20-10-2020

Los fallos del sistema de reciclaje

Tras todo lo visto anteriormente, y teniendo en cuenta que Ecoembes no recicla ni el 25% de los envases plásticos del contenedor amarillo, la pregunta es ¿dónde van a parar todos los demás millones de envases? Pues a vertederos ilegales, incineradoras, a otros países… En definitiva, a contaminar el medio natural. Son los fallos del sistema que silencia Ecoembes...

Vertederos ilegales

El 44% de los plásticos españoles acaban en vertederos repartidos por la geografía española. Es decir, enterrado, a las bravas, bajo capas de tierra, generando inmensas montañas desapercibidas para cualquiera. Te resaltamos dos casos: el de Utiel y el de Riaza.

El caso de Utiel

Ecoembes es conocedora de esta situación y, hasta la fecha, ni ha apartado a Saica de sus filas ni consta ningún tipo de sanción. Es decir, Ecoembes, haciendo la vista gorda, se convierte en cómplice de una ilegalidad y un atentado medioambiental como el de Utiel.

De las ocho  empresas que llevaron sus residuos a Utiel Recicla S.L, seis de ellas son homologadas y adjudicadas por Ecoembes S.A. para comprar el material del cubo amarillo: (Cespa, Plascan –adjudicada de las Islas Canarias–, ClearPet, R Felma, Tr 2 y Saica). A día de hoy, siguen conservando la homologación y la adjudicación.

Mercantil Kg entrada Kg retirados
CESPA 4.912.000 4.998.270
PLASCAN 1.131.000 1.175.860
CLEAR PET 2.738.000 2.785.900
R GUEROLA 687.000 2.785.900
R FELMA 7.129.000 5.943.400
M CANO 293.120 309.340
TR2 1.601.000 3.129.640
SAICA 11.684.000 101.660
TOTAL 30.175.120 19.174.090

 

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En Greenpeace realizamos una solicitud de información a la Generalitat Valenciana para conocer los detalles de este caso. A través del informe recibido, pudimos saber que el destino final de la mayor parte del material almacenado fue el vertedero, a pesar de que el material era, en sus inicios, supuestamente reciclable.

Felma, TR2 y PLASCAN trasladaron sus residuos a plantas recicladoras, y CESPA, ClearPet y Saica a los vertederos de Piedra Negra en Xixona, el de Novelda y al vertedero de Caudete de las Fuentes. También Greenpeace pudo comprobar en terreno que algunos residuos fueron trasladados al vertedero de Tradebe de Bolaños (IGNEA Medioambiente S.L.), en Ciudad Real.

El vertedero de Caudete de la Fuentes fue el lugar elegido por Saica Natur para trasladar su material almacenado en Utiel ilegalmente. Greenpeace pudo comprobar en persona como estos residuos quedaron enterrados bajo una mega pirámide de tierra bajo la que se descomponen, toneladas de plástico. Así zanja Ecoembes el problema. 

Foto Greenpeace. Vertedero de Caudete de las Fuentes (Valencia)

Además, este vertedero de Caudete de las Fuentes sufrió un incendio en mayo de 2019 en el que se calcinaron 4.000 m² de basura plástica.

El caso de Riaza

También pudimos comprobar en terreno una irregularidad de otra empresa homologada y adjudicada de Ecoembes: Plásticos Riaza.

Esta empresa acumuló, en una finca de su propiedad, gran cantidad de balas de plástico sin gestionar. El Observatorio de Sostenibilidad sembró incluso la alarma en su cuenta de Twitter.

caso vertedero reaza

Fuente: tuit del Observatorio de Sostenibilidad en Twitter

La ubicación de este almacén coincide con la dirección de la antigua empresa Algarplas SL, cuyo apoderado es Maria Elena García Gómez, hija del fundador de Plásticos Riaza SL y apoderada también de esta empresa.

El actual propietario y gerente de Plásticos Riaza es Juan Antonio Halcón, que es además vicepresidente y secretario de ANARPLA (Asociación Nacional de Recicladores de Plásticos). Anarpla ha organizado, junto a Ecoembes, numerosas jornadas sobre reciclaje de plásticos. 

Hay que tener en cuenta que las empresas adjudicadas que compran el material del cubo amarillo tienen la obligación de reciclarlo antes de seis meses. Una de las razones por las que se puede retirar la homologación por parte de Ecoembes es tener sin gestionar el material por un tiempo superior. Plásticos Riaza está completamente lleno de balas sin gestionar.

