Un año de pandemia: el impulso necesario para darle la vuelta al sistema
Los momentos de crisis también son momentos de oportunidades. Durante este primer año de pandemia, hemos visto cómo la Covid-19 ha puesto entre las cuerdas al mundo generando una crisis sanitaria, social y económica de grandes dimensiones que viene a unirse a la crisis ecológica ya existente. No es la primera crisis económica que vivimos en este siglo y, aunque la anterior tuvo un origen muy distinto a la actual, dio muchas pistas sobre el fracaso de un sistema que ignora los límites naturales y genera amplias desigualdades.
¿Aprovecharemos esta vez la oportunidad para afrontar la crisis ambiental y económica dándole la vuelta al sistema?
Hace un año, la situación de confinamiento del país llegó acompañada de un conjunto de ayudas primordiales para mantener las redes de apoyo social y económico. Por primera vez, los gobiernos y, muy especialmente, la Unión Europea; dieron un giro con respecto a crisis anteriores abandonando temporalmente las políticas de austeridad. Entre estas ayudas también se contemplaban rescates a empresas contaminantes. Parece que la mirada aún sigue centrada en el corto plazo y en salvaguardar la cuenta de resultados de las grandes empresas. Condicionar los rescates a cambios y compromisos que velen por el bienestar social y medioambiental sería una gran oportunidad para comenzar a darle la vuelta al sistema.
A lo largo de este duro año, la salida necesaria de la crisis también fue forjando el discurso de “la reconstrucción verde” que se consolidó con la lluvia de millones que Europa puso a disposición a través de los Fondos Next Generation y de los que el 37% (248.000 millones) deben dedicarse a la lucha contra el cambio climático: una magnífica oportunidad para llevar adelante iniciativas que ayuden a la descarbonización del sistema. Eso sí, no nos engañemos: solo será posible si se garantiza que ese dinero no financia a los combustibles fósiles, la energía nuclear, la agricultura industrial contaminante, la expansión de aeropuertos, la construcción de carreteras y otros proyectos que nos alejan de una recuperación verde y justa de verdad.
Aprovechemos la oportunidad
La pandemia nos ha traído la posibilidad de reinventar el sistema y, desde Greenpeace, hemos demostrado que es viable a través de un paquete de 117 medidas para implementar a lo largo de cuatro años hemos probado que es posible entrar en “números verdes” con una inversión equivalente al 4’8% del PIB.
El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia pendiente de aprobación por la Comisión Europea puede ser una oportunidad para llevar a cabo muchas de estas medidas ya que contienen una serie de ejes tractores fundamentales para remar en la buena dirección. No debemos dejar pasar la oportunidad de que se financien proyectos que realmente supongan una transformación del sistema y miren al futuro: que aborden la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, transformen la movilidad, recuperen el mundo rural, rediseñen las ciudades y sitúen a las personas en el centro.
Existe un riesgo elevado de que la ingente cantidad de dinero que va a llegar de Europa y el corto plazo de tiempo para ejecutarlo nos haga actuar como siempre y concentre los fondos en las grandes empresas, con mayor capacidad para ejecutarlo, sin asegurar la capilaridad de las ayudas. Si los fondos no llegan a las pymes y a la economía social, no existirá una verdadera transformación del tejido productivo y nos quedaremos con un conjunto de grandes proyectos más o menos exitosos, pero con un impacto real muy reducido en la competitividad de nuestra economía y la transformación del sistema.
Los proyectos propuestos no deben alimentar tampoco el greenwashing de las empresas ni financiar proyectos que enmascaran soluciones reales y perpetúan los combustibles fósiles que nos impiden construir sociedades verdaderamente resilientes ambiental y socialmente.
A lo largo de un año, la pandemia del coronavirus ha sido portadora de grandes dosis de dolor. Pero concentrémonos en mirar hacia adelante y extraigamos las lecciones aprendidas. Solo así podremos aprovechar estas crisis para transformar realmente el sistema. Si lo hacemos bien, cimentaremos el camino hacia un futuro mejor.
Si no, será una oportunidad perdida.
Comentarios
Sí es posible. Los políticos tienen la obligación de hacerlo y contribuir los ciudadanos.
Así es Cari, ahora han condicionar los rescates a cambio de compromisos que velen por el bienestar social y medioambiental. Gracias por comentar Cari 😃
De lo malo siempre debemos aprender algo positivo. Los principales gobiernos tienen en sus manos la oportunidad de cambiar muchas cosas. Todo ese dinero que darán a las empresas que tengan cláusulas a cumplir. Sino esto sera pan para hoy y hambre para mañana.
Bien dicho Olivia. Esta es una oportunidad de oro para darle la vuelta al sistema
Esperemos que, esta vez, los políticos se den cuenta de la importancia de invertir estos fondos en proyectos sociales y medioambientales para el bien de todos.
¡Esperemos! Gracias María Rosa 😃
La crisis la han producido las nefastas medidas anti-covid debidas a la ignorancia médica y política. https://elfilodelanaturaleza.blogspot.com/2020/03/vegetales-recientes.html
Gracias por comentar y compartir Fernando 💪🏻