20-10-2020

El TETRABRIK, ese gran desconocido

El tetrabrik es el caso más paradigmático de un envase multimaterial cuya complejidad impide su correcto reciclado. Además, su uso está muy extendido e implantado en España. 

Por muchas campañas promocionales de Ecoembes insistiendo en la necesidad de arrojar este tipo de envase al cubo amarillo, la realidad es que no se puede reciclar íntegramente. Es un envase de la empresa Tetrapak con un diseño bastante complejo, ¡del que solo se puede reciclar el papel! Un 25% de cada envase es una mezcla de plástico polietileno y aluminio cuyo reciclado es inviable económicamente.

Fuente: Tetrapak Descargar gráfico y/o datos

En 2011, la empresa Stora Enso logró separar, por primera vez, los materiales de un tetrabrik para reciclarlo por completo, el llamado proceso “Clean”. Invirtieron 10 millones de euros para instalar esta tecnología en una planta en Castellbisbal (Barcelona). Sin embargo, el resultado de la inversión no fue el esperado y en 2015 se vendió la fábrica. 

En la actualidad, un importante porcentaje del reciclado de Tetrabrik en España lo lleva a cabo SAICA (Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa) desde su planta de El Burgo de Ebro. SAICA es la empresa a la que Ecoembes le ha asignado, entre abril 2017 y marzo 2021, los briks recuperados del cubo amarillo en todo el Estado, salvo las Islas Canarias.

SAICA extrae el papel de estos envases pero envía a vertedero el 25% restante, un residuo mezcla de polietileno y aluminio. Este mezcla de plástico y aluminio, se exportaba a China, como reconoce Tetrapak, hasta que este país prohibió la entrada de residuos plásticos en 2018.

tetrabrik basura china

Por ello, ese año Tetra Pak anuncia un nuevo acuerdo con Veolia con el objetivo de reciclar todos los componentes del tetrabrik, y obtener lo que se llama PolyAl (masa residual de plástico y aluminio). Este nuevo material se utiliza para proyecto solidarios en comunidades desfavorecidas como la construcción de tejados en Tailandia. No obstante, este material es de baja calidad y tiene menos resistencia a la rotura.

Sin embargo, no hay nada menos efectivo en la aclamada economía circular, que el downcycling  (‘infra-reciclaje’), o creación de un nuevo material con menos funcionalidades y peor calidad que los materiales originales. En ningún caso debería ser considerado economía circular.