Incendios forestales: proteger los pueblos ante la emergencia climática
Los grandes incendios forestales representan un problema creciente y son la parte visible de la emergencia climática. Y es que, como contamos en nuestro último informe, con menos incendios, se está quemando un porcentaje mayor de superficie. El estado de nuestros montes y la crisis del territorio (la llamada España vaciada) comparten los mismos síntomas: desidia, desconocimiento y falta de comprensión de la realidad del medio rural. En definitiva, problemas mucho más invisibles que las llamas.
En España, el éxodo rural producido a partir de los años 50 supuso el abandono de tierras de cultivo, la falta de aprovechamiento de recursos forestales y el abandono de actividades como el pastoreo, que reducían la carga combustible de nuestros montes. El fenómeno de la despoblación del mundo rural y de la pérdida de actividad aumenta el riesgo de propagación de incendios forestales, incrementando al mismo tiempo la vulnerabilidad de la población, más envejecida y masculinizada y en la que las mujeres son las que menos oportunidades tienen.
El éxodo rural ha transformado nuestro paisaje. 4 millones de hectáreas de cultivos abandonados se han convertido en “masa forestal” pero, lejos de ser lo que entendemos como bosque, son masas forestales degradadas que sufren más olas de calor, más sequías prolongadas y, además, tienen falta de gestión forestal (según fuentes del propio Ministerio, más del 80% de la superficie forestal en España no tiene un plan de ordenación forestal). Si hablamos de ganadería, las explotaciones son hoy menos del 10% de lo que eran en los años 60, pero tienen el triple de unidades ganaderas. ¿Qué significa esto? Que en el medio rural están llegando falsas soluciones como las macro-granjas: pueblos llenos de animales explotados y vaciados de personas.
El vínculo despoblación vs. aumento de superficie forestal es una realidad que no es percibida por la sociedad, medios de comunicación e incluso por los líderes políticos, que prometen en cada periodo electoral la plantación de millones de árboles. España es un país forestal sin un plan para sus bosques. Es el segundo país con más superficie forestal de la UE y, al mismo tiempo, tiene dos terceras partes de su territorio desertificadas. No son mensajes opuestos sino que relacionan entre sí. No te imagines desiertos sino tierras degradadas, áridas, que agravan el riesgo de incendio. Un ciclo que hay que romper.
Para prevenir y minimizar el impacto de las llamas es fundamental la gestión de nuestro paisaje, recuperar el paisaje en mosaico agroforestal tradicional de forma sostenible, mejor adaptado, con menos carga de combustible, así como recuperar zonas degradadas y desertificadas. Para mantener ese nuevo paisaje es vital la dinamización y reactivación de la economía rural que contribuya a generar estos territorios resilientes ante incendios de alta intensidad. Hay que promover la gestión forestal preventiva y recuperar aquellas actividades que previenen su propagación y que, además, son esenciales para la sociedad.
La crisis global del COVID-19 ha puesto de manifiesto el papel esencial de las actividades del sector primario para proveer bienes y servicios esenciales a las zonas confinadas. El mundo rural, nuestros pueblos y su actividad productiva (sector primario) constituyen una oportunidad y necesidad si queremos realmente una transición justa. Cuidar los pueblos es cuidar nuestros montes. Cuidar de los pueblos es cuidar de las ciudades. Una oportunidad ante los abundantes retos que afronta la sociedad en la actualidad, que no son pocos.
Comentarios
Gracias Mónica, desde Mosaico
Gracias a ti, Fernando
Gracias por hacernos más visibles , a los del mundo rural !
¡Gracias a vosotros y a vosotras!
Es muy de agradecer que Greenpeace se haya atrevido que nalmente a dar visibilidad a los que ayudamos a la gestión de los montes. La ganadería extensiva es el arma más eficaz contra los fuegos, además de generar bienes económicos, sociales y culturales.
Gracias Charo,
:)
Yo vivo en el medio rural, una aldea que sólo tiene 8 habitantes y se está muy bien. Pero ha perdico muchísima biodiversidad. Las noches no son lo que eran, antes todo cantaba. Los manantiales se han secado, ya no corren los arroyos. No hay animales domésticos, sólo perros. Yo he conocido un rebaño de 300 ovejas y también por lo menos 40 bueyes. Había gallinas, y burros, y cerdos en las casas. Sí que tenemos ahora agua en las casa y electricidad, pero sólo viven dos agricultores con sus grandes tractores. Mejor dicho, viven casi fuera de aquí. Aquí vivimos los que amamos la naturaleza y disfrutmos con ella. Compensa. Venid a vivir a nuestro pueblo, hay casas que se están derrumbando. Este pueblo se llama Quintanalacuesta y está al norte de la provincia de Burgos. Es precioso.
Estou totalmente de acordo....durante decadas tecnocratas e politicuchos empeñaronse en convencernos que para ser un estado moderno habia que trasladar a xente do rural e acinalos nas urbes onde axudarian a funcionar a maravillosa sociedade de consumo...ademais tamen creian que o arcaico sistema agrario tradicional non merecia a mais minima contemplación...habia que instalar unha agricultura e gandeiria adaptada os mercados,. Y asi a rica cultura agraria tradicional foi denostada e extinguida a favor da gandeiria industrial e os monocultivos ...e as consecuencias son precisamente o que que tan acertadamente nos conta a Monica. Temos que loitar por recuperar e potenciar o sistema agrario tradizonal...non mais cartos pubicos para macrogranxas ni para unhha agricultura tóxica ,basada no glifosato e demais agroquimicos de sintese
Todo lo que dicen esta muy bien porque hacer una critica es facil.
Pero no veo ni una sola referencia para solucionar la ESPAÑA vaciada de la que tanto se habla.
Un buen ejemplo seria preparar las condiciones rurales para que haya emprendedores que puedan instalarse en el campo, con ayudas para repoblar toda la ganaderia lanar que se esta perdiendo en este pais y que ayudaria mucho a que hubiera menos incendios.
Quieren reemplazar a los residentes del rural,la producción y la cultura por el TURISMO-INVASIVO,contaminante,especulador y destructor de las realidades locales,dañino e insostenible!!
¡¿Para cuando los Estudios de Impacto Ambiental en este ámbito?!
No hace falta quemar el campo para cargárselo,hay otros dramas menos "escandalosos" pero igual (o más.....) de efectivos!!
¡Saludos a tod@s!
Acertadísimo artículo. Procedo del medio rural así que un poco entiendo.
Desidia, desidia y desidia por parte de unas autoridades y una ciudadanía que parece no estar interesadas en revertir la situación:Las unas no hacen y las otras no piden que hagan. Gracias Mónica. A ver si puedes abrir algunos ojos.