Ayer hubo en Madrid un eventazo. Bueno, dos. Si fuiste al Santiago Bernabéu, seguro que lo pasaste bomba en el concierto. Quienes llenamos el Palacio de la Prensa, quizás un poco menos. Aunque estábamos igual de apasionados por una causa y por que suene otra música: «acabar con la ganadería industrial».

Ayer, junto con Laura, una compañera de Greenpeace, asistí al preestreno del documental FOOD FOR PROFIT. ¡Aterrador!

Imágenes de Food for Profit, la primera película documental que muestra la relación entre la industria cárnica, el lobby, y los pasillos del poder.

Nada nuevo para mí ni para Laura, pero las imágenes, algunas muy duras, me sobrecogieron. Y a ella también. Lo sentí varias veces. A veces quise cerrar los ojos. No ver. Mirar para otro lado, como sigue haciendo tanta gente.

El documental, una investigación de varios años, hila muy bien tres aspectos fundamentales para entender por qué, y cómo hemos llegado aquí, a esta producción cárnica, láctea y de huevos tan desmesurada y descontrolada:

1. La demoledora crueldad animal;
2. El enorme impacto ambiental (centrado en Murcia y el Mar Menor);
3. La codicia y el poder de la industria cárnica y su capacidad de influencia en el Parlamento Europeo (seguro que se podría extender a otras instituciones y administraciones).

Sigo sin entender cómo es posible que permitamos que este cruel y destructivo modelo de producción animal (¡Esto no es ganadería! ¡Son fábricas de carne, leche y huevos!) siga funcionando, sigamos comiendo con gusto y sin arrepentimiento ninguno esta porquería. Pero lo podemos parar. 

El 7 de junio se estrena el documental en las salas de cine. Os invito a acudir, a que corráis la voz y a que llenemos las salas.

Esto puede ser un nuevo revulsivo en España – lo ha sido ya en Italia – y lo necesitamos. Pero depende de ti, de mí y todas las personas a las que esto nos sigue indignando y no nos deja dormir. Bueno, a lo mejor fue también el inusual calor de ayer que no me dejó dormir bien. A lo mejor todo está relacionado.

La última frase para Giulia Innocenzi, la codirectora del documental y que ayer estuvo en el preestreno. ¡Qué valiente mujer! De una desbordante alegría y un aún mayor optimismo, es ahora también la víctima de cuatro demandas. Tres por parte de la industria cárnica y una por parte del eurodiputado italiano Paolo de Castro, que debido a este documental ya no se presentará como candidato en las próximas elecciones europeas. Tampoco la eurodiputada española Clara Aguilera, que también sale en el documental.

Ayer, Giulia nos dio dos claves de cómo actuar: votar a quienes abiertamente están en contra de este modelo y cambiar nuestras dietas, reduciendo el consumo de alimentos de origen animal y dejando de comer totalmente los que provienen de la ganadería industrial. Otra buena forma es alzando la voz contra las macrogranjas y firmando nuestra petición. Ya lo han hecho más de medio millón de personas.

Por cierto, he leído esta mañana que Taylor Swift apuesta por la cocina vegana en sus conciertos. A lo mejor, algo nos une 😉