Entrada de blog por Cristina Arjona - 14-05-2025


Ciudades de 15 minutos contra el apagón

El apagón masivo que dejó a España y Portugal sin electricidad el 28 de abril de 2025 puso de manifiesto que además de la necesidad de garantizar un suministro energético seguro, accesible y sostenible durante la transición a un sistema 100% renovable, eficiente, justo y suficiente, es importante repensar el modelo urbano y de movilidad actual. Te contamos el rol que podrían haber tenido las ciudades de 15 minutos contra el apagón

Colapsos de tráfico, transporte público lleno de gente que no podía avanzar atrapado en el atasco, trenes y metros parados (sin planes de contingencia robustos), carriles bus ocupados por los coches y peatones desorientados en calles y cruces sin semáforos, fueron algunos de los síntomas de un modelo urbano que ha priorizado desde hace más de 50 años al coche, relegando a un segundo plano a los modos sostenibles (caminar, bicicleta y transporte público) que además requieren menos espacio y son más eficientes. Estamos ante un modelo de movilidad que ha destinado más del 70% del espacio público al coche privado, un medio injusto e ineficiente, (en España, un 43% de la población no tiene carnet de conducir), presentando un enorme desequilibrio en la distribución del espacio. 

«Estamos ante un modelo de movilidad que ha destinado más del 70% del espacio público al coche privado, un medio injusto e ineficiente»

En momentos de crisis como el apagón, y también lo vimos durante la Dana de Valencia, el coche pasa de ser una solución a ser un obstáculo que bloquea opciones más sostenibles y eficaces. 

¿Y si hubiéramos vivido en Ciudades de 15 Minutos?

Esta situación se ha dejado notar más en las grandes ciudades que en ciudades pequeñas o medianas y en pueblos, lo que demuestra las ventajas de habitar donde los servicios esenciales estén al alcance de un paseo a pie o en bicicleta. Aquí es donde el modelo urbanístico de la ciudad de los 15 minutos o las ciudades de proximidad, que busca mezclar usos, concentrar vida urbana y reducir desplazamientos forzados, cobran sentido.

Esta situación ha mostrado las ventajas de habitar donde los servicios esenciales estén al alcance de un paseo a pie o en bicicleta.

Este enfoque propone rediseñar nuestras ciudades en torno a la proximidad para que todas las personas puedan acceder en un radio de 15 minutos aproximadamente a pie o en bicicleta a los seis servicios esenciales: vivienda, trabajo, compras, salud, educación y ocio. Propone redistribuir el espacio urbano favoreciendo el transporte público, los carriles bici y las aceras amplias, seguras y arboladas, proporcionando un entorno más seguro para todas las personas, incluso para aquellas que necesitarán seguir usando el coche, reduciendo a su vez el consumo de energía y recursos. Esto se traduce en menos emisiones contaminantes, menor demanda energética y un uso más eficiente del espacio público.

@greenpeace_esp ¿Te imaginas tener todo lo que necesitas a un máximo de 15 minutos andando, en bici o transporte público? 😱💚 En el último episodio de Greenflags, @Andrea Compton ♬ original sound – Greenpeace España

En ciudades de proximidad, los impactos del apagón en la movilidad habrían sido menores. Por ejemplo, la gente no habría necesitado horas para poder desplazarse de vuelta a casa desde sus puestos de trabajo, habría existido una red peatonal y ciclista segura y eficiente y el transporte público, liberado de la congestión del tráfico, habría funcionado con más agilidad. Tanto es así que, en aquellas ciudades en las que se ha hecho una buena inversión en estas medidas, los impactos del apagón han sido menores. El transporte público, los desplazamientos a pie y la bicicleta han sido herramientas eficientes durante el apagón y han dado acceso a la movilidad. 

Lo cercano salva

Si vives cerca de lo esencial, no necesitas coche para poder acceder a los servicios básicos, puedes seguir con tu rutina diaria caminando o en bicicleta, los comercios de barrio se convierten en puntos de apoyo inmediato y la comunidad cercana se convierte en un recurso valioso donde los vecinos y vecinas se ayudan y se conocen. Sin embargo, una  ciudad zonificada, donde trabajas en una punta, vives en la otra, haces la compra en un centro comercial de las afueras y tus hijos e hijas van a un colegio en otra ciudad, no resiste bien a las interrupciones y se convierte en más vulnerable en casos como el del apagón o como también vimos durante la pandemia. Por ejemplo, durante el apagón, la gente que vive cerca del trabajo y de los centros educativos, pudo encontrarse fácilmente con su familia, y sobrellevar el susto de forma más tranquila. En los otros casos, el estrés se extendió durante todo el día, con casos en los que hubo peques a quienes solo pudieron recoger del cole ya entrada la noche.

«Una  ciudad zonificada, donde trabajas en una punta, vives en la otra, haces la compra en un centro comercial de las afueras y tus hijos e hijas van a un colegio en otra ciudad, no resiste bien a las interrupciones y se convierte en más vulnerable»

Durante décadas, las ciudades se han ido construyendo en base al coche: grandes avenidas, barrios monofuncionales, urbanizaciones periféricas. Sin embargo, tenemos algo a nuestro favor: el modelo de ciudad mediana mediterránea de muchas ciudades españolas. La mayoría de estas ciudades ya parten de una alta densidad urbana, centros históricos y barrios compactos por lo que son una base excelente para adaptar este modelo y que las nuevas planificaciones urbanas vayan en esta dirección.

«Tenemos algo a nuestro favor: el modelo de ciudad mediana mediterránea de muchas ciudades españolas»

¿Y qué hacemos con el trabajo? 

Uno de los mayores retos para esta transformación es el empleo. Aunque podemos acercar colegios, centros de salud o mercados, el trabajo sigue estando lejano para muchas personas. Especialmente en grandes ciudades gentrificadas y con precios al alza como Madrid, Barcelona o Málaga, donde la segregación social y funcional concentra el empleo en zonas concretas y la vivienda cada vez más en las periferias, lo que provoca que los desplazamientos sean cada vez más largos. Por lo que, además de soluciones para mejorar el acceso a la vivienda y que las personas residan más cerca de su trabajo, propuestas como incentivar el teletrabajo y coworking en los barrios, establecer nuevas centralidades laborales fuera de los centros y que los nuevos desarrollos urbanos no estén sectorizados por funciones, sino que se facilite la mezcla de usos en la ciudad consolidada pueden ayudar a reducir estas distancias. Aprovechemos los espacios que ya existen en las ciudades para darles más usos.

«Las ciudades no pueden seguir creciendo hacia fuera sin consecuencias. Ya no es sostenible económica, ecológica ni socialmente»

Las ciudades no pueden seguir creciendo hacia fuera sin consecuencias. Ya no es sostenible económica, ecológica ni socialmente. Apostar por la Ciudad de 15 Minutos no es encerrar a la gente en su barrio, como algunas teorías conspirativas han sugerido absurdamente; es construir un modelo urbano más amable, humano y resiliente en el que preparemos nuestras ciudades para afrontar las crisis con alternativas al coche. 

Y cuando llegue el próximo apagón (tecnológico, climático o sanitario) estaremos mejor preparados.

Cristina Arjona - autor del blog.
Cristina Arjona
Ingeniera civil, especializada en transportes y servicios urbanos. Máster universitario en planificación, economía y operación del transporte urbano y metropolitano por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Responsable de la campaña de Movilidad en Greenpeace España. Bluesky: @crisarjona.bsky.social
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