2023 fue otro año marcado por el aumento del coste de la vida por la inflación iniciada tres años atrás. El mundo está inmerso en una gran incertidumbre económica, tensiones geopolíticas y fenómenos climáticos extremos sin precedentes. Desde Greenpeace, luchamos para asegurar que las decisiones de los gobiernos e instituciones defiendan el interés de la ciudadanía y de las futuras generaciones.
Durante todo el año, trabajamos para demostrar que se puede incentivar la descarbonización del transporte y fomentar a su vez el uso de transporte público frente al vehículo privado. Denunciamos que los billetes de tren cuestan en Europa el doble que los de avión, a pesar de que estos últimos contaminan más. Y también pusimos el foco en el modelo insostenible de producción y consumo de ropa.
Pedimos un abono único de transporte
Le hemos llamado T-lleva porque te lleva a trabajar y de vacaciones con una tarifa plana asequible, y porque nos lleva a una reducción de emisiones. Además, hemos demostrado su viabilidad técnica y económica, y ya ha sido implementado en países como Austria y Alemania.
La prohibición de los vuelos cortos, más cerca
Por fin el Gobierno tiene previsto suprimir los vuelos que duren menos de dos horas y media y tengan alternativa ferroviaria. En Greenpeace, apostamos por el tren como una de las mejores formas de luchar contra la emergencia climática. Sin embargo, en España el tren es casi 4 veces más caro que el avión, a pesar de ser 80 veces más contaminante. Además, es crucial prohibir los jets privados como medida contra el cambio climático y a favor de la justicia social.
Seguimos la pista a 29 prendas de ropa
Instalamos dispositivos de geolocalización a prendas de ropa y zapatillas deportivas usadas, para alertar sobre el engaño de la economía circular en la moda. La industria textil impacta de manera negativa en el planeta y en las personas, por lo que optar por un armario sostenible es muy necesario. Demostramos que se puede comprar moda sostenible a un precio similar al de la fast fashion.