 

Incendios en las plantas de reciclaje

En España arden plantas de reciclaje de manera frecuente. Desde febrero de 2012, hasta septiembre de 2019, se contabilizaron 267 incendios y las cifras de incendios en plantas de reciclaje siguen ascendiendo. Esto pone de manifiesto otra de las fisuras en la gestión de residuos en España. Los gestores del reciclaje, que deberían cerrar el ciclo de la economía circular, se están convirtiendo en una fuente de emisiones contaminantes y, lo más importante, cobran por un residuo cuyo destino final no ha sido el reciclaje sino las llamas.

Desde 2013, la página de ‘BlogSOStenible’ comenzó a registrar estos incendios en todo tipo de plantas de reciclaje (plásticos, papel, neumáticos…) a partir de titulares en prensa. Greenpeace ha analizado cada uno de estos impactos de prensa rastreando el nombre de la planta, la empresa a la que pertenece, el número de incendios reincidentes y si las plantas siniestradas eran o no homologadas por el sistema integral de gestión. 

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Plantas siniestradas homologadas por el SIG

A pesar de que Ecoembes solo hace públicas las homologaciones de las empresas de reciclaje de los últimos 6 meses y el Ministerio tampoco dispone de ningún listado histórico de todas las empresas recicladoras homologadas en España, hemos podido saber, por fuentes conocedoras del sector, que unas 35 plantas de las 267 siniestradas aparecen en los últimos listados de recuperadores y recicladores homologados por el sistema integrado de gestión de residuos de envases ligeros (Ecoembes). 

El material ardido puede, por tanto, tratarse de material comprado a Ecoembes y que se contabilizó como reciclado en sus estadísticas. De estas 36 plantas, 26 han sufrido más de un incendio. Algunas, incluso, han registrado hasta 5 siniestros.

Incendios en plantas de reciclaje homologados por el SIG
2012
Descargar gráfico y/o datos

El sector de gestión de residuos en nuestro país es una compleja red que abarca multitud de procesos tales como la recogida, almacenamiento, selección y valorización. Estas empresas cobran por llevarse los residuos procedentes de diferentes orígenes (industria, administraciones, supermercados, posconsumo,…) y también cobran por venderlos. Tienden a almacenar grandes cantidades de material para mejorar la rentabilidad de su negocio. Esta acumulación de residuos durante mucho tiempo provoca un incremento de los riesgos.

Pero la sombra de la intencionalidad planea en muchos de estos siniestros. El Seprona cree que al menos el 15% de los incendios son intencionados, sobre todo aquellos que ocurren de manera reincidente en las mismas plantas. Son fuegos que no afectan a la estructura del edificio, sólo al material. De esta manera, es mucho más rentable que el material desaparezca entre las llamas que gestionarlo debidamente. En nuestro cómputo, 70 plantas han sufrido desde 2012 más de un incendio (algunas, incluso hasta 7 siniestros). 

En cuanto a la procedencia de las plantas incendiadas, el ránking lo encabeza Valencia con 34 siniestros, seguido de Madrid (24), Castellón (22), Alicante (12) y Zaragoza (12). Las plantas que más incendios han sufrido de manera reincidente (entre 7 y 5 siniestros) están ubicadas en Valencia y Almería.

Ranking de pronvincias con mayor número de incendios en plantas de reciclaje

2012/2019

Descargar gráfico y/o datos

 

Endurecimiento de las aseguradoras

El elevado número de siniestros en las plantas de reciclaje ha provocado que las entidades aseguradoras se vean forzadas a endurecer sus condiciones, cancelar contratos y coberturas o aumentar los costes actuales de las primas. Las franquicias se han elevado entre 150.000 y 300.000 euros, según el Colegio de Mediadores de Seguros de Valencia, provincia donde más incendios se han producido.

Los incendios y el aumento de las pólizas que hacen peligrar la actividad de muchos gestores de residuos, son indicadores de las ineficiencias en la gestión de residuos y su reciclaje. Para poder mejorarlas debemos aumentar la trazabilidad y la transparencia en los distintos flujos de residuos.

