Matanza de jabalíes para salvar a la industria cárnica
Ante el actual brote de peste porcina africana, una de las estrategias que está cogiendo fuerza es la de dar caza a los jabalíes. Son muchas las comunidades autónomas que incluso ya están premiando económicamente por cada jabalí muerto. Pero el jabalí es víctima, no el culpable. Una vez más, como en tantas otras cosas, se quiere eliminar al mensajero y no la causa del problema. Y todo se hace con un único objetivo: salvar a la destructiva industria del porcino y a sus horripilantes macrogranjas.
«El jabalí es víctima, no el culpable. Una vez más, se quiere eliminar al mensajero y no la causa del problema«
Jabalíes y cerdos, contacto casi imposible
Según expertos en materia de sanidad animal, el 99 % de las veces somos los seres humanos quienes transmitimos este tipo de virus entre las explotaciones. Estas fábricas de carne son casi búnkeres donde los animales malviven para ser engordados lo más rápido posible, al menor coste económico y a la mayor escala posible. Es casi imposible que un jabalí entre en contacto con los pobres cerdos que casi no ven la luz del día. ¿Por qué entonces dar caza a los jabalíes de forma indiscriminada?
Desastre causado por humanos
Por otro lado, según las hipótesis que se barajan, no fueron los jabalíes los que trajeron el virus de otro país. Los países que hacen frontera con España, Portugal y Francia, están libres de peste porcina africana. Este desastre lo hemos provocado los seres humanos, como tantos otros, y el jabalí se ha convertido en el chivo expiatorio. No hay duda que hay que vigilar y controlar la zona donde ha aparecido el brote, así como crear zonas de salvaguarda. Pero darle caza ahí puede ser incluso contraproducente. Los animales ante la amenaza huyen y pueden llevar el virus a otros sitios y la manipulación inadecuada por un cazador de un jabalí abatido puede incluso ser la puerta de entrada del virus a las explotaciones comerciales.

«Los animales ante la amenaza huyen y pueden llevar el virus a otros sitios y la manipulación inadecuada por un cazador de un jabalí abatido puede incluso ser la puerta de entrada del virus a las explotaciones comerciales»
Y, ¿por qué y para qué darles caza en territorios donde no está el virus? Según se está diciendo hay una sobrepoblación de jabalíes en el Estado español, pero ¿se abre la veda antes de tener un buen censo? ¿No hay formas más éticas de controlar una sobrepoblación de animales salvajes y autóctonos? ¿Por qué se ha llegado a esta sobrepoblación?
Sobrepoblación… de macrogranjas
Puede que la cabaña de jabalíes sea excesiva por el desequilibrio que hemos originado los humanos en los ecosistemas (por ejemplo, aniquilando al lobo, un depredador con devoción por los jabalíes) y se tenga que controlar su población, pero ¿no es también excesiva la cabaña de cerdos en intensivo en España? ¿Por qué nadie habla de esto? La codicia de la todopoderosa industria cárnica y la permisividad de las administraciones nos ha llevado a la friolera de un censo de más de 34,5 millones de cerdos en España. 54 millones fueron sacrificados en 2024. La biomasa de cerdos es actualmente el 52 % de todos los animales para consumo humano en España. Somos ya los campeones europeos en producción porcina. En Cataluña, por ejemplo, que cuenta con más de 8 millones de cerdos censados, hay (contando con todo el territorio) 250 cerdos por km2. Es la región de la UE más tensionada por esta industria. En zonas como Lleida, con una elevada concentración de fábricas de carne, esta cifra se dispara.
El problema porcino son las macrogranjas
Los problemas que genera esta industria son claros. Contribuye de forma inequívoca al cambio climático, a la depredación del agua – de forma directa e indirecta – y su contaminación por nitratos, antibióticos y otras sustancias peligrosas, a la contaminación del aire, al cambio de los usos del suelo y la deforestación en países terceros, al riesgo sanitario – por la aparición de zoonosis y por la aparición de superbacterias, debido al uso masivo de antibióticos -, así como a muchos conflictos sociales que están ocurriendo en los ya devastados pueblos de España. Y, por supuesto, a un atroz sufrimiento animal.
Es hora de poner fin a la ganadería industrial y sus macrogranjas, no de exterminar a los jabalíes (parece que a algunos es lo que les apetece). ¡Di no a la ganadería industrial y sus macrogranjas! Ayúdanos a llegar a las 700.000 firmas que ayudarán a parar esta locura.
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