Esta mañana, más de 80 activistas de Greenpeace de 12 países de la UE hemos utilizado anuncios de combustibles fósiles de toda Europa para bloquear la entrada a la planta de la petrolera Shell en Róterdam, Países Bajos. Esta protesta pacífica coincide con el lanzamiento de una petición de apoyos para una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE en sus siglas en inglés), en la que pedimos una nueva ley que prohíba la publicidad y el patrocinio de los combustibles fósiles en la Unión Europea. Y no solo eso: hoy también ve la luz el informe Hechos, no palabras en el que ponemos porcentajes al lavado verde de algunas de estas empresas (informe completo en inglés).

Como comenta Silvia Pastorelli, responsable de la campaña de Greenpeace sobre el clima y la energía en la Unión Europea, desde la acción, «estamos aquí hoy para levantar el velo de la industria de los combustibles fósiles y enfrentarlos a su propia propaganda. Nuestro bloqueo está hecho con los mismos anuncios que las empresas de combustibles fósiles utilizan para limpiar su imagen, para engañar a los ciudadanos y retrasar la acción climática. Las imágenes de esos anuncios no se parecen en nada a la realidad que nos rodea. Con esta Iniciativa Ciudadana Europea podemos dar forma a la ley y quitarle el micrófono a algunas de las empresas más contaminantes del mundo».

Imagen de la acción de Greenpeace en Róterdam, donde más de 80 activistas han usado anuncios de combustibles fósiles para bloquear el acceso a la planta de Shell. Con esta acción, Greenpeace reclama el fin de la publicidad y los patrocinios de la industria de combustibles fósiles.

Hechos, no palabras: la verdad detrás de la publicidad de los combustibles fósiles

El lavado verde de las empresas o greenwashing es abrumador en el caso de las de combustibles fósiles. Sus negocios contaminantes y peligrosos para la supervivencia del planeta están entre los que más trabajo y dinero invierten en un lavado verde para dar la imagen de héroes del clima cuando son los grandes villanos de la historia.

Pero no nos vale solo con decirlo, así que las hemos investigado y encontrado hechos, comunicaciones y pruebas de que estas son las reinas de la mentira. Para ello, Greenpeace Holanda encargó a DeSmog que se investigara más de 3.000 anuncios en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube de seis empresas de combustibles fósiles (Shell, Total Energies, Preem, Eni, Repsol y Fortum). En el caso de las tres peores empresas, Shell, Preem y Fortum, el 81% de los anuncios de cada una de ellas los clasificaron como puro lavado verde (greenwashing); es decir, que engañan a los ciudadanía al no reflejar con exactitud la actividad de las empresas, además de promover falsas soluciones.

En España: el caso Repsol

Repsol es la empresa que más emisiones emite en España. El informe de DeSmog desvela que “la descarbonización de Repsol incluye un arsenal de trucos y maniobras”. Una de sus principales conclusiones es que la mayor muestra de la resistencia de la petrolera al cambio es el hecho de que haya pospuesto dos décadas, hasta después de 2040, la mayor parte de sus esfuerzos para reducir el 50% de sus emisiones. De hecho, Repsol no está comprometido con la reducción bruta de emisiones, puesto que su propio indicador de intensidad de carbono les permite compensarlas; además, aunque el principal producto de su negocio son los combustibles fósiles, en cierta forma seguirá siendo responsable de las emisiones de otros sectores por la venta de sus productos fósiles.

Repsol invierte un 48% de su publicidad en hacerse un lavado verde, un 38% exclusivamente para publicidad verde, mientras su cartera de combustibles fósiles es del 78% y destina a la publicidad de estos combustibles un 27%.

¿Qué puedes hacer tú?

Como ciudadano y ciudadana tienes mucho poder para parar esto. ¿Cómo? Sumándote a la Iniciativa Ciudadana Europea mediante la cual, será posible prohibir este tipo de publicidad. ¡NO LO DUDES! 👇