«Es la economía, estúpido»: James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton (1992).

Comenzamos este post trayendo a colación aquella frase utilizada en la política estadounidense que valió en 1992 unas elecciones presidenciales. Y es que, entonces como ahora, el debate económico está especialmente presente en nuestras vidas.

La Covid-19 nos está recordando que sin salud no hay economía. Las cifras lo corroboran: la economía española ha tenido en 2020 la mayor caída desde la Guerra Civil -un 11% del PIB- y la tasa de desempleo se situó en diciembre en el 16,2%. Los impactos sociales y económicos de la pandemia están siendo muy elevados y paradójicamente está situación nos brinda una oportunidad para que la salida de la crisis sea el impulso necesario para una transformación verde y justa del sistema.

En Greenpeace queremos situarnos en este debate económico con un nuevo elemento: el 4,8% del PIB (recordad este número porque será el eje central de nuestras peticiones). Y lo queremos incluir con esperanza y sobre todo con realismo. Necesitamos activar la economía, crecer en unos sectores impulsados por la necesaria recuperación verde y decrecer o transformar otros. Pero en este camino no podemos seguir haciendo las cosas como siempre: la reconstrucción nos tiene que llevar a una sociedad más justa, igualitaria y resiliente.

Si nos seguís, recordaréis que el pasado mes de junio presentamos nuestras propuestas para Darle la vuelta al sistema, un New Green Deal transformador al que ahora hemos querido poner números (centrándonos en la parte más verde y sin olvidar la importancia de otros sectores como educación y sanidad). Por ello ayer jueves presentamos un nuevo informe «Darle la vuelta al sistema: un 4,8% para entrar números verdes» en el que se muestra que con una inversión de 197.000 millones de euros (el equivalente al 4,8% del PIB) en cuatro años a llevar casi a partes iguales entre la financiación pública y privada podemos darle la vuelta al sistema.

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Muchas de estas inversiones ya están contabilizadas en planes del gobierno y el esfuerzo de inversión pública adicional – que es el que en realidad muestra la viabilidad de la propuesta- sería de 43.103 millones que se podrían obtener a través de la fiscalidad verde, de los Fondos de Recuperación Europeos o una reorientación de políticas públicas de gasto.

Necesitamos inversión pero también necesitamos voluntad política

Solo el 34,1% de las medidas que proponemos necesitan inversión, el resto son cambios normativos y de cambio de prioridades en políticas públicas. La transformación verde y justa del sistema es un reto complejo, pero estamos ante una oportunidad única de cambio que no se puede gestionar sin la coparticipación de la sociedad civil.

Queremos introducirnos en el debate económico y en esta línea seguiremos trabajando. Hablaremos en el “idioma de la economía”-los números, los millones, lo que cuestan las cosas- porque es importante. Aunque eso sí, los números llevarán siempre nuestros valores dentro.