Las SLAPP (Strategic Lawsuits Against Public Participation) o «demandas mordaza» son un arma jurídica que permite a empresas y corporaciones silenciar y desgastar a activistas, periodistas y organizaciones que denuncian injusticias ambientales, políticas y sociales. Suelen ser una respuesta a actos de participación ciudadana relacionados con asuntos de interés público.
El caso de Energy Transfer contra Greenpeace USA y Greenpeace Internacional
Actualmente, Greenpeace USA y Greenpeace Internacional se enfrentan a una demanda de 300 millones de dólares presentada por la petrolera Energy Transfer. Se trata del caso más flagrante de acoso jurídico que está sufriendo Greenpeace en sus 50 años de historia.
En esa demanda, Energy Transfer (ET) acusa a Greenpeace de organizar la resistencia de Standing Rock en 2016-2017 contra el oleoducto Dakota Access, una afirmación falsa que pretende silenciar las críticas de Greenpeace a este proyecto. Greenpeace apoyó las protestas de la comunidad indígena, que lograron frenar la obra temporalmente. Sin embargo, tras la llegada de Donald Trump al poder, el proyecto continuó y ET tomó represalias. Aunque la justicia desestimó la demanda, ET presentó una nueva demanda.
Ahora, Greenpeace Internacional se defiende y ha presentado una demanda contra ET con el apoyo de la nueva legislación anti-SLAPP en la UE, que proporciona protección legal frente a estas “demandas mordaza”.
Se trata de una poderosa herramienta de intimidación contra la defensa del medioambiente y de los derechos sociales.
Lo que está en juego
Hoy, el juicio está a punto de celebrarse, y la demanda presentada por Energy Transfer podría llevar a Greenpeace USA a la quiebra.
Si las grandes petroleras consiguen acallar a Greenpeace a través de litigios intimidatorios, no sólo ponen en peligro nuestra organización, sino también la posibilidad de exigir responsabilidades a quienes contaminan.
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©Greenpeace Handout/Pablo Blázquez
Estas demandas mordaza millonarias contra activistas y ONG tienen un objetivo: silenciar la protesta y evitar futuras denuncias. Pretenden generar miedo y autocensura. Si permitimos que las SLAPP se extiendan, denunciar este tipo de proyectos dañinos a través del activismo, la investigación o el periodismo se volverá cada vez más peligroso. Se trata de una poderosa herramienta de intimidación contra la defensa del medioambiente y de los derechos sociales.
El caso de ET no es el único. Otras corporaciones han intentado silenciar a Greenpeace con litigios abusivos: ENI contra Greenpeace Italia, que aún está en curso. Shell contra Greenpeace Reino Unido; TotalEnergies contra Greenpeace Francia, que ha sido desestimado por el juez, que le dio la razón a Greenpeace Francia. Estas grandes victorias demuestran que podemos enfrentarnos a ellas y ganar.
1049
demandas SLAPP
en Europa entre 2010-2023.
161
demandas SLAPP
presentadas en 2022.
166
demandas SLAPP
presentadas en 2023.
¿Y qué pasa en España? Las SLAPP y la Ley Mordaza
En España, estas demandas se apoyan en las Leyes Mordaza, que restringen el derecho a la protesta pacífica.
Un ejemplo es el caso de Greenpeace España contra la macrogranja de Noviercas (Soria). En 2021 y 2022, la empresa Valle de Odieta nos demandó para frenar nuestra campaña. Hoy, la construcción de la macrogranja está paralizada, pero seguimos enfrentando querellas criminales.
En un momento crucial de amenazas a la democracia, la ciencia y el activismo, con el negacionismo campando a sus anchas y Donald Trump empeñado en revertir los pasos dados hasta ahora en la defensa del planeta, Greenpeace USA tiene un papel clave. Las empresas de combustibles fósiles que financian al nuevo presidente lo saben. Petroleras como ET están usando tácticas legales para silenciar a cualquiera que luche por un futuro justo, verde y en paz.
Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España.
¡Alerta SLAPP! O cómo identificar una “demanda mordaza”
Estás ante una slapp flag cuando:
#1 La demanda proviene de una empresa o figura con grandes recursos económicos contra una persona activista, periodista u ONG.
#2 Se presentan acusaciones desproporcionadas o sin fundamentos claros.
#3 Se exige una compensación económica excesiva con el objetivo de agotar financieramente a la parte demandada.
#4 No se busca realmente ganar el caso, sino desgastar y generar miedo.
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Las SLAPP no nos callarán
Las grandes petroleras pueden tener ejércitos de abogados, pero nosotros tenemos algo más poderoso: el apoyo de millones de personas que creen en la justicia climática.
Queremos demostrar a las grandes corporaciones que Greenpeace no cede ante la intimidación. Como organización internacional, llevamos 50 años sin callarnos y luchando contra aquellos que ponen en peligro nuestro planeta. Ahora, más que nunca, necesitamos alzar nuestra voz. Y para eso, tu apoyo es crucial. Únete a la lucha. Protejamos el planeta juntas. Colabora con Greenpeace. Con cada persona que se une a nuestra causa, nuestra voz llega más lejos.
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Ellos tienen miles de abogados, pero nosotros tenemos algo más valioso: el poder de nuestra unión. Únete a nosotros para proteger nuestro planeta. Greenpeace no recibe dinero de gobiernos ni empresas. Dependemos de personas comprometidas como tú para seguir luchando contra los abusos medioambientales.
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No queremos un mundo donde las grandes petroleras puedan silenciar la acción climática. Exige justicia y apoya a quienes defienden el planeta.
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