Avanzar más rápido hacia las energías renovables y el ahorro de energía es posible. Conseguir un sistema energético eficiente, inteligente, 100% renovable y democrático es una cuestión de co-responsabilidad entre todas las partes de la sociedad. Pero, tal y como indica el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU), los cambios de hábitos y acciones individuales pueden aportar una tercera parte del potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque es una parte imprescindible y muy importante, el 70% restante corresponde a cambios institucionales, empresariales y estructurales que necesitan de voluntad política y empresarial. E inevitablemente habrán de venir de la mano de la movilización ciudadana.
del potencial de reducción de emisiones depende de acciones individuales.
del potencial de reducción de emisiones depende de cambios estructurales, empresariales e institucionales.
Las energías renovables pueden aportar energía limpia, cercana y más barata de dos maneras: cerca de ti con autoconsumo tanto individual como compartido y, a escalas más grandes, también a través de comunidades energéticas u otros mecanismos de participación ciudadana en plantas renovables promovidas por corporaciones gracias a una zonificación ambiental correcta que evita las zonas protegidas y a un reparto justo de beneficios con las personas que viven en la zona.
La transición no va más rápida porque no hemos hecho los deberes y los sucesivos gobiernos han apostado erróneamente por fuentes energéticas importadas como el gas, algo que, como estamos descubriendo en nuestra misma piel, ha sido un enorme error. Pero también porque durante años el autoconsumo y la participación de la ciudadanía en proyectos energéticos eran extremadamente difíciles o imposibles (impuesto al sol, trabas administrativas, cambios retroactivos, normativa y retribución…). Algo que está cambiando, aunque no a la velocidad suficiente.
En España, se ha multiplicado la instalación anual de autoconsumo por
entre 2014 y 2021.
Existen
comunidades energéticas en España en 2022.
Además, el desarrollo de las energías renovables a gran escala está siendo, en muchos casos, desordenado, excesivamente centralizado, escasamente participado y, en la mayoría de las CCAA, no se han generado zonas de exclusión en áreas protegidas por valores medioambientales. La falta de planificación no solo está generando tensión social en los territorios afectados, sino que también está ralentizando y poniendo obstáculos al necesario y urgente despliegue renovable que precisa el país.