, deforestación, contaminación atmosférica, maltrato animal o un consumo desmesurado de carne y lácteos son otras de las consecuencias de este modelo de ganadería. Es urgente frenar y desmantelar esta apisonadora”, ha subrayado Luis Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace.

Según los datos recogidos en el documento de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el principal origen de la contaminación por nitratos procede directamente de los excrementos producidos por casi dos terceras partes de las explotaciones ganaderas que están construidas sobre los acuíferos de la cuenca del Ebro y que esta contaminación afecta al medio ambiente. Además, la contaminación de los acuíferos por nitratos está dejando a muchos pueblos sin agua potable. Por ejemplo, según la Agencia Catalana del Agua, en 2016 había ya 422 municipios que se encuentran en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos. Siguiendo esta tendencia podrían quedarse sin agua potable.

Greenpeace recuerda que en noviembre de 2018, el Gobierno español recibió una carta de la Comisión Europea alertando de la insuficiente protección de sus aguas contra la contaminación causada por nitratos procedentes de fuentes agrarias y, por tanto, por el incumplimiento de la Directiva de Nitratos. La Comisión dió dos meses para que España diera una respuesta al problema; en caso contrario, enviaría un dictamen motivado que podría resultar en una multa sufragada con dinero público. Lamentablemente, España aún no ha tomado medidas para frenar el problema y continúa concediendo autorizaciones a nuevas explotaciones y ampliación de existentes.

“La contaminación de los acuíferos por nitratos se ve agravada por un modelo de agricultura industrial que usa de forma masiva fertilizantes sintéticos para incrementar las producciones que, en gran parte, se destinan también para alimentar a estos animales”, ha concluido Ferreirim.

Un informe reciente de Greenpeace reveló que actualmente en España el 93,7% de la producción de carne de cerdo, el 94,2% de la carne de aves de corral y el 80,6% de la leche y otros productos lácteos se concentra en granjas grandes y muy grandes (con una producción económica anual de entre 100.000 y 499.999 € y de 500.000 € o más respectivamente).


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