Las aerolíneas europeas demandan 12.800 millones de euros (y subiendo) en rescates

22-04-2020

  • Greenpeace exige prohibir el reparto de beneficios en las aerolíneas rescatadas y restringir los vuelos cortos para reducir las emisiones
  • Greenpeace, Transport & Environment y Carbon Market Watch lanzan el panel de seguimiento de los rescates a la aviación europea, Iberia y Vueling entre ellas
  • Cientos de organizaciones sociales llaman el próximo viernes 24 de abril a las 22h a manifestarse desde los balcones para pedir políticas públicas que rescaten a las personas

La industria aérea europea está exigiendo ayudas a los gobiernos por un importe que ya alcanza los 12.800 millones de euros. Ninguno de estos planes de rescate ni sus negociaciones incluyen compromisos ambientales para reducir las emisiones del sector, tal y como recoge el monitor de rescates publicado hoy por Greenpeace, Transport & Environment y Carbon Market Watch.


Este panel recoge un listado de las aerolíneas que han solicitado fondos públicos y el estado de las negociaciones de rescate. El sector de la aviación ha sido uno de los que más rápidamente ha incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a cualquier escala (global, regional y local) en las dos últimas décadas [1]: solo en Europa sus emisiones han aumentado un 26% en los últimos 5 años [2]. 

Dentro del listado publicado hoy, destaca la ausencia de cifras en las aerolíneas españolas como Iberia o Vueling, actualmente en ERTE pero con un complicado rescate al formar parte del holding IAG, junto a British Airways. El futuro de las aerolíneas del grupo es incierto, puesto que a las barreras para la intervención del Gobierno de España se suman los problemas previos derivados del Brexit y el inicio de la adquisición de Air Europa. 

Greenpeace reclama que cualquier medida de rescate debe incluir el estricto cumplimiento de limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados, tal y como recoge el Acuerdo de París. Para lograr este compromiso, Greenpeace exige acabar con los vuelos cortos siempre que exista una alternativa ferroviaria por debajo de 6 horas o, en su caso, un tren nocturno.

Mientras se dispara la cantidad de dinero público destinado a salvar las aerolíneas, gran parte del mismo se entrega sin condiciones a cambio. Greenpeace también demanda que cualquier rescate público a las aerolíneas se destine a proteger los salarios y las condiciones de trabajo de sus empleados, al mismo tiempo que se prohíba cualquier beneficio particular como los repartos de dividendos o bonos de beneficios. Cualquier aportación pública debe sentar las bases para una transición ecológica justa con planes de inversión masiva en soluciones de transporte sostenibles, como una red transeuropea de ferrocarril o un transporte público accesible para todos. 

“Necesitamos un paquete de rescate destinado a una economía verde que nos aleje de los combustibles fósiles, que disparan las emisiones de CO2 y las temperaturas globales. Una economía que mejore la resiliencia de las comunidades creando puestos de trabajo de calidad frente a futuras crisis”, ha señalado Adrián Fernández, responsable de la campaña de Movilidad de Greenpeace. “Esta es una oportunidad crucial para corregir los impactos económicos tanto de la crisis del COVID como de la emergencia climática que sufrimos”.

Mientras muchos de sus ejecutivos y accionistas recogían beneficios durante años, el sector de la aviación ha dependido de dinero público por múltiples vías: desde costes de ampliación de aeropuertos, subvenciones a empresas low-cost para mantener rutas deficitarias o beneficios fiscales gracias a la ausencia de IVA o Impuesto de hidrocarburos, exenciones que no disfrutan otros medios de transporte como el tren. Las 20 aerolíneas más grandes de la UE/UK han obtenido en su conjunto al menos 33.000 millones de euros de beneficio neto en los últimos 5 años gracias a estas ayudas públicas y exenciones de impuestos sobre los vuelos. 

“Es hora de que los gobiernos dejen de dilapidar dinero público en uno de los mayores emisores de CO2 sin esperar nada a cambio. Las aerolíneas se benefician de múltiples ventajas fiscales y derechos de emisiones bajo el mercado de carbono europeo. Esto les ha permitido obtener grandes beneficios y ahora nos piden a los contribuyentes que evitemos sus pérdidas. Cuando acabe la pandemia, la contaminación provocada por la aviación se recuperará rápidamente y la industria de este sector debería empezar a pagar por el daño que genera al clima”, ha afirmado Gilles Dufrasne, responsable de Carbon Market Watch. 

Para avanzar en esta dirección, cientos de organizaciones sociales, bajo el paraguas de Fridays For Future, 2020 Rebelión por el Clima y Alianza por el Clima -plataforma de la que forma parte Greenpeace-, han convocado a la ciudadanía a una acción global por el clima este próximo viernes 24 de abril, a las 22h, para reivindicar una salida de la crisis sanitaria que ponga en el centro el medioambiente y a las personas y tenga en cuenta criterios de justicia social y climática.  

 


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