Barcelona reducirá el consumo de carne
¡Buenas noticias! La ciudad de Barcelona reducirá el consumo de carne a 300 gramos por persona a la semana en sus instituciones públicas como una medida eficaz para afrontar la emergencia climática. Así lo han anunciado hoy durante una cumbre mundial de alcaldes y alcaldesas de la red de ciudades C40 en Copenhague, junto a otros 13 ayuntamientos que se han sumado al compromiso de convertirse en “Ciudad Bien Alimentada”, incluyendo París, Los Ángeles, Lima, Tokio o Seúl, entre otras.
En la declaración publicada hoy, estas ciudades se comprometen a alinear sus compras de alimentos para que en 2030 esté adoptada en sus ciudades una ‘dieta de salud planetaria’, rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal.
En Greenpeace nos gustaría ver a Barcelona poner en marcha lo antes posible medidas concretas que demuestren su firme compromiso de reducir el consumo de carne, ya que es una de las acciones de su Plan Clima, que además tiene 2020 como fecha tope de implementación.
Actualmente, las emisiones de la ganadería (incluidos los impactos de la deforestación para la producción de piensos) están creciendo y ya representan el 14,5% de las emisiones directas mundiales de gases de efecto invernadero. Esto exige una acción inmediata. En España, según los últimos datos del Ministerio para Transición Ecológica, las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 2,2%, sin embargo las de la ganadería se incrementaron, impidiendo una reducción aún mayor.
Por otro lado, España es el segundo país de Europa con el mayor consumo de carne por persona y año, por lo que es aún más importante que otras ciudades sigan el ejemplo de Barcelona y reduzcan también su consumo de carne. En este sentido instamos a Madrid, que también pertenece a la red C40 y está representada en Copenhague por la vicealcaldesa Begoña Villacís, a que asuma lo antes posible este compromiso.
Este anuncio llega después de que más de 200 personalidades de la comunidad científica de todo el mundo, entre ellas varias españolas, pidieran la semana pasada a los gobernantes de las ciudades que reduzcan su oferta de carne.
La alimentación es una de las más poderosas herramientas para cambiar el destructivo modelo de agricultura y ganadería industriales, y reducir el consumo de carne es una de las medidas más eficaces. Está al alcance de todas las personas y de todas las administraciones y organismo y se puede poner en marcha de inmediato, en la primera comida que se haga.
El planeta no puede esperar y de su salud depende nuestra supervivencia y la de las demás especies. Cuanto antes pongamos en marcha medidas para frenar la crisis ecológica más posibilidades de éxito tendremos. ¡Firma por una alimentación saludable y sostenible!
Gracias
Comentarios