Entrada de blog por José Luis García Ortega - 27-08-2025


Los incendios en primera persona. Sanabria

Hace apenas unas horas regresé, por segunda vez en pocos días, de la evacuación de nuestro pueblo a causa del fuego. Comparto este desahogo porque aún no sé cómo describir lo que estamos viviendo: miedo, desesperación, incertidumbre, desolación. Desde luego nunca había vivido algo así.

Habíamos tenido incendios otros años, incluso habíamos ayudado a apagarlos, cerca del pueblo. Pero lo de ahora es diferente: son fuegos de otra magnitud. En una zona tan húmeda como ésta, cualquier incendio “normal” debería frenarse. Sin embargo, este verano los incendios son de otra magnitud. Se encoge el corazón al ver lo rápido que avanza. Es terrible ver lo rápido que se desatan y lo difícil que resulta contenerlos.

El esfuerzo de quienes luchan contra las llamas se concentra en salvar vidas y casas. Lo demás, será lo que suceda de modo natural, una vez desatado el monstruo. Es comprensible que la gente se resista a creerlo, y se aferran a quedarse y luchar contra el fuego «como toda la vida», pero desgraciadamente esto es otra cosa. Aún así confío en que lo que es el casco urbano del pueblo se salve.

El fuego en Sanabria

Hablo de Sanabria, donde está la casa de nuestra familia. Nuestro pueblo, San Ciprián, es el más alto de la ladera, justo donde termina el Parque Natural del Lago de Sanabria. Una zona maravillosa, de esa España vaciada, o más bien abandonada a su suerte, que en verano revive gracias a los turistas y a quienes regresamos a nuestras casas de siempre, a nuestro pueblo.

San Ciprián de Sanabria (Zamora)
San Ciprián de Sanabria (Zamora)

Este verano hemos ido más tarde de lo habitual. Yo quería probar a teletrabajar desde allí, huyendo del calor sofocante de Madrid. Ya en el camino vimos iniciarse el incendio de la Carballeda, al este de Sanabria. Una vez instalados, parecía un milagro vernos rodeados por grandes incendios, Este (Carballeda, Zamora), Norte (León) y Oeste (Orense), todo a pocos kilómetros, pero Sanabria milagrosamente resistía. Hasta que el fuego de Galicia entró, y después comenzó el de Porto, en el otro extremo del Parque Natural.

En apenas media semana, el incendio de Porto fue avanzando y devorando gran parte del parque hasta llegar casi al lago. Con cada día que pasaba, más pueblos eran evacuados. Chequeamos el mapa cada día y nos pusimos como referencia un pequeño embalse: si llega ahí, nos vamos. Y llegó y siguió avanzando.

Incendio forestal. San Criprián de Sanabria
Incendio forestal. San Criprián de Sanabria
La primera evacuación

Esa noche de domingo decidimos irnos. No es como hacer la maleta para un viaje. Era decidir con el corazón encogido qué salvar porque no sabíamos qué nos encontraríamos a la vuelta. ¿Papeles, recuerdos, cosas útiles? Nadie nos aseguraba que volveríamos a encontrar el pueblo en pie. Cerramos todo lo mejor que pudimos y nos fuimos, pero con grandes dudas de si era la decisión correcta.

Aún así, mucha gente se quedó, confiando en que «aquí no va a llegar«.  El incendio siguió avanzando, pero aunque estaba cerca del pueblo, avanzó más en otras direcciones, se metió hacia León y Orense y evacuaron otros pueblos.

El sábado las autoridades permitieron volver. Con miedo pero también con ganas de retomar la normalidad, regresamos el domingo. Esa misma noche salimos a ver el incendio, porque estaba cerca. Se veían las llamas por la montaña a lo lejos. El humo obligaba a usar mascarilla.

San Ciprián de Sanabria (Zamora)
La segunda evacuación

Este lunes, mientras trabajaba, no paraban de sonar sirenas, hidroaviones y helicópteros Algo inaudito allí, que todo es silencio de campo. A mediodía, vi desde el balcón una gran nube de humo que crecía por minutos. Al rato, un coche de la guardia civil recorrió el pueblo anunciando por megáfono la evacuación. Otra vez.

Esta vez el fuego estaba mucho más cerca que la vez anterior. Recogimos de nuevo todo y emprendimos la marcha, ya al atardecer. Sin embargo, muchos vecinos decidieron quedarse, convencidos de que esta vez el fuego tampoco llegaría. Algunos incluso cogieron azadones «a desbrozar». A enfrentarse al fuego “como toda la vida”.

El pueblo estaba lleno de guardias civiles, policía aérea (¡que ni sabía que existía!) y la UME. Les preguntamos qué harían ellos y la respuesta fue clara: irse sin dudarlo, y no volver “hasta que llueva, porque antes no se va a apagar”.

Con el corazón encogido, volvimos de nuevo a Madrid. Es como vivir una pesadilla que aún no ha terminado. Y lo peor es no saber cómo acabará.

