En 2024, se destinaron 23.330 millones de euros en nuestro país a subvenciones tóxicas que dañan nuestro planeta. Esto nos hace aún más dependientes del peligroso y lucrativo modelo de las grandes empresas de combustibles fósiles y pesticidas.
Mientras tanto, la factura climática aumenta, lo que hace aún más urgente una transición ecológica justa y para todas las personas. Por eso, es fundamental que esos recursos se destinen al bienestar de la mayoría y a la protección del medio ambiente. Y lo necesitamos ya.
Las subvenciones públicas son fundamentales para conseguir avanzar en una transición ecológica justa, hoy más necesaria que nunca. Por eso, Greenpeace ha querido saber cómo son las subvenciones que hay en nuestra economía y ha encargado un estudio, pionero en nuestro país, que las analiza desde el punto de vista ambiental y social.
