Este 8 de marzo y un año más, desde Greenpeace España nos unimos a las reivindicaciones del movimiento feminista. El tema elegido por la Comisión 8M se centra en Trabajos esenciales y servicios públicos; mientras que la ONU ha propuesto: Mujeres líderes por un futuro igualitario en el mundo de la covid-19.

Las demandas de la Comisión 8M siguen siendo las mismas que en 2020, pero tras la pandemia, más urgentes.

Las movilizaciones están restringidas por la situación sanitaria pero nos sobran los motivos para seguir reivindicando nuestros derechos (a la protesta también) y denunciando la desigualdad estructural en la que vivimos las mujeres.

El pasado 8 de marzo ya señalamos que la emergencia climática y la crisis de la biodiversidad son una cuestión feminista.

Este año de pandemia, la situación de las mujeres ha empeorado, con la crisis tenemos más responsabilidades y menos derechos. Las mujeres hemos estado en primera línea para hacer frente a la Covid-19, hemos asumido más carga de trabajo y cuidados, somos más vulnerables ante la pobreza y la violencia por la desigualdad estructural, y nuestra voz se escucha menos en la toma de decisiones.

¿Cual es el aprendizaje de la pandemia?

Que el planeta tiene límites, somos ecodependientes del resto de especies y del equilibrio de los ecosistemas. El desequilibrio de los sistemas naturales por la pérdida de biodiversidad, el tráfico de especies, la ganadería y la agricultura intensiva y los efectos del cambio climático aumentan el riesgo de aparición de pandemias.

Que los cuidados son centrales y esenciales, somos interdependientes. Las personas que los desempeñan, fundamentalmente mujeres, imprescindibles para el mantenimiento de la vida. Queremos compartirlo y la toma de decisiones, también. La vida no es posible sin una red de cuidados que nos sostenga en crisis sanitarias, catástrofes naturales y a lo largo de varios momentos vitales de nuestra vida como la infancia, la enfermedad o la vejez.
Os dejamos los datos recogidos por la Red Estatal de Mujeres Vecinales del año de pandemia:

Desde Greenpeace llevamos mucho tiempo alertando de la crisis de los cuidados y los límites del planeta, de la necesidad de políticas para un futuro sostenible, no excluyente y justo.

Aprovechemos el momento para Darle la vuelta al sistema: ¿dónde va el dinero?, ¿quién participa?, ¿quién controla?, ¿quién tiene acceso?. Teniendo en cuenta la interseccionalidad de las opresiones, la precariedad y la violencia estructural de nuestro sistema capitalista y patriarcal que provocan crisis social, política, económica, ecológica, migratoria, sanitaria y de valores.

Este 8M necesitamos más resiliencia feminista y ecologista que nunca para cambiarlo todo.