En plena celebración de la COP, y coincidiendo con el inicio de la XIV Legislatura, desde Greenpeace lanzamos una campaña para pedir a la clase política soluciones frente a la emergencia climática. A través de una serie de “memes” señalamos cómo los impactos del cambio climático les van a afectar tanto como al resto de la sociedad. La única diferencia es que en estos momentos está en sus manos solucionar este gran reto. Y esta legislatura que comienza es crucial.

Necesitamos un Parlamento que haga frente a la crisis climática y la formación urgente de un Gobierno que impulse el liderazgo climático dentro y fuera de nuestras fronteras. El reto al que nos enfrentamos es grande y es urgente la necesidad de actuar ante esta crisis, no solo climática y de pérdida de biodiversidad, sino también social y económica, cuyas causas y consecuencias se entremezclan y retroalimentan. Ya vamos tarde.

La buena noticia para el nuevo Parlamento que se forma es que abordar esta crisis se puede transformar en una gran oportunidad para poner en marcha políticas decididas que den un giro profundo, reduciendo las emisiones en todos los sectores (energía, transporte, agricultura, ganadería o industria) y frenando la pérdida de biodiversidad y los impactos más graves del cambio climático en el territorio.

Para ello es necesaria una apuesta por una economía verde y solidaria, que redistribuya la riqueza en nuestro país, así como la creación de un nuevo modelo productivo ecológico, que huya de las trampas de las burbujas especulativas, apueste por sectores con alto valor añadido y se centre en los derechos y las necesidades de la sociedad. Esta transición ecológica tiene que ser justa y no dejar a nadie atrás.

La ley de cambio climático y transición ecológica, la protección del medio ambiente y la biodiversidad, la aprobación de unos presupuestos que aborden la emergencia climática y la crisis de biodiversidad, la fiscalidad verde o la protección de derechos y libertades -comenzando por la derogación de la Ley Mordaza- son iniciativas que tienen que llevarse a cabo en esta legislatura que empieza y que no pueden esperar.

El coste de la inacción frente al cambio climático podría superar con creces el precio de actuar ya. Hemos traspasado los límites del planeta y es necesario poner la vida de todas las personas en el centro de nuestras políticas. Confiamos que esta legislatura sea por fin la legislatura de la emergencia climática.

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