Exportación

La investigación realizada por Greenpeace, nos ha llevado a detectar residuos de envases plásticos españoles en vertederos del sudeste asiático. Ecoembes es el responsable de la gestión de este tipo de residuos en España y debería velar para que esto no suceda.

Que en España exportamos basura plástica es una realidad. Según datos de Comtrade (Servicio de Estadística de la ONU) ocupamos el puesto 13 en la exportación de residuos plásticos en 2018, con 157.468 toneladas. En 2017, ocupamos el puesto nueve, con 302.260 toneladas. 

Destino de las exportaciones españolas de residuos plásticos

2017

Fuente: datos de Agencia Tributaria Descargar gráfico y/o datos

 

Destino de las exportaciones españolas de residuos plásticos

2018

Fuente: Agencia Tributaria Descargar gráfico y/o datos

La normativa que regula la exportación de residuos es compleja a nivel de la UE y en la legislación española. El punto de partida es el Convenio de Basilea de 1989, que regula el “control de los movimientos transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su eliminación”.

Para realizar una exportación de residuos, el exportador  debe catalogar el residuo, indicar si su destino es la eliminación o la valorización (reciclaje) y el país de destino. Cada país importador establece restricciones, es decir, si la exportación requiere previamente de una  información o de autorización o, incluso, si la exportación está prohibida. 

Sin embargo, el único control posible en la práctica es controlando físicamente los contenedores en el puerto y que, debido al elevado volumen, casi nunca sucede. El fraude más común es asignar un código diferente a los residuos, para que implique menores restricciones a su exportación. 

Greenpeace solicitó a la Subdirección General de Residuos todas las autorizaciones por traslados de residuos en los últimos dos años. Sólo se realizaron 5 autorizaciones, un número muy bajo teniendo en cuenta la gran cantidad de transacciones realizadas en esos años (2018 y 2019), en concreto más de 4.600 exportaciones. Según datos de Aduanas extraídos de la Agencia Tributaria, la media de transacciones en 2018 fue de 259 transacciones mensualmente y, en 2019 (datos hasta noviembre), de 137 al mes. 

De esta manera, es tremendamente sencillo realizar exportaciones ilegales sin ser detectado y enviamos residuos plásticos que están tan contaminados y de tan ínfima calidad que su reciclaje se hace imposible. Desde que a comienzos de 2018, China cerró sus fronteras a las importaciones de plástico, la basura plástica se ha desviado a los países del sudeste asiático. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España manifestaba en una nota pública sus sospechas sobre el traslado ilícito de residuos a estos países.

El caso de Malasia

En Malasia, Greenpeace ha encontrado, dos años seguidos, envases plásticos españoles en vertederos ilegales, como el de Jenjarom. Teniendo en cuenta que Ecoembes tiene el monopolio, parece evidente que quienes los envían allí son empresas adjudicadas por la entidad.

envases malasia

El ministerio de Energía, Ciencia, Tecnología, Cambio Climático y Medioambiente malasio ha devuelto a España, en los dos últimos años, más de una veintena de contenedores de residuos plásticos que intentaban entrar al país ilegalmente.

Como hay un escaso o nulo control y una maraña legislativa, es relativamente fácil encontrar todo tipo de trampas o falsedades documentales, como por ejemplo tener varias empresas con la misma dirección física o fiscal. 

Greenpeace ha podido comprobar como empresas homologadas y adjudicadas de Ecoembes, como Iber Resinas S.L., envía  plásticos de España a Malasia a través de una empresa canadiense (99 P Recycling (Ca) Ltd.), pero que, casualmente, tiene la misma dirección física que la empresa española.

gestion residuos malasia

Fuente: Panjiva/Greenpeace.

Esta empresa canadiense realiza envíos a Jia Hua Plastics, una empresa de Malasia pertenece a Megatrax, que tiene el monopolio del sistema integrado de gestión de ese país. En Malasia, los residuos principalmente se incineran o bien acaban en vertederos ilegales, afectando a las comunidades más cercanas. 

Nuestra investigación en terreno nos llevó hasta empresas o fábricas, como por ejemplo una situada en Johor, llamado Wah Cens Plastic Industries, y comprobamos cómo todos los plásticos se incineraban en una planta de incineración denunciada por la comunidad local en Johor por su supuesta construcción ilegal.