Helicópteros de la Brigada de refuerzo en incendios forestales, BRIF y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trasladan a los bomberos Forestales
Helicópteros de la Brigada de refuerzo en incendios forestales, BRIF y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trasladan a los bomberos Forestales para trabajar en la extinción del incendio forestal de Jubrique, Málaga. ©Pedro Armestre
No es solo un incendio: la emergencia climática ya arrasa nuestros bosques, montes y pueblos

Este verano está siendo uno de los peores en décadas en cuanto a incendios forestales en España. Cada vez son más intensos, más destructivos y más difíciles de controlar. Lo que estamos viviendo tiene diversas causas, pero todas por la acción humana, que ha convertido el fuego, algo natural en el clima mediterráneo, en algo devastador e incontrolable.

Los modelos climáticos ya lo avisaban: en un clima cada vez más cálido y seco, habrá más olas de calor, más incendios… justo lo que estamos viendo. Debemos ser conscientes de lo que puede venir porque este verano abrasador se corresponde con un calentamiento global de “tan solo” 1,2 º C. Causado por las emisiones de gases de efecto invernadero que ya producimos en el pasado, principalmente por el uso de combustibles fósiles. Ver lo que está pasando debería servir para hacernos reaccionar: debemos evitar a toda costa sobrepasar un calentamiento de 1,5 ºC, el límite científico marcado en el Acuerdo de París. Lo de reducir las emisiones a cero y abandonar los combustibles fósiles, no es una “ideología ecologista”, es una urgencia en la que nos va la vida. Por eso se habla de emergencia climática.

Bomberos apagando un incendio forestal en Ourense.
14 agosto 2025. Incendios en España. Santa Baia de Montes – Cualedro. ©Ourense Miguel Riopa
Adaptarnos a la nueva realidad

Además de reducir emisiones, necesitamos adaptarnos a esta nueva realidad climática. Eso implica adaptar y mejorar la gestión forestal del escenario por donde transcurren las llamas.

Ante incendios de alta intensidad, necesitamos proteger nuestros pueblos y para ello es fundamental que se cumplan los planes preventivos y de emergencia local municipales (implementados y comunicados a la población). Corresponde a cada administración local, en general, elaborar su propio plan local de prevención de incendios forestales. 

El problema es que en muchos casos, los consistorios pequeños no disponen de recursos técnicos, humanos o económicos para la elaboración o ejecución. No puede haber responsabilidad sin recursos. 

De la misma manera, es imprescindible aumentar la cultura forestal y del riesgo. Comunidades informadas y adaptadas al fuego son clave para proteger tanto los bosques como las viviendas.

Herramientas ciudadanas

Un buen punto de partida es la Calculadora de Riesgo de Greenpeace que te permite autoevaluar y descubrir el potencial riesgo de una vivienda en el medio natural frente al fuego.

Los incendios no esperan. La acción ciudadana tampoco debe hacerlo.

Firma ahora y exige medidas urgentes contra los incendios sin control.

José Luis García Ortega - autor del blog.
José Luis García Ortega
Licenciado en Ciencias Físicas, especialidad Astrofísica, por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Dirección y Gestión de ONGs por ESADE. Responsable del Programa de Cambio Climático en Greenpeace España. Bluesky: @jlgarciaortega.bsky.social
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Comentarios

10 comentarios
Tomás Larriba 27/08/2025

Qué angustia, José Luis... No me puedo imaginar lo que es tenerlo a los pies de tu casa, de tus recuerdos...
A nosotras nos tocó vivir también momentos de angustia... Mi pareja es gallega y fuimos para allá de vacaciones en los momentos "iniciales" de los incendios de Ourense... En el coche con nuestro hijo pequeño nos cortaron la autopista poco después de pasar Sanabria y tuvimos que tomar la decisión de darnos la vuelta porque no sabíamos cómo iba a evolucionar. Terminamos haciendo noche en León y al día siguiente fuimos por Lugo, donde nos comimos el humo del incendio de El Bierzo, que no se veía pero se sentía...
Ayer volvimos de allí. Atravesamos las zonas quemadas de Ourense... Nunca había visto algo así. Kilómetros y kilómetros negros, con árboles carbonizados en muchas zonas... En un momento dado sentí estar en otro planeta, en uno inhabitable. Solo había rocas y ceniza.
Pero, por otro lado, veía pequeñas manchas verdes donde algunos árboles irreductibles resistieron... ¡Hay esperanza! ¡Hay que pararlo!

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Evelio Gomez 27/08/2025

Hay que fomentar la prevención y la extinción será menos cara.
Una idea:
Rebaños de cabras, ovejas, cerdos o vacas pastando obligados por ley con ayudas de la administración en nuestros campos y bosques, en cada ayuntamiento uno o mas rebaños públicos, según su masa forestal.
Igual que hay escuelas o centros de salud debe haber rebaños.
¡Si se quiere se puede!

