El caso de Manuel García, un agricultor y ecologista de la comarca de A Limia en Ourense, es un buen ejemplo de lo difícil que resulta defender la naturaleza: cada día más. Manuel, un ECOLOGISTA, así, con mayúsculas, se ha visto “amenazado” por plantar cara a Coren, una gran empresa ganadera de su zona y por decir ¡basta! de contaminar la tierra en la que ha nacido y que ama.
Manuel García. ©Greenpeace/Pedro Armestre
En el año 2019, Manuel salió en un conocido programa de televisión mostrando cómo un cañón de una “granja propia de Coren” regaba con purín una pradera y afirmando que estos riegos con purines sin tratar llevan antibióticos y muchos productos químicos que se filtran a las aguas subterráneas contaminando también aguas superficiales, como las del embalse de As Conchas, algo que está corroborado por los datos oficiales y diversos informes científicos. Cinco meses después, Manuel recibía un burofax de los servicios jurídicos del Grupo Coren reclamándole un millón de euros en daños y perjuicios por estas declaraciones.
A pesar de recibir muchas presiones, Manuel ratificó en el juzgado sus denuncias contra el ausente tratamiento de los purines y estiércol en las granjas y la responsabilidad del Grupo Coren. Ahora está en el tejado de esta empresa seguir adelante con la denuncia o pasar página y tratar de solucionar los graves problemas ambientales que provoca en A Limia con su modelo de ganadería industrial.