Cierta mejora en la gestión del agua
La prioridad sigue siendo el abastecimiento y la regulación de caudales, en lugar del consumo responsable y la depuración sostenible
Es vital cambiar la visión errónea de que el agua es un recurso limitado y las políticas públicas deben ir dirigidas al ahorro, la prevención de la contaminación y la mejora de los sistemas de depuración de los cauces de los ríos y costas. España ha sido recientemente condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a pagar 12 millones de euros por incumplir en nueve localidades la normativa europea sobre tratamiento de aguas residuales urbana, más 11 millones más por cada seis meses de retraso en el cumplimiento. Bruselas tiene en el punto de mira otros 1.000 puntos negros. El Gobierno está preparando un plan para mejorar en la gestión del agua, Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización no solo en materia de vertidos, sino toda la gestión de agua de consumo.
Consideramos positivo el aumento presupuestario en el programa destinado a mejorar la depuración y la calidad de las masas de agua.
En este sentido los programas dedicados a la Gestión e Infraestructura del Agua y a la Calidad (supervisados por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente) muestran que, al igual que en 2018, la mayor partida es para el programa de Gestión e Infraestructura destinado a garantizar el abastecimiento y la regulación de los caudales (1.129,40 millones de euros) si bien este año se ha visto reducida en un 6.58% con respecto al año anterior. Por el contrario, se considera positivo que el programa destinado a mejorar la depuración y la calidad de las masas de agua con 217,36 millones de euros haya experimentado un aumento del 19.35% con respecto a 2018. Es necesario retomar la inversión en las infraestructuras de calidad de aguas pendientes, sin olvidar la necesidad de invertir también en el mantenimiento y conservación de las ya existentes.