Estas dos empresas porcinas españolas, entre las más contaminantes del mundo
- Un nuevo informe de Greenpeace muestra que solo 45 empresas cárnicas y lácteas generan tantas emisiones de efecto invernadero como Arabia Saudí, el segundo mayor productor mundial de petróleo. Lideradas por JBS, la mayor cárnica del mundo y gran destructora de la Amazonía, dos empresas españolas, Grupo Vall Companys y el Grupo Jorge, se cuelan también en el top mundial.

Estamos en un momento crítico para el planeta y para nuestra propia supervivencia y creo que todas las personas ya estamos entendiendo cuáles son las consecuencias de la inacción frente al cambio climático. Incendios más devastadores, sequías más extremas, inundaciones dramáticas, olas de calor más intensas y prolongadas… Pero hay otras que no son tan perceptibles: devastación de bosques fundamentales como la Amazonia, desaparición de los corales, de especies fundamentales como las abejas y otros polinizadores, además de una reducción de la producción de alimentos y de la subida del precio de estos.
La ciencia dijo que esta década (hasta el 2030) es decisiva para frenar el cambio climático y para que no sobrepasemos el umbral del 1,5 °C que hará que todo lo que hemos visto hasta ahora, como consecuencias de la degradación de la salud del planeta, parezca poco. Estamos precisamente en el meridiano de esa década y tenemos por delante cinco años que deben marcar una nueva tendencia y mostrar que los seres humanos, cuando queremos, podemos. Estamos a tiempo de revertir la situación y la próxima cumbre del clima (la COP30), que tendrá lugar en Belém (Brasil) en menos de un mes, es decisiva.
En este contexto, Greenpeace, junto con otras organizaciones, ha publicado un nuevo informe: Asando el planeta: las enormes emisiones de la industria cárnica y láctea. Ya no hay dudas de que la quema de combustibles fósiles es la principal responsable del calentamiento global, pero lo que muchas veces queda más lejos de nuestro entendimiento es que lo que ponemos en nuestro plato también lo es. O mejor, la forma en cómo se producen esos alimentos. Este nuevo informe muestra cómo las 45 empresas cárnicas y lácteas más contaminantes del planeta generan tantos gases de efecto invernadero como el segundo mayor productor de petróleo del mundo, Arabia Saudí. En lo que respecta al metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2, y el que más emiten estas empresas, las emisiones generadas por el conjunto de estas empresas superan las emisiones de todos los países de la UE y el Reino Unido juntos. Pero hay más.

También se pone en evidencia cómo el mayor destruidor de la Amazonia, la empresa cárnica brasileña JBS, es también la que más contribuye al cambio climático. Ella solita emite casi una cuarta parte (24%) de lo que emiten todas juntas. Pero no está sola, tiene buenos amigos. Adivinad con quienes se sienta a la mesa JBS. Entre los comensales de esta opípara barbacoa – por cierto hecha con madera de la deforestación – están dos empresas españolas que se dedican principalmente, como no podía ser de otra manera, a la explotación industrial de cerdos. Hace tiempo que nos convirtieron en la pocilga de Europa y parte del mundo.
Hablamos del Grupo Vall Companys y del Grupo Jorge y, además de que están entre las 45 más contaminantes del planeta, son también unas de las principales responsables de la implantación del modelo de ganadería industrial y sus macrogranjas en España, muy en particular en Cataluña y Aragón, las comunidades autónomas donde más cerdos hay. En concreto 8.031.265 y 9.903.577 cerdos – ¡una barbaridad! -, respectivamente. Por supuesto, además de la contribución al cambio climático, este modelo tiene muchas otras consecuencias, por ejemplo, a nivel territorial, la contaminación del agua por nitratos, hasta el punto de que en muchos pueblos no se puede beber el agua del grifo.
Ante este escenario, desde Greenpeace estamos pidiendo que en la COP30 se aborde también las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la industria agroalimentaria, muy en particular por la industria cárnica y láctea. Y, por supuesto, en España seguimos pidiendo… ¡El fin de las macrogranjas! Si aún no has firmado nuestra petición, ahora es un buen momento.

Comentarios
Espero que algún día incluyáis en la denuncia, las condiciones crueles en las que se explotan a estos animales.
Muy bien Luis y equipo por esa lucha contra las macrogranjas, en general y la de San Clemente, y todos sus efectos ambientales negativos.... pero muchas, incluso carnívoras, agradeceríamos también una contundente mención al miserable trato que se da a los pobres animales, a la necesidad ética de minimizar su sufrimiento. Etica que debería modificar la legislación y promover modelos que comporten ese, si no bienestar, al menos minimización al máximo posible de su sufrimiento. Aunque esas instalaciones emitiesen aromas tipo Chanel n° 5, tampoco serían aceptables.