Las ayudas permanentes a las centrales de energía sucia para que estén disponibles son otorgadas independientemente de si generan o no electricidad. Esto se traduce en que, en la práctica, hay centrales que están totalmente paradas y vierten cero kilovatios a la red.Según datos de Red Eléctrica Española (REE), las centrales de ciclos combinados funcionaron el año pasado el 16,7% de su capacidad total, y las centrales de carbón lo hicieron el 56,9% de las horas posibles. La España de las infraestructuras fantasma también tiene autopistas energéticas por las que no pasa nadie.
Las estimaciones de demanda de ciencia ficción y los permisos descontrolados fueron el cóctel perfecto que generó el sobrecoste, la deuda y la sobrecapacidad. La llegada de las renovables no vino acompañada de una sustitución de las energías sucias, que se sumaban a éstas. Con lo cual, en España existe un 30% más de capacidad de generación eléctrica de la necesaria para garantizar la cobertura de los picos de demanda. La potencia instalada es de más 104.000 megavatios (MW), y solo en determinados días de invierno o verano la demanda supera los 40.000 MW.