Estamos en pleno debate sobre los Presupuestos Generales del Estado 2023 (PGE). Otro año en el que el proyecto de presupuestos cuenta con una inversión pública récord (46.206 millones) al incluir, por tercer año consecutivo, los fondos europeos de recuperación (Plan España Puede), que para 2023 alcanza los 25.156 millones. 

Desde Greenpeace también reconocemos la importancia del mayor escudo social de la democracia que, junto a la inversión pública, son elementos clave en un momento de enormes dificultades para la ciudadanía por el incremento de la factura energética y de la compra y los efectos del cambio climático. 

En la parte negativa, y a pesar de la inversión récord, vemos que no acaban de cuadrar las cuentas de la transición ecológica. Y, sobre todo, los presupuestos presentan un inaceptable gasto militar, que alcanza el máximo histórico (27.617 millones) y supera el 2% del PIB establecido por la OTAN. Un gasto que favorece el balance del complejo militar industrial, pero no a la ciudadanía.

Greenpeace analiza los Presupuestos con la Lupa Verde, aquí están las conclusiones.

Descargar gráfico y/o datos

Un presupuesto con los mayores recursos de la democracia pero…

Esto es posible porque desde la pandemia la Unión Europea suspendió las reglas del  Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE hasta 2024, que establecen que los países no pueden gastar más de un 3% y endeudarse más del 60% del PIB. La suspensión del Pacto y el acceso a fondos europeos han cambiado el panorama con respecto a la crisis de hace diez años. Pero la pregunta que nos hacemos es, ¿qué pasará en 2024? ¿Volveremos a los recortes, los impuestos al sol y las tensiones entre Norte y el Sur de Europa de la década anterior? Haremos lo posible para que eso no suceda. Además, Greenpeace considera que este tiempo excepcional amerita nuevas reglas en el seno de la construcción europea, que pongan el foco en reforzar “lo público”,  garantizar los derechos asociados al estado del bienestar y el rol esencial de las administraciones en acelerar la transición ecológica justa.  

Los presupuestos más militarizados

Tras un ejercicio político rodeado de contradicciones y muy poca transparencia, tenemos delante unos presupuestos con el mayor gasto militar de la historia con 27.617 millones de euros, de los cuales 12.827 millones de euros pertenecen al Ministerio de Defensa (+26%). En total se alcanza más del 2% del PIB marcado por la OTAN según el Centre Delàs. Además, Greenpeace lamenta la apuesta gubernamental de desarrollo industrial basada en el sector militar, que se deduce del asombroso incremento del 72% en Programas Especiales de Modernización (PEM), absorbiendo unos 4.900 millones de euros. 

¿Por qué no apostar por otro modelo de seguridad basado en las energías renovables? Cerraríamos el círculo virtuoso de mayor soberanía y reducción de la dependencia del exterior, ayudaría a mitigar los peores impactos del cambio climático, y generaría decenas de miles de puestos de trabajo (el doble de lo que defiende el gobierno para el complejo industrial/militar) y una energía accesible, segura y barata.

Descargar gráfico y/o datos

Fuente: PGE2023 y Centre Delàs. Euros corrientes. Años 2009-2023.  Presupuesto Ministerio de Defensa, Datos reales sin ajuste a la inflación

A medias tintas con la transición ecológica

El gobierno ha realizado un primer ejercicio de presupuestación verde, siguiendo las recomendaciones de la UE y en la estela de otros países europeos. Su resultado es que, según el gobierno, el 30,6% del presupuesto contribuye a la transición ecológica. Para Greenpeace, más allá de tratarse de un ejercicio necesario de transparencia, su resultado es inverosímil y pide al gobierno mejorar la metodología usada de cara a futuros ejercicios para evitar un lavado verde del presupuesto y facilitar una información veraz. 

Hay varias razones detrás de un resultado tan abultado: en primer lugar, el análisis del gobierno pone el foco en una cuarta parte del presupuesto y no tienen en cuenta las transferencias de las Comunidades Autónomas, entre otros. En segundo lugar, hay partidas que se sobrevaloran. Por ejemplo, se señala que el ministerio de defensa contribuye positivamente, poco, pero positivamente, a la lucha contra el cambio climático. Sabemos, que el sector militar genera el 1% de las emisiones del país, entre otras cosas porque está fuera de los compromisos del Acuerdo de París. Por lo tanto, nos preguntamos qué varita mágica ha resuelto este enigma.  

Por último, el ejercicio no tiene en cuenta las inversiones y la fiscalidad marrón, es decir, lo que resta. Así, los PGE 2023 incluyen beneficios fiscales a la industria electrointensiva y al consumo de hidrocarburos por valor total de 1.302 millones. También incluyen fondos públicos para la internacionalización de la empresa y el comercio, cuando sabemos que España sigue apoyando proyectos de gas y petróleo a nivel internacional (es el quinto país de la OCDE) y no cumple con los compromisos internacionales de dejar de hacerlo. Todo esto no resta en el balance del gobierno.    

Más inversiones en naturaleza pero falta de foco

La inversión en actuaciones ambientales alcanza 4.335 millones (+36,5%), aunque seguimos sin cambiar esencialmente nuestra relación con la naturaleza en la prevención de incendios, la gestión del agua y el modelo agropecuario y de ocupación del territorio. 

Tras los peores incendios registrados en la historia de España, constatamos que los PGE 2023 no nos preparan para la prevención de los mismos con una gestión forestal sostenible (28% menos que en 2022) y se hace urgente reforzar la coordinación del Estado con el resto de las administraciones. 

