Entrada de blog por Mónica Parrilla de Diego - 06-03-2020


La emergencia climática y la crisis de la biodiversidad son una cuestión feminista

El domingo 8 de marzo nos movilizamos de nuevo para elevar nuestras reivindicaciones en el Día Internacional de la Mujer. La comisión 8M encuadra las demandas en cuatro bloques: las violencias, los cuerpos, las fronteras y la economía. Estas palabras tienen una relación directa con la emergencia climática. Aquí lo explicamos:

Cuando decimos que cada vez son más evidentes los efectos devastadores del calentamiento global y que afectarán especialmente a la población más vulnerable es importante hacernos ciertas preguntas para conocer a quién nos referimos. ¿Quiénes son las personas más afectadas?, ¿Quién accede a recursos cada vez más limitados?, ¿Quién controla estos recursos?, ¿Quiénes están en la toma de decisiones? ¿Cuál es la forma diferenciada en que afectan los problemas ambientales?

Porque “No existe un solo proyecto donde el análisis de género no sea apropiado, salvo que no involucre a personas”. Y la emergencia climática tiene que ver con personas. Y, por tanto, en las distintas vulnerabilidades frente al cambio climático y la capacidad de adaptación.

La degradación del medioambiente y la subordinación-opresión a las mujeres tienen un mismo origen

Las violencias a las mujeres y al planeta es una relación que se retroalimenta y que hay que entender para plantear las verdaderas soluciones. Las guerras, la contaminación o la pérdida de biodiversidad salen rentables al sistema capitalista como queda reflejado en el PIB. Sin embargo, la paz, el aire limpio, un río no contaminado o los cuidados que necesitamos no quedan contabilizados al no haber un intercambio monetario. El PIB sirve para medir la suma de todos los bienes y servicios producidos y paradójicamente no asegura el verdadero bienestar, progreso, y por qué no decirlo, la felicidad. No se contabiliza vivir en paz, la dignidad, la salud o la equidad. La economía feminista es hablar de ecofeminismo. Recientemente ha salido el estudio más ambicioso y exhaustivo (UICN) que señala cómo el control al acceso de recursos cada vez más escasos supone un aumento en las distintas violencias contra las mujeres: violencia doméstica, agresión sexual, violación, prostitución forzada, matrimonio forzado e infantil.

¿A quién y cómo afecta de forma diferenciada la crisis ambiental?

Si nos fijamos en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, veremos que no solo hay uno que se relaciona con el género, absolutamente en todos la vulnerabilidad de las mujeres destaca de alguna forma:

  1. Fin de la pobreza. El 70% de los pobres son mujeres según la OIT.
  2. Hambre cero. 1 de cada 5 niñas en el mundo vive en condiciones de pobreza extrema.
  3. Salud y bienestar. En casi dos terceras partes de los países, las mujeres tienen más probabilidad de que los hombres de padecer inseguridad alimentaria.Cada día mueren 830 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo o parto.
  4. Educación de calidad. Hay 15 millones de niñas y 10 de niños que no asisten a la escuela.
  5. Igualdad de género. Las mujeres dedican 3 veces más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. En 18 países los hombres pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen. 
  6. Agua limpia. En el 80% de los hogares que carecen de agua, la responsabilidad de acarrear recae en mujeres y niñas
  7. Energía asequible. Más de 4 millones de personas murieron en 2012 prematuramente debido a la contaminación del aire por el uso de combustibles sólidos en la cocina. El 60% eran mujeres y niñas.
  8. Trabajo decente. La brecha salarial (si sigue la tendencia) se cerrará en 2086.
  9. Industria, innovación. Solo el 30% de lo/as profesionales en el ámbito científico son mujeres.
  10. Reducción de desigualdades. Las mujeres divorciadas tienen el doble de probabilidades de ser pobres que sus pares varones.
  11. Ciudades. Más del 50% de las mujeres y niñas en las zonas urbanas de países en vías de desarrollo carecen de recursos como agua limpia, instalaciones sanitarias, vivienda durable o espacio para vivir.
  12. Producción y consumo responsable. Invertir en transporte público beneficia a las mujeres que dependen más de él que los hombres.

La vulnerabilidad de las mujeres también depende del origen. No es lo mismo una mujer blanca en el mercado laboral, europea, hetero que una mujer del sur racializada, migrante, lesbiana y con discapacidad que tiene que abandonar a sus criaturas, sus carreras y vivir como internas cuidando a criaturas y mayores en el trabajo imprescindible para el mantenimiento de la vida y peor pagado. A muchas mujeres, por el mero hecho de serlo, se les quita el derecho a la educación, a la propiedad de la tierra, etc. Y esto supone un punto de partida desigual, con menos capacidad de adaptación al cambio climático.

Los desastres ambientales, la falta de recursos afecta de forma diferenciada a las mujeres agravándose la violencia machista: ante sequías extremas hay un aumento de matrimonios concertados de niñas, violaciones en los desplazamientos por el cambio climático, etc; son claros ejemplos de ello. Sus cuerpos son sometidos a extorsión sexual para acceder a terrenos agrícolas y títulos de propiedad de figuras de autoridad. Las mujeres y las niñas son las vulnerables a tales demandas, ya que a menudo no pueden pagar sobornos en efectivo. Lo mismo sucede en otros sectores.

Las amenazas sobre el medio ambiente y sus recursos generan dinámicas de poder en la que se generan desequilibrios ante la escasez de recursos. Incluso el activismo ambiental tiene diferencias y debido a los roles y estereotipos discriminatorios. De hecho, el papel de mujer indígena se considera el perfil activista con más peligro: discriminación-vulnerabilidad por ser mujer (patriarcado/machismo) y por ser indígena (racismo/clasismo).

El ecofeminismo está en la calle

Abordar la crisis climática desde una perspectiva de género es fundamental para desarrollar estrategias de protección ambiental que tengan en cuenta las consecuencias del cambio climático sobre las mujeres y su contribución como agentes de cambio.

En este enlace tienes las localizaciones de actividades y movilización en el territorio. ¡Actúa!

Escrito por Mónica Parrilla, del equipo de Género.

Mónica Parrilla de Diego - autor del blog.
Mónica Parrilla de Diego
Ingeniera Técnica Forestal por la Universidad de Valladolid. Máster en Gestión de Residuos (Instituto de Investigaciones Ecológicas). Diploma universitario como Experta en Igualdad por la UNED. Responsable de campañas del Área de Biodiversidad de Greenpeace España Twitter: @MonicaParrill
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