La implantación de un abono único de transporte en nuestro país solo trae ventajas para el planeta y las personas.
Menos coches, más salud y clima
Gracias al precio asequible que tendrá el abono único de transporte se producirá un trasvase de viajeros del vehículo privado al transporte público y, como consecuencia, se reducirán notablemente las emisiones de CO2 de los automóviles y de otras partículas altamente contaminantes. Una movilidad más limpia y responsable tiene un claro impacto en la lucha contra el cambio climático y la mala calidad del aire.
El transporte público consume mucha menos energía y provoca muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que los coches o los aviones. Según datos de la AEMA, los trenes emiten en la UE una media de 33 gramos de GEI por pasajero-kilómetro, los autobuses 80g, los coches 143g y los vuelos 160g.
Teniendo estos datos en cuenta y que la prueba piloto del abono único 9-Euro-Ticket de Alemania supuso un 10% de traslado modal del vehículo privado al transporte público, con la implantación de los abonos únicos de transporte en España se podrían reducir alrededor de 3.000 tn/día de CO2. En total, ofrecer billetes climáticos para todos los países en la UE podría ahorrar 25 millones de toneladas de emisiones CO2, equivalentes a todas las emisiones de Letonia y Lituania.
Ahorro en la economía familiar
La movilidad constituye el segundo mayor gasto de los hogares europeos. Según el Parlamento de la UE, la pobreza en el transporte suele estar relacionada con vulnerabilidades sociales, como la pobreza de los hogares, el desempleo o la movilidad reducida. Los grupos sociales más afectados son las mujeres, los ancianos, los jóvenes, las personas con bajos ingresos y las discapacitadas. Vivir en una región desfavorecida (zonas rurales, periféricas o remotas, incluidas las regiones ultraperiféricas o las islas) también aumenta el riesgo de pobreza en el transporte.