Así no vamos a salvar a las abejas
¡Despertad! ¡Las abejas y otros polinizadores nos necesitan y se merecen un mejor plan!
Estamos ante una crisis ambiental sin precedentes y la disminución de polinizadores, como las abejas o las mariposas, y de los insectos en general, es solo la punta del iceberg. Ya no sirven las viejas políticas que han permitido llegar a esta situación y que han beneficiado a unos pocos en detrimento del bien común.
Y ahora estamos a punto de perder una excelente oportunidad para salvar a estos polinizadores. El borrador del Plan de Acción Nacional para la Conservación de los Polinizadores, pese a que va en la buena dirección y que responde a una de las demandas de Greenpeace, es una clara concesión a la industria de los plaguicidas. Su codicia es la gran responsable de que estemos en esta situación. Ha envenenado el planeta a cambio de llenar su hucha.
Ante esto, el futuro Plan de Polinizadores debe dar respuesta a una pregunta esencial: ¿qué es lo más importante, las abejas y demás polinizadores o el uso de plaguicidas?
La respuesta, aunque parezca compleja, es muy sencilla. La vida en la tierra tal como la conocemos y la producción de alimentos no puede mantenerse sin polinizadores y el resto de biodiversidad, pero podemos seguir produciendo alimentos sin plaguicidas sintéticos y peligrosos. La agricultura ecológica nos muestra cada día que esto no solo es posible, sino que es necesario.
Precisamente, las más recientes investigaciones apuntan en este sentido, en la urgente necesidad de hacer una transición hacia modelos agroalimentarios sostenibles y de cambiar nuestra dieta, para que esté alineada con los retos a que nos enfrentamos. Una dieta donde predominen los alimentos de origen vegetal, ecológicos, locales y de temporada tiene un doble beneficio: es la mejor para nuestra salud y para la salud del planeta.
En Europa, alrededor del 84% de los cultivos depende de la polinización animal y en particular la realizada por insectos. Que el futuro Plan de Polinizadores contemple medidas valientes para reducir el uso de plaguicidas es aún más fundamental en España. ¡Somos el país de la Unión Europea donde más plaguicidas, en concreto insecticidas, se utilizan! Además, en España están autorizados casi 300 plaguicidas en cuya ficha de registro pone explícitamente que son “peligrosos” e incluso “muy peligrosos” para las abejas.
Desde Greenpeace consideramos que el futuro Plan de Polinizadores debe incluir medidas urgentes y sin precedentes que eliminen los plaguicidas peligrosos para las abejas y otros polinizadores, que reduzcan drásticamente el uso de todos los demás plaguicidas y que amplíen la superficie de agricultura ecológica.
No pararemos de decir bien alto que tenemos que salvar a las abejas y al resto de polinizadores. Por ello, ayer enviamos alegaciones al borrador del plan, y pedimos que sean tenidas en consideración.
Comentarios
100% de acuerdo. La lucha contra los monocultivos sin control biológico es la prioridad. Debemos crear conciencia de amor por la naturaleza. Dejar a un lado la voracidad capitalista.