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MAria Lopez 27/08/2025

Soy de una aldea de Sanabria, y es todo mentira, los ecologistas y Consejria de medioambeinte, nonos perimite limpiar y hacer quemas controaldas en invierno, porque afecta al habitat de lobo. Cuadno de toda la vida s ehan hecho. Desde que estan metidos los ecologistas, el campo y fuego esta pero. No hay que contorlar y poenr leyes, hay que actuar, limpiar el campo, quemar en invierno..como siempre s eha hecho. Dejar pastar al ganado. Ademas de lobos, tambien vivimos personas, ganado, ciervos, jabalies.. Y ahora qué si no hay bosque. Dónde y de qué vivimos todos.

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Mihaela 27/08/2025

Como la mayoría de los incendios son provocados, hasta que no se endurezcan los castigos drásticamente, no mejorará nada. Luego, claro está, invertir más dinero en prevención. Pero la primera prevención es que no haya pirómanos por allí...

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tiki 27/08/2025

No nos implicamos con el medio mayoritariamente , tendemos a dejarlo en manos de un@s poc@s , no sirviendo esto de solución ante la EMERGENCIA CLIMÁTICA , si no aportamos , por lo menos no obstaculicemos el esfuerzo de l@s que colaboran , nos va en ello nuestro ser o no ser .
¡¡¡¡¡ GENOCIDIOS Y GUERRAS , CONDENA TRAS CONDENA !!!!! .

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Daniel 27/08/2025

Entiendo la necesidad de frenar el avance del cambio climático, pero si el clima ha cambiado, ¿es razonable tratar de mantener un estado de la naturaleza que ya es insostenible ante el nuevo clima?

Daniel Olazabal 27/08/2025

Buenos dias Jose Luis.
Hace 1 mes parecía que este año 2025 íbamos a librar de los incendios de todos los veranos. Se ha visto que no y está clarísimo que son provocados.
Me cuesta entender quién puede ser tan vil y canalla como para provocar estas catástrofes. Podrían ser niños, bomberos que quieren ser valorados (he oido), gente que quiera hacer daño por despecho a otros cuando los que pagan son los animales y arboles, locos pirómanos que no entienden nada...
Sea quién sea debería castigarse con penas de cárcel severas y haber si así se contienen más.
En la policia de bomberos debería de haber un sector dedicado solamente que a la investigación de estos casos, reforzarlo en los meses de verano. Difícil pero algo hay que hacer. No me extrañaría que estos se produjeran de noche y cuando hay viento y siempre en tercera, cuarta semana de agosto.
Gracias
Daniel
No hay duda de que son provocados. Aumentar las penas y castigar duramente a culpables supongo que ayudaría.

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Juan Santamaría 27/08/2025

Buenos días José Luis García!!
He recibido tu información del incendio de tu Región. Soy nuevo socio este Agosto, no es casualidad tantos incendios. Yo no soy especialista pero la prevención con la limpieza de Bosques hubiera reducido mucho está alarmante situación. Soy del País Vasco, aquí el problema es la masiva plantación de Pino insigne y Eucalipto, dos especies que provocan monocultivo, plagas e incendios. Me gustaría aprender de vosotros que hay otras especies como Chopos y Roble americano, para uso industrial y no tan dañinos.
Pero José Luis encantado de saludarte y espero colaborar con vosotros y me me enseñéis a mejorar los Bosques y su diversidad.
Un abrazo compañero seguimos en contacto agur!!

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Mónica Ana Rovi Jover 27/08/2025

Soy ecologista y hippie de alma.Pero tengo que haceros una crítica. No solo los incendios son por el cambio climático y el calentamiento global. También lo son porque algunos ecologistas radicales no dejan que en los pueblos se desbroce la madera que cae de los árboles. Sino que también no dejan que las ovejas pasen en el campo,porque se comen una planta beneficiosa para el medioambiental.¿Pero que preferimos, que España se convierta en un desierto por proteger una planta, o permitir que desbrocen los bosques y dejar a las ovejas pastar en el bosque? Sólo una sugerencia, por favor escuchar a los biólogos, que os pueden ayudar a proteger la naturaleza. Un beso a Greenpeace.

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Emilio 27/08/2025

Las ciudades, y sobre todo las más grandes, son monstruos de ce devorar energía y de lo más ineficiente que hay, aún así la gente se empeña en vivir la mayoría en ciudades. Es lo más antinatural.
Hay que dejar de consumir el maldito petróleo que a parte de contaminar está manchado de sangre con guerras por acaparar ese recurso en todo el planeta.
Si cubriéramos todos los tejados de nuestras construcciones con placas fotovoltaicas, agrovoltaica, huertos solares, etc, nos sobraría energía para todo.
Hay muchas cosas que cambiar en la burocracia para conseguir y acelerar el 100 por 100 de energías renovables.
El futuro irá por ahí, pero es crucial acortarlo lo antes posible antes de que sea tarde.
Un saludo.

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