Tanto Cefusa como El Pozo pertenecen al Grupo Fuertes, un holding empresarial, cuyo presidente y fundador, Tomás Fuertes, es una de las personas más poderosas de la Región de Murcia y cuya voz se escucha detenidamente en el Ministerio de Agricultura.
Cuando el Grupo Fuertes habla de sí mismo, recalcan siempre la gran cantidad de empleo que generan (8.000 directos y 50.000 indirectos según sus propias fuentes) y su gran expansión exterior (presente en mercados de más de 80 países). Factura unos 1.900 millones al año, de los que alrededor de 1.300 corresponden a El Pozo.
La imagen y la reputación de la empresa resulta fundamental, y no escatiman en gastos a la hora de patrocinar espectáculos culturales y deportivos o cátedras y proyectos universitarios, a cuyos beneficiarios a veces recurre cuando su imagen sufre algún tipo de merma.
El grupo afirma que su filosofía se basa, entre otras cosas, en el desarrollo sostenible: “Combinamos el éxito económico de la compañía con el desarrollo sostenible, lo que nos exige tomar decisiones basadas no sólo en criterios financieros, sino también sociales y medioambientales”. Además, saca pecho de ser una empresa transparente: “Nuestra forma de relacionarnos con cualquier persona en el marco de nuestra actividad empresarial y profesional está marcada por la transparencia de nuestras intenciones, manifestando de manera fiel y veraz los intereses e informaciones que afectan a todas aquellas personas que mantienen algún tipo de vinculación con el Grupo”, afirman.
Presume además de contar con un exigente código de conducta al que están sujetas todas las personas que trabajan en el grupo. En el punto 6 afirman que: “…deberemos aplicar las normas de higiene y seguridad alimentaria, así como los controles de calidad establecidos por el Grupo”, y en el punto 8, dicen que: “En el Grupo Fuertes tenemos el firme convencimiento de que el respeto del cumplimiento de la normativa de bienestar animal, repercute positivamente en los productos que elaboramos y, en consecuencia, en la sociedad y el medioambiente”.
Y es que parece que el bienestar animal es clave para la empresa, al menos según manifiesta: “La responsabilidad de las empresas del núcleo cárnico con el bienestar animal y la bioseguridad es máxima para garantizar la salud y el cuidado óptimo del ganado”. Además, alardea de buenas prácticas: Cefusa “desarrolla un sistema de producción de cerdas libres, tanto en la fase de gestación como en la fase de partos, donde las instalaciones están adaptadas por encima de las exigencias de la normativa europea en bienestar animal” y de contar con certificados de bienestar animal.
Aunque indudablemente el buque insignia del holding es El Pozo, su espina dorsal es Cefusa, fue la primera filial de El Pozo, y proporciona buena parte de los animales con los que se fabricarán los productos de la empresa. Aunque no son las únicas sociedades en manos del ‘clan de Tomás Fuertes’, sino que gestiona y participa en una veintena de empresas y sicavs, como Aquadeus, Bodegas Luzón, Vis Hoteles o Fuerfondo SICAV SA.