Otros flujos de exportaciones

El sudeste asiático no es el único destino de nuestra basura plástica. A través de una investigación de análisis de datos de las operaciones aduaneras, Greenpeace ha detectado un incremento en la exportación de residuos plásticos en 2018 y 2019 en Ghana. Las exportaciones de residuos plásticos al país africano no se producían desde 2013.

Fuente: Agencia Tributaria Descargar gráfico y/o datos

No se trata de unas operaciones anecdóticas. Según los últimos datos de Naciones Unidas sobre comercio internacional, España fue el segundo exportador de residuos plásticos a Ghana en 2018, sólo detrás de Burkina Faso. Exportamos un total de 1.478,2 Tn en 2018 y 1523,94 Tn en 2019 (hasta noviembre), con más de 30 operaciones de exportación cada año.

También hemos observado un nuevo flujo de exportaciones españolas de residuos plásticos (con código TARIC 3915) desviándose en 2019 hacia Hong Kong, y abriéndose una nueva ruta para la basura plástica.

Destino de las exportaciones españolas de residuos plásticos

2019 - datos hasta noviembre

Fuente: Agencia Tributaria Descargar gráfico y/o datos

Greenpeace denuncia cómo el sistema de reciclaje ha tocado techo de tal manera que, cuando un país cierra sus fronteras a la importación de plástico, en vez de buscar soluciones en nuestro propio sistema basándonos en reducir y reutilizar, lo que se hace es buscar otro país para exportar nuestra basura plástica. 

Incineradoras

Ecoembes habla de economía circular para referirse al plástico que se quema. Se supone que así genera energía, pero la incineración es el peor sistema de gestión de residuos, ya que emite sustancias muy tóxicas (como las dioxinas/furanos que causan cáncer) o metales pesados como el mercurio, cadmio y plomo, así como los principales gases de efecto invernadero.

Un ejemplo de lugares donde Ecoembes anima a la incineración de envases, es Melilla. Para la ciudad, los informes de Ecoembes recomiendan «dar más valor al residuo», a través de la incineración frente al coste que supondría la separación de los residuos. Esto supone que el “reciclaje” que propone Ecoembes es quemar los residuos para ahorrarse un dinero.

Y no solo eso, Ecoembes también paga a los entes locales (ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones…) por la quema de sus envases en incineradoras. A pesar de ser datos de complicado acceso, Ecoembes financió, por ejemplo, a la sociedad pública Garbiker A.B., que depende de la Diputación Foral de Bizkaia, con 205.260 euros, en concepto de valorización energética de los envases y por hacer posible esa entrada de envases a la incineradora de Zabalgarbi. 

En el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ha recibido, en 2019, 1.117.978€ por parte de Ecoembes, en concepto de valorización energética (incineración) de envases. 

En Baleares también es significativo lo que sucede con los envases “reciclables”. A la planta de selección de envases del Parque Tecnologías Ambientales de Mallorca, entraron en 2017 según la memoria del Ministerio, 21.486,81 toneladas. De ellas casi 8.000 toneladas fueron a parar directamente a la incineradora. Esto supone que prácticamente el 40% de los envases que entraron en la planta de selección terminaron quemados.

 

Medio natural

La acumulación de plástico en nuestro medioambiente es evidente. Solo en mares y océanos, se calcula que cada año se concentran hasta 12 millones de toneladas de basura y entre un 21% y 54% de las partículas de microplásticos en el mundo están en la cuenca del Mediterráneo.

El mayor inconveniente para poder abordar este problema, es que no existen datos suficientemente auditados por las administraciones, fiables. En las estadísticas oficiales no existe ningún dato de la cantidad de envases domésticos que terminan directamente en el medio ambiente.

Greenpeace ha podido documentar alguno lugares donde se acumulan toneladas de envases (Mallorca, Guardamar del Segura, río Guadarrama….). Estos suponen unos pequeños ejemplos de la magnitud del problema y pero que evidencian las carestías del sistema de gestión de envases y como en una cantidad inabordable llegan a la naturaleza.

La contaminación generada por los envases de Ecoembes es cada vez más visible y más complicada de esconder. Por ello, el SIG se ha lanzado en una cruzada, con publicidad y campañas masivas, que tratan de responsabilizar a la ciudadanía, es decir a ti de esta situación. Inventando términos como “basuraleza” que intentan exonerar a los principales responsables de que estos envases estén en la naturaleza, que son las empresas que fabrican, envasan y venden estos envases.