El año pasado comimos menos carne (y esto es lo que pasó con el CO2)
En España seguimos comiendo mucha carne, pero hay buenas noticias. Tenemos cada vez más en cuenta las repercusiones ambientales y sobre la salud de nuestra alimentación, y desde 2012 disminuimos año a año el consumo de carne pese a las agresivas campañas de la industria.
En 2017 consumimos un 5% menos de carne que en 2016. Es el dato que arroja el último estudio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De 50,13 kg por persona al año en 2016 se pasó a 47,60 kg en 2017. Por tipos de carne, el consumo se desgrana como vemos en la gráfica siguiente:
Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Pese a que la huella ecológica del consumo y producción de carne tiene muchas variantes, si traducimos esta reducción del consumo en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero los resultados son esperanzadores y deben motivarnos a seguir esta tendencia. Según la FAO, por cada kilogramo de proteína de vacuno se emiten 295 kg de CO2eq, por la de los pequeños rumiantes 201 kg, por la de cerdo 55 kg y la de pollo 35 kg (no hay datos para carne de conejo). Así, si cada kilogramo de carne de vacuno, pequeños rumiantes (caprino y ovino), cerdo y pollo tienen respectivamente un 20%, 19%, 16% y 20% de proteína, según la Fundación Española de la Nutrición, la reducción de un 5% del consumo de carne en España en 2017 suposo un ahorro de casi 2 millones de toneladas de CO2eq.
Datos en kg CO2eq
Una reducción en el consumo de carne no es «ningún drama» para la salud, según Pilar Riobó, jefa asociada de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz. En España tomamos «más carne de la que necesitamos», añade Riobó. «La dieta mediterránea alarga la vida, pero estamos muy lejos de tenerla generalizada. Habría que tomar más legumbres y cereales, pero la realidad es que tenemos una dieta desequilibrada y con más grasas de la cuenta». Se trata de consumir menos proteína animal y más vegetal, pero aún estamos lejos de ello. Consumir menos carne es beneficioso para el planeta, y también para nuestra salud.
A pesar de los buenos datos, la industria sigue enrocada. Esta tendencia a la baja en el consumo va acompañada de una producción cada vez más enfocada a la exportación. Precisamente, según también los últimos datos del MAPA, la carne de porcino es ya el segundo producto más exportado, sólo detrás del aceite. Siguiendo la lógica anterior planteada para el consumo, la producción de carne de vacuno incrementó entre 2016 y 2017 casi 4.000 toneladas, la de pequeños rumiantes bajó casi 1.500 toneladas, la de cerdo incrementó casi 70.000 toneladas y las de pollo casi 16.000 toneladas. Así, el incremento de la producción de carne en España supuso un aumento de casi 900.000 toneladas de CO2eq.
Para seguir mejorando nuestra salud y la del planeta es fundamental reducir el consumo de carne pero también parar la frenética escalada de proyectos de ganadería industrial en España, que harán aumentar aún más las ya elevadas emisiones de gases que provocan en calentamiento global, además de agravar otros impactos como la pérdida de biodiversidad, el incremento del consumo y contaminación del agua y los suelos o el despoblamiento rural. El horizonte es aún lejano, pero vamos por el buen camino.
¡Actúa!
Ayúdanos a parar la destrucción ambiental causada por la ganadería industrial. ¡Únete a Greenpeace!
Basta de destrucción ambiental causada por la ganadería industrial. ¡Firma la petición! 👇
Ayúdanos a hacer más fuerza, ¡comparte en tus redes sociales la petición de firmas contra la ganadería industrial!
Comentarios
Personalmente, he pasado de comer carne tres o cuatro veces por semana a hacerlo una o dos. He cambiado algunos productos cárnicos por otros vegetales como las hamburguesas, el embutido o la fideuá. Espero que el número de personas que consumen menos carne siga aumentando!
En mi familia hemos sustituido la carne animal por la carne vegetal. Comemos ya veggie burgers y tofu en lugar de pollo por ejemplo, y estamos más que contentos,- a parte del deseo de participar en un dieta ético y sostenible, el cuerpo esta encantado.
Me siento tan feliz al ver que poco a poco estamos logrando cambiar y concienciar a las demás personas . Estoy segura que si todos pusiéramos un poco de nuestra parte lograríamos reducir mucho más el CO2 :D .
Los datos antes señalados son esperanzadores pero, aún para una persona vegetariana desde hace 40 años, están muy lejos de lo que sería deseable y perfecto para el planeta y para la salud. También hay una ética y una sensiblidad hacia los animales que sufren con esa inútil y mala costumbre de consumir carne de cualquier especie. No quiero extenderme porque habría mucho que hablar, sólo quiero añadir la máxima de León Tolstoi que sigue en vigor: "mientras los hombres maten animales se matarán entre ellos".
Soy vegetariana y también mi hija. Lo mejor es el ejemplo.
Espero que de aquí a poco tiempo la gente que come carne se de cuenta de que ahí esta la causa de tantas enfermedades psicosomáticas.
Veremos el comer carne como se ve ahora el canivalismo.
Porque no dicen que el Veganismo es la mejor opción para que el planeta no se vaya al caño. El hombre come animales por costumbre, tradición y por gusto. En el pasado quizás no hayan tenido las posibilidades que tenemos hoy. Todo alimento de origen animal se puede reemplazar por uno de origen vegetal. Esto sin contar el daño que se dejaría de causar tanto daño a seres vivos sintientes, seres nobles que son usados como cosas como objetos.
Si se reduji el consumo de carne fue por el auge del veganismo, pero la industria ganadera sigue expandiendose. El macromatadero mas grande del mundo aqui en España a punto de abrir, 7 macrogranjas solo en la C. Valenciana. Tenemos que dejar claro al gobierno que NO QUEREMOS MAS. Existen cada vez mas sustitutos vegetales, Súmate al cambio
Yo comeré la misma carne de siempre, mientras pueda, eso sí, ecológica, como los ricos, esos que contaminan más que las vacas pero que ningún medio de comunicación les increpa ni les echa las culpas del mal que padece el mundo, sólo la culpa es de los pobres como tú y como yo.