11-05-2021

El gas fósil no es una alternativa

Habitualmente se dice que el “gas natural no es tan contaminante como los combustibles fósiles», pero ser menos sucio que el carbón y el petróleo no es lo mismo que ser un combustible seguro y sostenible. La producción, el transporte y el uso de este gas fósil son responsables de las emisiones de contaminantes dañinos que hacen que el combustible sea más sucio que las alternativas renovables.

Refinería de gas en Schwechat, Austria. En la imagen de la derecha, tomada con una cámara infrarrojos, se observan los escapes de metano a la atmósfera. © Mitja Kobal/Greenpeace

Clima

El dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, se produce cuando se quema cualquier combustible fósil (1). En comparación con el carbón y el petróleo, el gas fósil emite menos dióxido de carbono en relación con la energía que produce, aun así en Europa ya es la segunda fuente de estas emisiones. Además, el principal componente del gas fósil es el metano y en cada etapa de la extracción, transporte y uso se producen filtraciones al aire. Las fugas, la ventilación y la quema en el sector de los combustibles fósiles son una de las principales causas de las emisiones de metano. El metano es un gas de efecto invernadero que provoca un calentamiento mucho mayor que el dióxido de carbono en escalas de tiempo breves (2). Aunque la quema de gas fósil produce menos dióxido de carbono que la quema de petróleo o carbón, los estudios sugieren que el metano que se filtra anula parte de la ventaja del carbono que tiene el gas fósil sobre otros combustibles fósiles (3).

Contaminación del aire

Además de las emisiones causantes del cambio climático, la producción y uso (4) de combustibles fósiles como el gas está asociada a la contaminación del aire. Cuando se quema cualquier combustible, se produce dióxido de nitrógeno, un contaminante del aire nocivo. La infraestructura de ventilación, quema y fugas de gas permite que los diversos elementos químicos, llamados compuestos orgánicos volátiles (COV), escapen a la atmósfera. Estos productos químicos incluyen metano y también contaminantes peligrosos del aire (HAP) como el benceno.

El gas fósil también está asociado con la contaminación del aire por partículas. Cuando se quema gas fósil, se produce directamente muy poca materia particulada; sin embargo, las reacciones químicas entre contaminantes pueden producir contaminación por partículas en la atmósfera después de su emisión (5). Los contaminantes directamente asociados con el gas fósil pueden reaccionar en la atmósfera creando ozono a nivel del suelo y provocando “smog fotoquímico”, como en las boinas de contaminación de las ciudades (6).

Las partículas, el dióxido de nitrógeno y el ozono a nivel del suelo son los contaminantes más problemáticos de Europa en términos de daños a la salud humana. En Europa, durante 2018, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) atribuyó 380.000, 54.000 y 19.000 muertes prematuras a estos contaminantes respectivamente (7). Anualmente, la contaminación por ozono contribuye a aproximadamente 1 millón de muertes respiratorias prematuras en todo el mundo (8).

El metano, el principal componente del gas fósil, fue objeto de una evaluación global de la ONU y la Coalición por el Clima y el Aire Limpio en 2021. La evaluación encontró que las medidas para reducir las emisiones de metano causadas por el ser humano podrían prevenir decenas de miles de muertes prematuras, cientos de miles de visitas a urgencias relacionadas con el asma y millones de toneladas de pérdidas de cultivos al reducir las concentraciones de ozono a nivel del suelo (9). Solo en referencia a la emisiones de metano, un cambio de energía fósil a energía renovable, junto a reducciones de emisiones de otras industrias que liberan este gas, puede evitar 0,3°C de calentamiento global para 2045 (10).

El gas fósil no representa una fuente de energía alternativa limpia. Nuestra salud, economía, clima y ecosistemas naturales se beneficiarán de las acciones para reducir las emisiones de metano, lo que implica acabar con el uso de gas fósil.

Texto escrito por el Dr. Aidan Farrow, de los laboratorios de investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter

(1) US Energy Information Administration. https://www.eia.gov/tools/faqs/faq.php?id=73&t=11
(2) US Environmental Protection Agency
(3) Alvarez, Ramón A., and Elizabeth Paranhos. «Air pollution issues associated with Natural Gas and Oil Operations.» Air Pollution Issues Associated. EM Feature June (2012).
(4) Saunois, Marielle, et al. «The global methane budget 2000–2017.» Earth System Science Data 12.3 (2020): 1561-1623.
(5) Us Environmental Protection Agency. https://www.epa.gov/pmcourse/what-particle-pollution
(6) Alvarez, Ramón A., and Elizabeth Paranhos. «Air pollution issues associated with Natural Gas and Oil Operations.» Air Pollution Issues Associated. EM Feature June (2012).
(7) European Environment Agency 2020 Air quality in Europe — 2020 report
(8) Malley, Christopher S., et al. «Updated global estimates of respiratory mortality in adults≥ 30 years of age attributable to long-term ozone exposure.» Environmental health perspectives 125.8 (2017): 087021.
(9) Climate and Clean Air Coalition (CCAC) , United Nations Environment Programme (UNEP). “Global Methane Assessment,Benefits and Costs of Mitigating Methane Emissions.” (2021)
(10) Climate and Clean Air Coalition (CCAC) , United Nations Environment Programme (UNEP). “Global Methane Assessment,Benefits and Costs of Mitigating Methane Emissions.” (2021)
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