La crisis climática y la pérdida de biodiversidad son algunas de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad en este siglo, pero ¿quiénes son los responsables de esta situación? ¿Qué compromisos tienen que asumir para revertirla?
La acumulación de poder por parte de las grandes corporaciones y la actual arquitectura legal internacional les permite actuar con total impunidad ante los graves daños que están ocasionando al planeta.
Estas empresas y grupos económicos han alcanzado tal nivel de influencia que llegan a ejercer el control sobre gobiernos e instituciones y, así, orientan el desarrollo de políticas, tanto nacionales como supranacionales a sus propios intereses a corto plazo. Esto agrava aún más las crisis medioambientales.
Tanto las grandes corporaciones fósiles como las que prestan el dinero que las financian son claramente responsables directos o indirectos de la contaminación, la degradación de la naturaleza y el empobrecimiento de la población afectada.