Cada minuto se vierte al mar un camión de basura. Solo hay que mirar alrededor para ver cómo la contaminación por plásticos está fuera de control y supone un problema persistente y en aumento. Para intentar afrontar esta crisis, comienza el lunes 28 en Nairobi (Kenia) la quinta sesión de la Asamblea Medioambiental de la ONU (UNEA 5) con el fin de lograr un tratado internacional legalmente vinculante sobre el manejo del plástico.

Contaminación por plásticos en la costa del parque nacional de Wadi El Gamal, Marsa Alam, Egipto.

Por primera vez, 193 países se sentarán para repensar cómo fabricamos, usamos, comercializamos, transportamos y gestionamos los plásticos. Estas conversaciones para un tratado que incluya todo el ciclo de vida de los plásticos, tienen como objetivo abordar esta crisis a escala global. Esta es una oportunidad para que los gobiernos de todo el mundo, entre ellos España, se unan a este tratado global y ambicioso para frenar la contaminación plástica.

Las corporaciones y las grandes empresas han estado predicando el reciclaje como soluciones a la crisis del plástico. Sin embargo, el reciclaje es una solución falsa y no es suficiente como muestra el hecho que solo el 9% del plástico producido se recicla. En nuestro país apenas se recupera el 25% de los envases plásticos. El resto se quema, se vierte en vertederos o termina en nuestros ríos, campos y mares.

Esta asamblea de Naciones Unidas presenta una oportunidad para que los estados miembros se alineen y enfrenten el problema del plástico como un todo, reduciendo la producción, reintroduciendo la reutilización y el rellenado de los envases tradicionales en todo el mundo. Lo que se conoce como sistema de devolución y retorno de envases.

Pero este tratado global no debe eximir a los gobiernos nacionales, como España, a tomar sus propias medidas. En la actualidad España tiene en trámite parlamentario (en el Senado) la aprobación de una nueva ley de residuos. Esta ley debería haber sido aprobada ya el primer semestre de 2021 pues traspone una directiva que exige reducir la contaminación por plástico, donde se elimina una serie de productos de plástico de un solo uso como son las pajitas, cubiertos y bastoncillos. Este retraso ha motivado que la Comisión Europea habrá un expediente de infracción a nuestro país.

Sin embargo, el texto de la ley, ahora en tramitación, no es lo suficientemente estricto para solucionar el problema de gestión de residuos que existe en España, y en especial el de los envases de un solo uso. Por ejemplo, queda pendiente ver cómo queda finalmente, si nuestro país podrá contar en breve con un sistema de devolución y retorno de envases que permita la entrada generalizada de envases reutilizables.

La importancia de esta ley es evidente ya que España no puede perder la oportunidad de legislar seriamente contra un problema global como es la contaminación por plásticos. España es el segundo país de Europa que más contribuye a la contaminación por plásticos del Mediterráneo.

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