Cuando la mitad de los acuíferos están altamente contaminados, seguimos dando continuidad al modelo de agricultura industrial y consumo excesivo de agua y regadíos. Infelizmente nada de esto cambia en estos presupuestos.

Descargar gráfico y/o datos

Fuente: PGE 2023. Programas 456A, 456B, 456C, 456D, 456M, 452A, 452M, 45DA C04.I01, 45DB C04.I02, 45DC C04.I03, 45DD C04.I04, 45EA C05.I01, 45EB C05.I02, 45EC C05.I03, 45ED C05.I04, 45LC C12.I03.

Por otra parte, sigue llamando la atención que, en 2023, dentro del programa para la protección de la costa e infraestructuras, se siga destinando casi la totalidad de las inversiones a paseos marítimos y reponer arenas de playas (casi un 96% del total frente al escaso 4% que se dirige a la protección de la costa). La alternativa a la destrucción costera no pasa por estas soluciones sino por el mantenimiento de los recursos naturales, el fomento de un turismo sostenible de calidad y un modelo económico que pivote sobre el desarrollo local.

Descargar gráfico y/o datos

Fuente: PGE 2023. Programa 456D

Más recursos para la transición justa. Deberes para la industria. 

Las políticas de Industria y Energía cuentan con una gran partida presupuestaria (11.606 millones) provienen de los fondos del Plan de Recuperación.  Esta inversión se destina al impulso de la industria (2.440 millones) y a la transición energética justa (3.481 millones, un 21% más con respecto a 2022), especialmente en renovables y renovación térmica de viviendas, lo que supone una buena noticia. 

La transición ecológica no puede dejar a nadie atrás; por eso, la organización tiene una lectura positiva del dinero que se emplea para la lucha contra la pobreza energética, con un 258 millones de euros para el bono térmico (+100 millones). Por el contrario, Greenpeace señala que los presupuestos no dedican este año suficientes fondos para el impulso de las comunidades energéticas y la democratización de la energía. En este sentido la organización demanda que están pendientes de transposición las directivas de fomento de las energías renovables y la de mercado común de energía para acelerar las comunidades energéticas, el autoconsumo, el ahorro y la eficiencia. 

A la organización le siguen preocupando algunas políticas de gasto para Industria y Energía, concretamente, algunas ayudas encubiertas a través de compensaciones al sector industrial sin que se especifiquen las condicionantes ambientales, como es el caso de los 335 millones de euros, dirigidos principalmente a compensar a determinadas industrias por los costes indirectos de CO2.  

Descargar gráfico y/o datos

Fuente: PGE 2023 y elaboración propia

Una apuesta por el tren 

El tren es el gran protagonista de las inversiones en movilidad, abarcando la mitad del presupuesto destinado a infraestructuras (5.408 millones). Más allá de los proyectos, destaca la partida de 660 millones de euros dedicada a prorrogar la bonificación de billetes de tren para 2023. Tras la buena acogida de esta medida por parte de la ciudadanía, Greenpeace reclama al Ministerio de Transportes un esquema permanente de tarifas asequibles para todos los modos y que corrija los problemas de falta de plazas que suceden en determinados trenes. 

Además, y por segundo año consecutivo, la inversión en conservación y mantenimiento de la red convencional supera a la de alta velocidad. Una tendencia que corrige el déficit de años anteriores y permite actuaciones como la electrificación de líneas diésel o la adaptación de líneas al tráfico de mercancías, esenciales para reducir las emisiones y aumentar la cuota de mercancías por ferrocarril, una de las más bajas de Europa.

No obstante, Greenpeace señala que la apuesta por el tren se ve ensombrecida con la intención de seguir ampliando la capacidad de autopistas y autovías para aumentar el tráfico de automóviles, incluso en los accesos a las grandes ciudades. Un planteamiento contrario a los principios de la nueva Ley de Movilidad Sostenible, que debería aprobarse antes de fin de año.

Para cuándo una reforma fiscal verde y justa

El principio de ‘quien contamina paga’ es prácticamente irrelevante en los Presupuestos Generales del Estado. No hay ninguna novedad sobre la fiscalidad verde y se siguen manteniendo las exenciones fiscales destinadas a seguir contaminando con combustibles fósiles (967 millones de euros). Los impuestos denominados ambientales (incluidos los energéticos) tan solo representan el 5,1% de los ingresos del Estado. 

Greenpeace demanda al Gobierno una reforma fiscal que integre eficazmente la fiscalidad verde y justa, con medidas para redistribuir la riqueza y acelerar la transición ecológica. A su vez, la organización señala que los impuestos sobre beneficios caídos del cielo que las empresas han acumulado deben convertirse en un mecanismo permanente de protección frente a la especulación y que refuerce la lucha contra la pobreza energética.

Haz clic para ver con más detalle y right-click para ver general

Descargar gráfico y/o datos

Fuente: PGE 2023. Sección 98. Ingresos del Estado y Elaboración propia

Vivimos un cuadro de inestabilidad global y violencia gracias a los combustibles fósiles y sus defensores propios y ajenos y es por ello que la transición ecológica justa es la solución puente que debemos acelerar para llegar a “final de mes” y evitar el “final del mundo”. Los presupuestos deberían contribuir 100% a este objetivo. 

Autor: Carlos García Paret, Coordinador de Incidencia Política.